Claves para mejorar nuestra respuesta ante las críticas y controlar las emociones negativas

Luz Ángela Domínguez Coral, El Tiempo/GDA
Hay muchas formas de reaccionar frente a las críticas. A veces, tendemos a sentir emociones negativas tales como rabia, tristeza y frustración, pues, según la forma en que se digan, pueden causar heridas en el autoestima y el ego.

Algunas personas le dan mucho valor a lo que otros piensan de ellos, por lo que los comentarios negativos pueden afectarlos profundamente. Para que esto no suceda, la psicóloga Laura Fuster brinda las siguientes aclaraciones y recomendaciones.

Cuando desde la infancia se está acostumbrado a recibir únicamente opiniones favorables, en el momento en que alguien se expresa negativamente sobre cierta actitud vendrán pensamientos negativos como: "mi jefe no me valora", "necesito encajar como sea en este trabajo", "necesito que todos tengan una buena impresión de mí", entre otros , que pueden generar frustración y tristeza.

Por otra parte, quienes han sido criados con fuertes valores de justicia ante una crítica, pueden desarrollar pensamientos como: "no me merezco esta opinión" o "no están siendo justos con mi trabajo", lo que deriva a otras emociones como la rabia.

“Como vemos, ante la misma situación, diferentes pensamientos desencadenan diferentes emociones y maneras de actuar”, señala Fuster.

Foto: Freepik.

La experta manifiesta que antes de tener una reacción, lo adecuado sería primero revisar estos pensamientos y emociones que se tienen al recibir una crítica y "analizar si son objetivos o se basan en elementos del pasado que ya nada tienen que ver con nuestra vida actual".

Por otra parte, también asegura que al recibir una crítica es mejor reaccionar con asertividad, es decir, “respetar a la persona que me realiza una valoración negativa, pero también respetarme a mí mismo”. La experta ennumera los siguientes pasos:

1. Escuchar la crítica de la manera más neutra posible (no a la defensiva).
2. Valorar si la crítica tiene sentido y si es objetiva y real.
3. Si la critica es coherente y se ha hecho con respeto, aceptarla y pensar en cómo mejorar y qué puede ser necesario cambiar.
4. Si la crítica no se basa en nada o está hecha de malas formas será recomendable refutarla y poner límites a la persona que la ha efectuado.

Fuster también añade que para poder aplicar estos pasos es importante "mantener las emociones bajo control".

Existen ocasiones que las críticas no significan algo negativo, sino que pueden tomarse como una oportunidad de mejora que le harán ver algunos aspectos negativos que pueden estar afectándolo y que por sí mismo no detecta.

También es importante entender el contexto en el que se hace la crítica; por ejemplo, si está en el trabajo y recibe críticas de sus superiores, “Eso no quiere decir que lo haga mal, sino que entre las funciones de los responsables está encontrar y corregir posibles tareas que no se estén realizando de la manera correcta”, puntualiza Fuster.

Hay otras críticas que si son destructivas; sin embargo, para este tipo de casos Fuster asegura que se debe trabajar en la autoestima y aprender a poner límites.

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• Escucha activa. Para ello es necesario prestar atención, no interrumpir y mantener una actitud abierta para comprender el punto de vista de quien critica.
• Control emocional. Para lograrlo hay que evitar responder impulsivamente, respirar y valorar la intención del otro.
• Distinguir entre críticas constructivas (que buscan ayudarlo a mejorar) y destructivas (que pueden tener motivaciones negativas). Si no queda claro, pregunte amablemente: "¿Cómo crees que podría mejorar en eso?".
• Evitar la defensiva. En lugar de justificarse de inmediato, considere frases como: "Gracias por la observación, lo revisaré". Si algo no es cierto, responde con datos objetivos sin confrontación.
• Aplicar los aprendizajes. Implemente cambios si considera que la crítica tiene fundamento. Haga un seguimiento para mostrar mejora: "Apliqué el consejo que me diste y esto fue lo que cambió".