Practicar yoga con regularidad puede ser una herramienta eficaz para reducir la grasa abdominal y lograr una cintura más definida. Algunas posturas específicas, como la plancha, el barco, el perro boca abajo y el guerrero I, contribuyen directamente a tonificar el core, al tiempo que promueven equilibrio físico y mental.
No obstante, especialistas recuerdan que no es posible reducir grasa de forma localizada únicamente con ejercicios de zona media. Para adelgazar la cintura, es esencial combinar estos movimientos con una rutina de ejercicio cardiovascular, una dieta equilibrada y un buen descanso.
Cuatro posturas clave para fortalecer el abdomen
- Postura de la plancha (Kumbhakasana). Fortalece abdomen, muslos, glúteos, brazos y antebrazos. Para realizarla, se parte desde la posición de cuadrupedia y se estiran ambas piernas hacia atrás, manteniendo la espalda alineada y firme. Se sostiene entre 30 segundos y un minuto con respiración profunda.
- Postura del barco (Navasana). Ideal para tonificar el core y mejorar el equilibrio. Se realiza sentado en el suelo, elevando piernas y brazos hasta formar una “V” con el cuerpo. Se mantiene la posición de 20 a 30 segundos, con repeticiones progresivas.
- Postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana). Además de relajar la zona lumbar, activa la circulación y trabaja el abdomen. Desde la cuadrupedia, se eleva la pelvis formando una “V” invertida. Se recomienda mantenerla varios segundos con respiración profunda.
- Postura del guerrero I (Virabhadrasana I). Combina extensión y fuerza. Con una pierna adelantada y la otra atrás, se flexiona la rodilla delantera en ángulo recto y se elevan los brazos al cielo. Esta postura ayuda a quemar grasa abdominal y mejora la concentración.
Asimismo, algunas posturas como el saludo al sol (Surya Namaskar) o el arco (Dhanurasana) pueden acelerar la pérdida de peso al estimular el metabolismo y mejorar la digestión, además de trabajar múltiples grupos musculares simultáneamente.
El yoga puede ser una herramienta efectiva para quienes buscan una cintura más estilizada, siempre que se combine con hábitos saludables y ejercicio aeróbico. Más allá de la estética, estas prácticas ofrecen beneficios físicos y emocionales que mejoran la calidad de vida.
Sofía Arias Martínez, El Tiempo/GDA