Café, arte y filantropía: así es Artesia, la última novedad de la calle más pintoresca de Carrasco

Una cafetería en la que es protagonista un blend colombiano propio, un espacio de arte y una boutique con piezas artesanales: así es Artesia, una combinación que se enfoca en dar valor al arte y oficio de los pueblos originarios que lo atesoran de generación a generación.

El proyecto, que abrió su local en la calle Rostand de Carrasco, surge de la visión y curaduría de la colombiana Gina Vargas de Roemmers, quien recorrió distintos rincones de América Latina en busca de obras únicas que dialogan con la identidad de sus pueblos de origen.

“Desde muy chica, mi madre y mi abuela costurera me transmitieron el legado de valorar la importancia de lo hecho a mano”, recuerda.

Inspirada en esas memorias, la emprendedora hizo viajes a comunidades indígenas de Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Argentina y Uruguay, reuniendo piezas irrepetibles que hoy encuentran en Artesia, este espacio de homenaje y difusión.

Hay desde vasijas, jarrones y cestería hasta vestidos, carteras, textiles y accesorios. La idea es que la colección exhibida represente la diversidad y riqueza de comunidades como los Wayuu, Kankuama, Guambiana, Sikuani, Tikuna, Wounaan y Arhuaca, entre otras.

La inauguración contó con la presencia de dos colombianos líderes indígenas como invitados de honor: Keyla Cotes Ipuana, docente rural, artesana wayuu e ingeniera civil, quien desde hace más de una década representa el arte de la tejeduría de su comunidad; y Arsenio Moya, maestro artesano del pueblo Wounaan, custodio de la tradición de la cestería en palma werregue, una de las técnicas más ancestrales y complejas de la región del Chocó.

La cafetería está abierta de 8 a 20 horas y ofrece café de especialidad, un blend especialmente diseñado para el lugar, y una carta con opciones dulces y saladas que está a cargo de la uruguaya Mariana Tucuna.

Por más información, su Instagram es @artesiaexperience