El ritual del 1 de diciembre con laurel y escoba que promete atraer abundancia y renovar las energías

Redacción El País
Con la llegada de diciembre, no son pocos los que apelan a rituales caseros para despedir el año y recibir el mes con buena vibra. Algunos apuntan a atraer abundancia económica, mientras otros buscan limpiar el hogar de energías pesadas.

Este año, una de las tendencias más comentadas es la limpieza profunda del hogar como puerta de entrada a la prosperidad. La idea es arrancar el último tramo del año con la casa ordenada, aromatizada y libre de aquello que pueda bloquear el flujo de bienestar.

Para este ritual se necesitan tres elementos: hojas de laurel, arroz y una escoba nueva. Se recomienda realizarlo el 1º de diciembre, una fecha que muchas personas asocian al inicio formal del ciclo navideño y a una preparación simbólica del hogar.

El laurel, una planta muy presente en recetas y jardines, se vincula tradicionalmente con el éxito profesional y el logro de metas financieras. Es común que se lo utilice en prácticas de manifestación y deseos de crecimiento personal. Por su parte, el arroz blanco representa multiplicación, prosperidad familiar y la posibilidad de asegurar mayor estabilidad económica en el hogar.

Ambos elementos son vistos como aliados para abrir caminos y fortalecer la intención de atraer dinero, oportunidades y armonía.

Foto: Archivo.

Los materiales necesarios son simples: hojas de laurel secas, arroz blanco crudo, una escoba nueva y una bolsa de basura.

El primer paso consiste en esparcir el arroz por cada rincón de la casa, con la intención de arrastrar lo negativo y permitir la entrada de la abundancia. Luego, se repite el mismo gesto con las hojas de laurel trituradas, que liberan su aroma y, según la tradición, ayudan a limpiar la energía estancada.

Una vez esparcidos ambos elementos, se debe barrer la casa entera: habitaciones, baños, pasillos, puertas y entradas. La escoba debe ser nueva para simbolizar la renovación y el comienzo de un ciclo más próspero.

Durante el barrido, se invita a imaginar cómo se expulsa la negatividad del hogar, acompañando el gesto con frases simples como “fuera lo malo, entre lo bueno”, una expresión clásica en este tipo de limpiezas espirituales.

Al finalizar, todo el material barrido debe juntarse en una bolsa de basura y desecharse lejos del hogar. Según la creencia, este último paso es clave para soltar lo negativo y permitir que el hogar reciba el nuevo mes con optimismo y sensación de alivio.

En base a El Tiempo/GDA