La Nación/GDA
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard examinó qué prácticas diarias incidirían en el aceleramiento del deterioro cognitivo y qué modificaciones podrían hacerse para evitarlo. Concluyeron que algunas conductas repetitivas impactan en la salud mental, el ánimo y el estado físico general.
- Pensamientos negativos. Según la psicoterapeuta Amy Morin, "los pensamientos cargados de palabras despectivas generan estrés y conducirían a causar ansiedad y depresión a largo plazo".
- Estar en ambientes oscuros o cerrados durante largos períodos. Esto limita la producción de serotonina, ya que reduce la exposición a la luz solar. La serotonina, como neurotransmisor y hormona, tiene un papel en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y otras funciones corporales.
- Consumo elevado de cafeína. Se aconseja limitar la ingesta diaria a no más de 400 mg. Además del café, otras bebidas como el té y el mate contienen esta sustancia. El exceso podría favorecer la aparición de insomnio, ansiedad y desórdenes en los niveles de colesterol.
- Uso de pantallas al despertar o dormir. La exposición a la luz de dispositivos móviles, televisores o computadoras puede alterar los ritmos naturales del cerebro.
Niño con celular Foto: Shutterstocks - Escuchar música a todo volumen con auriculares. Investigaciones científicas coinciden en que esta práctica diaria puede ocasionar daños permanentes en los órganos y tejidos auditivos. Se recomienda hacer pausas prolongadas para cuidar el sistema auditivo.
- Respetar las horas de descanso. Dormir menos de las ocho horas recomendadas aumenta el riesgo de pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y estrés crónico, lo que a su vez puede derivar en afecciones más graves, como problemas cardiovasculares.
- Ausencia de interacción social. Podría propiciar la aparición de depresión y sentimientos de angustia crónica. Establecer espacios para compartir con los demás mejora el ánimo y la percepción de las situaciones diarias.