Cebolla colorada encurtida: un acompañamiento versátil, antioxidante y muy fácil de hacer

Redacción El País
La cebolla encurtida es un ingrediente versátil que aporta acidez, un toque dulce/salado y un hermoso color a casi cualquier cosa.

Esta receta es para una tanda pequeña que podés guardar en la heladera.

Foto: Unsplash.

• 1 cebolla colorada mediana
• 1 taza de agua muy caliente
• 1 taza de vinagre blanco (o vinagre de manzana, para un sabor más suave)
• 1 cucharada de sal marina
• 1 cucharada de azúcar
• Opcional para sabor: 1 diente de ajo partido, 1/2 cucharadita de granos de pimienta negra, o 1/4 de cucharadita de polvo de ají picante.

1. Preparar la cebolla: Pelá la cebolla y cortala en tiras delgadas).
2. Esterilizar el frasco: Herví un frasco de vidrio con tapa hermética o vertí agua hirviendo en él para esterilizarlo. Desechala y dejá que el frasco se seque un poco.
3. Hacer la salmuera: En una cacerola pequeña, mezclá el agua, el vinagre, la sal y el azúcar. Calentá a fuego medio y revolvé hasta que la sal y el azúcar se disuelvan por completo. Retiráa del fuego.
4. Envasar: Colocá las rodajas de cebolla y los saborizantes opcionales (ajo, pimienta, etc.) dentro del frasco de vidrio esterilizado.
5. Cubrir: Vertí la salmuera caliente sobre las cebollas, asegurándote de que estén completamente sumergidas. Dejá 1 cm de espacio libre en la parte superior.
6. Enfriar y guardar: Cerrá el frasco y dejalo enfriar a temperatura ambiente. Una vez frío, metelo a la heladera. Las cebollas estarán listas para comer en tan solo 30 minutos, pero el sabor será mejor después de unas 24 horas.

Consejo: Duran hasta 2 o 3 semanas en el refrigerador en un frasco sellado.

Foto: Commons.

• Sándwiches y hamburguesas: Sustituye a la cebolla cruda o a los pepinillos. Agrega una capa de sabor brillante a cualquier sándwich de pollo o atún.
• Ensaladas: Mezclala con cualquier ensalada verde, de pasta o de legumbres para dar un toque de color y sabor ácido.
• Platos de huevos: Usala como topping para huevos revueltos, omelettes o tostadas con aguacate y huevo.
• Pizzas y focaccias: Colocala sobre pizzas horneadas o úsala como decoración en una focaccia.
• Carnes asadas: Servila junto a un corte de carne a la parrilla o pollo al horno para equilibrar los sabores ahumados y ricos.

Foto: Unsplash.

Este perfil nutricional está basado en una porción típica (aproximadamente 30 gramos, o 4 rodajas delgadas):

El proceso de encurtido preserva y, en algunos casos, potencia ciertos beneficios de la cebolla:

1. Antioxidantes (antocianinas): La cebolla colorada es rica en antocianinas, los pigmentos que le dan su color púrpura. El proceso de encurtido, en especial la inmersión en ácido (vinagre), ayuda a preservar y, a veces, a hacer más biodisponibles estos potentes antioxidantes.
   
2. Fibra (prebióticos): La cebolla contiene fibra prebiótica como la inulina y los fructooligosacáridos (FOS), que son beneficiosos para alimentar las bacterias saludables en el intestino (la microbiota).
   
3. Potencial probiótico: Si la cebolla se encurte mediante un proceso de fermentación natural (que puede ser más largo y menos común que el encurtido rápido con vinagre), puede convertirse en una fuente de probióticos (bacterias beneficiosas vivas).

• Contenido de sodio y azúcar: Si consumís grandes cantidades, tené en cuenta que el proceso de encurtido añade sal y, a menudo, azúcar. Si estás controlando tu ingesta de sodio o azúcar, es mejor moderar su consumo o preparar una versión casera con menos sal y sin azúcar