La tradición de armar el árbol de navidad está instalada en muchas culturas y en nuestro país se acostumbra hacerlo el 8 de diciembre. Realizar esta tarea debe ser un ritual, así que si no es posible respetar el día tradicional, lo importante y más beneficioso para nuestros anhelos y espacios es hacerlo cuando podamos enfocarnos y conectarnos con la intención que queremos tener en esta época tan especial del año y mucho más en el año que comienza.

El árbol de Navidad tiene un significado espiritual y energético para nuestros espacios y quienes vivimos en ellos. Para el Feng Shui esta tradición se relaciona a la de Oriente, donde se decoraba un árbol de los deseos que representa la energía de expansión que queremos tener en el nuevo ciclo. Este árbol es símbolo de crecimiento y abundancia.

El árbol de navidad, por tanto, es un objeto que activa una energía especial en el hogar en esta época del año. Se relaciona con la vida de los habitantes del hogar, la luz con la que queremos iluminar nuestras metas y la unión familiar.

Para aprovechar la energía que nos brinda este objeto es aconsejable elegir un árbol natural o de color verde, que simbolice la vida y la renovación. Debemos limpiar y despojar el lugar donde lo ubicaremos dejando espacio a su alrededor para que la energía fluya de manera continua. Es esencial que la energía circule libremente para fomentar una atmósfera de altas vibraciones. Para su colocación, debemos seleccionar un espacio donde el árbol quede contenido, con energía estable y equilibrada. Evitamos espacios como pasillos, bajo escaleras o puntos cercanos a los baños.

Este objeto tan simbólico en el hogar activará áreas de nuestras vidas como la fortuna, los vínculos, la familia, los proyectos. Así, según los colores que utilicemos en su armado y el lugar donde lo ubiquemos, estaremos fomentando diferentes metas. Si usamos el plateado atraeremos paz y pureza. Con dorado y rojo estaremos fomentando el estatus, la autoestima y la fortuna. Si usamos el azul, tendremos puesta la intención en la fluidez y la abundancia.

Las ubicaciones ideales por excelencia del arbolito son el recibidor o el living comedor, espacios en los cuales este objeto es visto por todos al llegar, de manera que activa y eleva la energía de todos los ambientes. Estos espacios, se relacionan con la prosperidad, los vínculos y la comunicación, todos beneficiosos para lograr las metas propuestas.

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Es importante que los elementos que pongamos en el árbol se encuentren en buen estado y no sean puntiagudos. Es conveniente el uso de lazos, esferas redondeadas, luces y campanas. Estas últimas son infaltables, simbólicamente son llamadores de buena suerte y buenas noticias. También podemos usar nuestros amuletos o algún elemento preferido como decoración, cargándolo de toda intención y energía positiva para el nuevo ciclo.

Debemos seguir estas tres premisas positivas mientras haceos el ritual de armado del arbolito:
• Plasmemos en esta navidad nuestros mejores anhelos
• Conectemos con la energía que queremos vivir el próximo año
• Plantemos en ese árbol todo lo que necesitemos ver crecer en el nuevo ciclo