Cómo se relacionan la depresión melancólica y la depresión atípica con el riesgo de infarto y diabetes

Un estudio en Países Bajos reveló que no todas las depresiones afectan igual al cuerpo: la melancólica aumenta el riesgo cardiovascular y la atípica, el de diabetes tipo 2. Los expertos piden tratamientos más personalizados.

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Foto: Unsplash.

Redacción El País
Aunque la depresión se reconoce como una sola enfermedad, la ciencia empieza a demostrar que existen diferencias profundas entre sus tipos. Un nuevo estudio presentado en el Congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP), realizado en Ámsterdam, reveló que las distintas formas de depresión se asocian a riesgos físicos muy diferentes: mientras la depresión melancólica se vincula con mayor probabilidad de sufrir un infarto, la atípica o “relacionada con la energía” incrementa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

La investigación se basó en datos del Estudio de Epidemiología de la Obesidad de los Países Bajos (NEO, por sus siglas en inglés), que siguió durante siete años a 5.794 adultos sin antecedentes de diabetes ni enfermedad cardiovascular. Cada participante completó cuestionarios para identificar síntomas depresivos, lo que permitió distinguir dos perfiles predominantes: el melancólico, marcado por la pérdida de apetito, el insomnio y el despertar precoz; y el atípico, caracterizado por somnolencia, fatiga y aumento del apetito.

Dos caras de una misma enfermedad

Los resultados fueron reveladores. Al cabo del seguimiento, el 8 % de los participantes desarrolló alguna enfermedad cardiometabólica. Sin embargo, el tipo de dolencia dependía del perfil depresivo.

Quienes presentaban síntomas atípicos tuvieron 2,7 veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que las personas sin síntomas depresivos. En cambio, los participantes con rasgos melancólicos mostraron 1,5 veces más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares —como infartos o accidentes cerebrovasculares—, sin un aumento significativo en los casos de diabetes.

El doctor Yuri Milaneschi, del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam (Amsterdam UMC), explicó que las diferencias no se limitan al plano psicológico. Los análisis metabólicos revelaron que las personas con depresión atípica presentaban marcadores inflamatorios y metabólicos alterados, lo que sugiere una mayor vulnerabilidad a trastornos como la resistencia a la insulina. Esa “firma biológica”, dijo, no se detectó en quienes padecían depresión melancólica.

Mujer con síntomas de enfermedad cardiovascular
Mujer con síntomas de enfermedad cardiovascular
Foto: Canva

Hacia una psiquiatría más precisa

Estos hallazgos refuerzan la idea de que la depresión no es una condición única, sino un conjunto de trastornos con diferentes causas y manifestaciones. “Ya sabíamos que no todas las depresiones son iguales, pero ahora comprendemos mejor cómo cada tipo puede afectar distintas áreas de la salud física”, señaló Milaneschi.

El estudio abre paso al concepto de psiquiatría de precisión, una corriente que busca adaptar los tratamientos no solo al cuadro psicológico, sino también al perfil biológico del paciente. En la práctica, esto significaría diseñar estrategias de prevención y terapias personalizadas que contemplen tanto el bienestar mental como los riesgos metabólicos y cardiovasculares.

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Un llamado a la prevención integral

La doctora Chiara Fabbri, de la Universidad de Bolonia —quien no participó en la investigación—, destacó la relevancia clínica del trabajo. “La prevención y el tratamiento de las enfermedades físicas en personas con depresión son tan importantes como el manejo del propio trastorno depresivo”, afirmó.

Fabbri recordó además que las enfermedades cardiometabólicas están en ascenso. Solo en la Región Europea, se estima que 66 millones de personas viven con diabetes, y que esa cifra aumentará un 10 % hacia 2050, según la Federación Internacional de Diabetes.

El estudio del NEO ofrece una herramienta valiosa para afinar el enfoque médico: al identificar las diferencias biológicas entre los tipos de depresión, los profesionales podrían anticipar riesgos y evitar que los trastornos mentales deriven en complicaciones físicas graves.

En definitiva, comprender qué tipo de depresión afecta a cada persona no solo mejora la calidad del tratamiento psicológico, sino que también puede salvar vidas.

En base a El Tiempo/GDA

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