El Comercio - GDA
Los riñones son un órgano vital del cuerpo que desempeñan una función imprescindible para mantener la salud y el equilibrio interno, ya que principalmente actúan como un sistema de filtración que elimina los desechos y las toxinas del torrente sanguíneo a través de la producción de orina.
Por ello, cuando la salud renal se ve comprometida, pueden aparecer una serie de problemas y complicaciones que impactan negativamente a otros órganos y la calidad de vida en general.
“Existen diversos problemas que pueden afectar a los riñones, como la insuficiencia renal aguda, la formación de cálculos renales; sin embargo hay una importante prevalencia de la enfermedad renal crónica. Esta puede ser el resultado de una variedad de condiciones subyacentes, incluyendo la diabetes y la hipertensión arterial, así como también guarda relación con ciertos componentes ambientales o personales, muchos de los cuales están asociados a la nutrición. Por lo tanto, una alimentación saludable y equilibrada ejerce un papel crucial en la prevención de diversas patologías del riñón y en el mantenimiento de la función renal óptima”, explicó Samantha Rubio, médica especialista en nutrición.
¿Cuáles son los nutrientes críticos que deben controlarse en la dieta de un paciente renal?
Uno de los nutrientes con el que se debe tener un mayor cuidado, sobre todo si el paciente tiene cierto grado de falla renal, es el sodio. En efecto, puede incrementar la presión arterial y provocar retención de líquidos, lo cual puede ser perjudicial y causar un mayor deterioro de la función de los riñones. Por consiguiente, se recomienda restringir el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados, así como de condimentos ricos en sodio, destacó el nefrólogo Pablo César Ángeles.
¿Qué alimentos debe incluir la dieta de un paciente renal?
Para un paciente renal, es primordial seguir una dieta que sea amable con los riñones y que a su vez, ayude a controlar la progresión de la enfermedad renal. En concreto, se recomienda el consumo de proteínas magras, como el pollo, el pavo, el pescado y los huevos. Además, es necesaria la ingesta de frutas y verduras, de preferencia cocidas, ya que, al ser dializadas previamente, esto favorece a la reducción de ciertos nutrientes como el potasio.

En el caso de los lácteos, estos quedan restringidos a una menor cantidad, por lo que se recomienda de una a dos porciones a la semana. En cuanto a las menestras, los pacientes renales deben limitar su consumo a una vez a la semana y siempre se debe realizar un remojo previo de las mismas, así como también una doble cocción.
“Es crucial basar la dieta en preparaciones caseras, las cuales les permitan a las personas saber con exactitud la calidad de los alimentos empleados, pues la gran mayoría de los productos que compramos en los supermercados poseen altas cantidades de sodio, motivo por el que es importante controlar o evitar adicionar este y otros nutrientes perjudiciales a las comidas”, aseguró la doctora Rubio.
¿Cómo debe ser la ingesta de líquidos en la dieta de pacientes renales?
Básicamente, al ser el riñón el encargado de regular el volumen de líquidos en el cuerpo, ante una ingesta excesiva, la producción de orina es mayor, por ende, este órgano tiene que trabajar aún más para poder filtrar todo el líquido que ingresa al organismo, lo cual va a ser particularmente difícil, sobre todo, para unos riñones con fallas preexistentes. En pacientes con enfermedad renal moderada o severa, se recomienda limitar la ingesta para evitar la sobrecarga de líquidos. Adicionalmente, es fundamental evitar el consumo de gaseosas, alcohol o bebidas altas en sodio.
¿Cómo se puede mantener un equilibrio adecuado entre la dieta y las restricciones alimenticias?
En principio, es importante considerar que existen diferencias significativas en la dieta que se recomienda según las distintas etapas de los problemas renales. Por supuesto, no es lo mismo tener un daño renal leve que tener una falla moderada o severa, es decir, no todos los pacientes requieren de las mismas restricciones en cuanto a proteínas o el potasio. Fundamentalmente, ello va a depender de la evaluación médica que se realice, por lo cual, es necesario que cada caso se individualice para determinar el mejor plan nutricional.
“Sin lugar a duda, una pieza clave en la nutrición de los pacientes renales para mantener un equilibrio es la moderación, al igual que, es importante que sean conscientes tanto de su enfermedad como de lo que consumen. Por eso, es básico aprender a leer las etiquetas nutricionales de los productos, apostando siempre por los más naturales. También es primordial tener presente que, una mala alimentación produce un deterioro más rápido de los riñones, por ello, se debe cuidar mucho la selección de alimentos, especialmente, en los estadios más avanzados”, sostuvo Samantha Rubio.
¿Cómo prevenir los problemas renales a través de la alimentación?
De acuerdo con Velásquez Pérez, la prevención de enfermedades de los riñones implica adoptar hábitos dietéticos saludables que ayuden a mantener la función renal, razón por la cual, se debe reducir el consumo de alimentos procesados, que suelen ser altos en sodio y optar por opciones frescas o caseras. De igual manera, es importante moderar la ingesta de carnes rojas o productos lácteos que aumentan la carga sobre los riñones, así como priorizar los carbohidratos complejos, como granos enteros, frutas y verduras.
“Además, de una alimentación balanceada, es indispensable realizar actividad física regular, tener una buena higiene del sueño y mantener una buena hidratación (35 mililitro por kilo de peso), con la finalidad de minimizar el riesgo de diversas enfermedades crónicas, las cuales son irreversibles y generan una serie de complicaciones y repercusiones negativas para la salud”, concluyó la nutricionista Karen Velázquez Pérez.