Redacción El País
Hablar en público, asumir un nuevo desafío profesional o enfrentar una conversación difícil: en todos esos momentos, la confianza personal puede ser decisiva. Cuando surgen dudas sobre las propias habilidades, el impacto va más allá de lo psicológico, reflejándose también en la forma en que los otros nos perciben.
Diversos estudios y especialistas concuerdan que la autoconfianza es una habilidad que necesita ser cultivada continuamente. “Demostrar confianza, incluso si no es genuina, puede cambiar la manera en que los otros nos ven y, al mismo tiempo, aumentar nuestra propia seguridad”, explica Hannah Owens, asistente social clínica, en un reportaje de Verywell Mind. La actitud proyectada crea un ciclo de retroalimentación positivo, influenciando tanto la autopercepción como las respuestas del entorno.
Según la Asociación Americana de Psicología, la autoconfianza es la creencia en la capacidad de lidiar con las demandas de una tarea, variando desde una sensación general de control sobre la propia vida hasta la seguridad en situaciones específicas. Su ausencia puede afectar el desempeño académico, profesional y la calidad de las relaciones, mientras su presencia está ligada a un mayor bienestar psicológico.
Cómo fortalecer la autoconfianza
- Trabajo continuo e influencia del ambiente
La duda y la autocrítica repercuten internamente y en las relaciones. “La confianza comunica a los otros que usted es confiable y capaz, lo que es útil social y profesionalmente”, dice Owens.
- Comparación social y redes sociales
Estudios indican que evaluarse por los otros puede reducir la autoestima, especialmente en ambientes digitales. Owens alerta que las redes sociales intensifican esa dinámica. Focalizar en conquistas personales y mantener un diario de gratitud ayudan a reducir comparaciones.
- Ambiente social positivo
Relaciones de apoyo fortalecen la autopercepción, mientras la convivencia con personas críticas tiende a debilitarla. Identificar conexiones constructivas es esencial.
- Autocuidado físico y mental
Alimentación equilibrada, actividad física, meditación y sueño adecuado están directamente ligados a la autoestima y a la autoconfianza. Estudios muestran que el ejercicio mejora la imagen corporal y que la meditación ayuda a lidiar con la autocrítica.
- Autocompasión
Aceptar imperfecciones y tratarse con gentileza frente a errores promueve flexibilidad emocional y fortalece vínculos consigo mismo y con los otros. Investigaciones asocian la autocompasión a niveles más elevados de autoconfianza.
- Diálogo interno
Pensamientos negativos limitan habilidades; reformular frases como “No consigo” por “Puedo intentar” cambia la percepción sobre capacidades propias.
- Enfrentar miedos y desarrollar habilidades
La exposición gradual a situaciones desafiantes y el reconocimiento de los propios puntos fuertes refuerzan la confianza.
- Definir límites y metas realistas
Aprender a decir “no” y establecer desafíos factibles protege la salud mental y fortalece la percepción de eficacia personal.
La autoconfianza impacta desempeño, relaciones y resiliencia frente a adversidades. Aunque oscila a lo largo de la vida, puede ser fortalecida con estrategias conscientes. En caso de que la inseguridad se vuelva persistente, especialistas recomiendan buscar apoyo profesional.
En base a O Globo - GDA
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