Cinco hábitos que podrían empeorar tu insomnio según una terapeuta del sueño y descanso

Johana Alonso Dorado, El Tiempo - GDA
La investigadora Kirsty Vant sostiene que prácticas como acostarse más temprano para “recuperar” horas de descanso, eliminar toda exposición a pantallas, prohibirse la cafeína, usar en exceso aplicaciones de monitoreo del sueño o fijarse un número rígido de horas de sueño no garantizan un descanso adecuado y pueden empeorarlo.

Vant indicó que irse a dormir antes de lo habitual o permanecer más tiempo en la cama solo debilita la asociación entre el dormitorio y el sueño, favoreciendo la vigilia y la frustración. Recomendó, en cambio, mantener una hora fija de despertar y retrasar ligeramente la hora de acostarse para reforzar el “impulso natural de dormir”.

Sobre el uso de pantallas, la experta reconoció que la luz azul puede afectar la producción de melatonina, pero advirtió que quedarse en completa oscuridad y sin distracciones incrementa la ansiedad y el pensamiento excesivo.

Sugirió emplear dispositivos de manera selectiva, con contenido relajante y en modo nocturno.

En cuanto a la cafeína, Vant señaló que eliminarla de forma absoluta no es necesario en todos los casos. Consideró más útil identificar la sensibilidad personal y limitar su consumo en horas cercanas al descanso.

Otro hábito en aumento es el uso de relojes inteligentes y aplicaciones para medir el sueño. Según una encuesta en Reino Unido, una de cada nueve mujeres recurre a estas herramientas. Sin embargo, el afán por “optimizar” el sueño genera ortosomnia, un trastorno caracterizado por la obsesión de dormir correctamente.

Finalmente, la investigadora cuestionó la idea de cumplir un número fijo de horas cada noche. Consideró que esa expectativa es irreal, ya que la calidad del sueño depende de factores cambiantes como el estrés, la salud física, la edad, el entorno y las responsabilidades diarias.

El 40 % de la población mundial padece insomnio, según la OMS

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2023 el insomnio impactaba a cuatro de cada diez habitantes del planeta, es decir, al 40 % de la población. Sus causas más frecuentes son las alteraciones emocionales y las enfermedades psiquiátricas. Sin embargo, patologías como el asma, la rinosinusitis crónica y la dermatitis atópica también interfieren de manera significativa con el descanso nocturno, agravando el estado de salud de los pacientes.

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La falta de sueño genera consecuencias que van más allá del cansancio. El insomnio es causa común de estrés, irritabilidad y bajo rendimiento laboral, además de provocar somnolencia, falta de concentración y disminución de la energía.

Los pacientes con enfermedades inflamatorias tipo 2 presentan una carga adicional, ya que los trastornos del sueño intensifican síntomas físicos y afectan el estado emocional, incrementando la depresión, la ansiedad y el agotamiento.