¿Te sentís desmotivado, irritable o saturado en el trabajo? Consejos para tratar el agotamiento mental

Este estado de saturación puede ser la antesala del síndrome de burnout, un trastorno que aparece cuando las demandas laborales superan la capacidad de respuesta emocional.

Preocupado, nervioso
Hombre cansado en el trabajo.
Foto: Freepik.

Redacción El País
A medida que el calendario marca el final del año, también crece la sensación de urgencia. Metas por cumplir, cierres laborales, compromisos familiares y balances personales se combinan en un ritmo vertiginoso que, lejos de motivar, puede llevar al agotamiento emocional, un fenómeno cada vez más frecuente en esta época.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se pierden más de 12 mil millones de días laborales a causa de la depresión y la ansiedad. Este impacto, que supera el billón de dólares en productividad, pone en evidencia que el estrés crónico y la dificultad para desconectarse del trabajo afectan seriamente la salud mental global.

La psicóloga Andrea Manjarres Herrera, del Colegio Colombiano de Psicólogos, explica que el agotamiento emocional es una de las señales más claras de ese desbalance. Surge cuando el cuerpo y la mente no logran recuperarse del esfuerzo constante, y se manifiesta en síntomas como desmotivación, irritabilidad, fatiga persistente o sensación de vacío. A diferencia del cansancio físico, que mejora con el descanso, la fatiga emocional puede extenderse durante semanas e incluso meses.

Este estado de saturación, advierten los expertos, puede ser la antesala del síndrome de burnout, un trastorno reconocido por la OMS que aparece cuando las demandas laborales superan la capacidad de respuesta emocional. Detectarlo a tiempo y priorizar el autocuidado son pasos fundamentales para evitar consecuencias más graves.

Sin embargo, uno de los mayores obstáculos para frenar el agotamiento es la culpa asociada al descanso. En muchas culturas, trabajar sin pausa se percibe como un signo de éxito y compromiso, mientras que tomarse un respiro aún se interpreta como falta de ambición. Esta idea, profundamente arraigada, lleva a que muchas personas —en especial mujeres— vivan en un estado de tensión constante.

Mujer triste en el trabajo
Mujer triste frente a la computadora en el trabajo.
Foto: Freepik.

Las cifras lo confirman: en América Latina, los trastornos de ansiedad y depresión afectan hasta un 9 % de las mujeres, frente a un 5 % de los hombres. La carga mental del hogar, la doble jornada laboral y las expectativas sociales son factores que aumentan la vulnerabilidad emocional y reducen el tiempo de recuperación.

Para Manjarres, vivimos en una cultura que glorifica la productividad, lo que hace que muchas personas confundan descanso con pereza y autocuidado con egoísmo. Cambiar esta mentalidad implica redefinir el éxito: entender que el bienestar y la energía mental son parte esencial de cualquier logro sostenido.

Los especialistas recomiendan estrategias simples para prevenir el agotamiento:

  • Establecer límites y respetarlos, aprendiendo a decir “no” cuando es necesario.
  • Desconectarse del trabajo al final de la jornada y reducir el uso de pantallas en los momentos de descanso.
  • Incorporar pausas reales, como breves caminatas o ejercicios de respiración.
  • Dormir sin culpa y reservar tiempo para actividades placenteras.
  • Buscar apoyo profesional si el cansancio emocional interfiere con la vida cotidiana.

Evitar el agotamiento emocional no se trata de hacer menos, sino de hacerlo mejor. Mientras el año llega a su fin, los expertos coinciden en que un cierre verdaderamente saludable no consiste en cumplir todas las metas, sino en llegar con equilibrio, serenidad y bienestar emocional para empezar de nuevo con energía renovada.

Ansiedad, trabajo
Mujer siente ansiedad en el trabajo mientras otros la señalan.
Foto: Freepik.

En base a El Tiempo/GDA

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