Redacción El País
El melón está entre las frutas más beneficiosas para mantener una estructura ósea fuerte y prevenir la osteoporosis. Esta fruta no solo hidrata, sino que también aporta nutrientes clave para el sistema esquelético, la piel, la digestión y la salud cardiovascular.
Refuerza los huesos y reduce el riesgo de fracturas
El melón es rico en vitamina K, esencial para la producción de osteocalcina, una proteína que fortalece la densidad ósea. Una porción de 150 g cubre el 20% del valor diario recomendado de esta vitamina. Según el American Journal of Clinical Nutrition, una dieta alta en vitamina K reduce en un 30% el riesgo de fracturas en adultos mayores.
Además, su aporte de potasio y magnesio ayuda a neutralizar los ácidos que debilitan los huesos con el tiempo, manteniendo un equilibrio hídrico óptimo en el organismo.
Hidratación y beneficios para la piel

Compuesto en un 90% de agua, el melón es ideal para mantener una hidratación adecuada, especialmente en climas cálidos. Su contenido de vitamina C (una porción cubre el 50% de las necesidades diarias) estimula la producción de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel y reduciendo signos de envejecimiento, según estudios publicados en Nutrients.
Mejora la digestión y ayuda a controlar el peso
El melón contiene fibra soluble, que promueve bacterias intestinales beneficiosas, y la enzima superóxido dismutasa, que facilita la digestión y reduce la inflamación abdominal (Gut Microbes). Con solo 53 calorías por taza, es una opción ligera y saciante, ideal para quienes buscan evitar snacks azucarados.
Regula la presión arterial y protege el corazón

Gracias a la citrulina, un aminoácido que se convierte en óxido nítrico, el melón ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la presión arterial. Investigaciones en Hypertension Research demuestran que su consumo frecuente puede bajar la presión sistólica en 5 mmHg.
Fortalece el sistema inmunológico
Su combinación de vitamina C, betacaroteno (vitamina A) y zinc potencia la producción de glóbulos blancos, reforzando las defensas (Journal of Immunology). Además, sus antioxidantes combaten la inflamación crónica, asociada al envejecimiento prematuro.