Qué tipo de ejercicio nos gusta más según nuestra personalidad y cómo repercute el estrés, según estudio

Nuestros cerebros están conectados de formas distintas, lo que determina nuestro comportamiento y también cómo respondemos a diferentes intensidades de ejercicio.

Ejercicio mujer fitness
Mujer entrenando.
Foto: Freepik.

Encontrar motivación para hacer ejercicio puede ser el mayor reto a la hora de entrenar. Una forma de conseguirlo podría ser optar por una actividad que se ajuste a nuestra personalidad; tema que han estudiado investigadores del Reino Unido.

"Descubrimos que nuestra personalidad puede influir en cómo nos comprometemos con el ejercicio y, sobre todo, en qué formas de ejercicio nos gustan más", afirma la doctora Flaminia Ronca, primera autora del estudio y miembro del Instituto de Deporte, Ejercicio y Salud del University College London (UCL).

"Comprender los factores de personalidad a la hora de diseñar y recomendar programas de actividad física puede ser muy importante para determinar el éxito", añade el autor principal, profesor Paul Burgess, del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la UCL.

Los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos: al primero se le proporcionó un plan de entrenamiento físico en casa de ocho semanas de duración compuesto por ciclismo y ejercicios de fuerza (grupo de intervención), mientras que el otro grupo siguió con su estilo de vida habitual (grupo de control).

Durante las pruebas de laboratorio, la primera semana de intervención y después de la intervención, todos los participantes rellenaron un cuestionario sobre cuánto habían disfrutado de cada sesión de entrenamiento. Los rasgos de personalidad examinados en el estudio incluían la extraversión, la conciencia, la amabilidad, el neuroticismo y la apertura.

"Nuestros cerebros están conectados de formas distintas, lo que determina nuestro comportamiento y nuestra forma de interactuar con el entorno", explica Ronca. "Así que no es sorprendente que la personalidad también influya en cómo respondemos a diferentes intensidades de ejercicio".

Hombre ejercicio mancuernas
Hombre sostiene mancuernas en el gimnasio.
Foto: Freepik.

Por ejemplo, las personas con una puntuación alta en extraversión disfrutaban de sesiones de alta intensidad con otras personas alrededor, incluidos los deportes de equipo. Por el contrario, las personas que puntúan alto en neuroticismo prefieren los entrenamientos privados. Aunque les gusta la alta intensidad, necesitan pequeños descansos entre sesiones. Otros, con puntuaciones altas en conciencia y apertura, hacían ejercicio independientemente de si lo disfrutaban especialmente o les movía la curiosidad, respectivamente.

Según los investigadores, lo más interesante fue la relación entre la personalidad, el cambio en la forma física y el estrés. Antes de la intervención, los niveles de estrés de ambos grupos eran similares. Tras la intervención, sin embargo, especialmente las personas que puntuaban alto en neuroticismo mostraron una fuerte reducción del estrés. "Es una noticia fantástica, ya que pone de relieve que quienes más se benefician de una reducción del estrés responden muy bien al ejercicio", afirmó Ronca.

Los investigadores señalaron que lo más importante de hacer ejercicio es encontrar algo que nos guste y no desanimarnos si no lo encontramos inmediatamente. "No pasa nada si no disfrutamos de una sesión concreta", afirma Ronca, "podemos probar otra cosa".

El Tiempo/GDA

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