Redacción El País
Este miércoles 12 de febrero, la Luna llena alcanzará su punto máximo a los 24 grados de Leo, marcando el segundo plenilunio del año. Conocida como la "Luna de Nieve" en el hemisferio norte, esta fase lunar trae consigo una vibración intensa y propicia para el autoconocimiento, la expresión creativa y la toma de decisiones clave.

Este evento astral se verá influenciado por la conjunción con Mercurio en Acuario, lo que impulsará una comunicación audaz y original. Además, una cuadratura con Urano en Tauro puede generar cambios inesperados, mientras que el trígono entre Saturno en Piscis y Marte en Cáncer brindará estabilidad emocional y fuerza para materializar propósitos.

Para canalizar esta energía y alinearnos con los movimientos planetarios, se recomienda realizar un ritual en cuatro fases, diseñado para liberar bloqueos, fortalecer la confianza y trazar un camino claro hacia el futuro.

1. Purificación y conexión con la energía lunar
Para comenzar, es importante limpiar el espacio y la energía personal. Se sugiere encender un incienso de sándalo o lavanda y permitir que su humo purifique el ambiente. Al mismo tiempo, se pueden frotar unas gotas de aceite esencial de limón, naranja o canela en las manos para activar la creatividad y abrir la mente. Una breve meditación guiada por la respiración profunda ayudará a sintonizar con la vibración de la Luna.

2. Escritura del propósito y manifestación
La Luna en Leo invita a reconocer la autenticidad y el liderazgo personal. Con una vela dorada encendida, se recomienda escribir en un cuaderno las intenciones para los próximos meses, poniendo el foco en la autoconfianza y la creatividad. También es un buen momento para soltar viejas creencias limitantes: anotar en un papel lo que se desea dejar atrás y luego quemarlo simboliza el acto de liberación.

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3. Acción alineada con los tránsitos planetarios
Encender una vela blanca servirá para anclar la energía de Saturno en Piscis, promoviendo disciplina y claridad para concretar proyectos. Además, Marte en Cáncer nos recuerda actuar con valentía, pero sin perder de vista la sensibilidad. Una afirmación como “Mis decisiones son guiadas por mi corazón y mi intuición” reforzará la intención de avanzar con determinación.

4. Cierre y visión a largo plazo
El ritual concluye con una visualización: imaginarse a uno mismo materializando sus metas y adaptándose con confianza a los cambios. Agradecer a la Luna y a los planetas por su influencia será clave para sellar la energía del ritual. Se recomienda dejar que las velas se consuman por completo o apagarlas con un apagador para fijar la intención en el universo.

Durante los días siguientes, es aconsejable revisar el cuaderno de intenciones y estar abiertos a ajustes. La energía del plenilunio en conjunción con Urano y Saturno nos llama a mantenernos flexibles, confiar en el proceso y comprometerse con el crecimiento personal.