Mucha Memoria en muchos cajones

Modelo, actriz, conductora de radio y de televisión. Desde hace casi 50 años: una comunicadora.

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Por: Ximena Aleman

"A medida que va pasando el tiempo metés en los cajoncitos de la memoria solo la gente que realmente te importa, sino no te cabría, no te cabe. Sino no podés."

El primero del que habla Pelusa Vera es su padre. Tal vez sea el primer cajoncito: "Mi padre vino de Tres Árboles a jugar al fútbol y fue el último gran periodista que tuvo este país. Mucha gente aprendió de él. Para que pudiera mantenerse lo recomendaron y entró de corrector al diario El País y terminó siendo jefe de redacción. No se fue nunca más. Yo también trabajé en el diario. Fui corresponsal cuando me fui a Europa en el año 1964. Viví en Alemania y en Francia dos años. Fue una linda experiencia".

Para ese año Pelusa ya era modelo de la fábrica de suéteres Kansas cuya dueña se había ofrecido a ayudarla para que modelara en Europa. "Fui a sacarme fotos con la señora que sacabas las fotos para Kansas en Alemania, ella me probó pero me decía `María, you don´t serv, andá para tu casa, volvé` y yo le decía `yo recién vengo, no voy a volver". Entonces me compré revistas europeas, estudié las poses, empecé a actuar a ser modelo y le pedí que me probara de nuevo. A ella le gustó. Llevé esas fotos a agencias y me recorrí toda Alemania siendo modelo".

Pero 23, 24 años de aquella época no son los de ahora, cuenta Pelusa. Extrañaba a su familia y se fue a París ya para volver. Pero allí se contactó con gente... "Yo le cuidé el chiquito al pintor Julio Le Parc, vivíamos en el atelier de Antonio Berni, yo, Teresa Trujillo y Graciela Martínez, que era la mujer de Antonio Seguí. Es una cosa que miro para atrás y pienso, ¿yo viví esto? Fue algo muy rico".

Entonces ingresó como oyente a la Universidad del Teatro de las Naciones y conoció al director de teatro cordobés Víctor García, reconocido por renovar el teatro español. "Trabajé con él e hicimos giras representado a la Universidad. Yo empecé Boing!" y con un gesto Pelusa señala el techo. Empezó como una estrella. "Víctor García era impresionante, era un tipo que si ahora hacés las cosas que hacías con él todavía son de avanzada. ¡Ni te cuento en los `60! Fundamos el primer teatro de habla hispana en París, le llamamos El Retablo, era el ex Gran Guiñol. Lo inauguramos con Las historias para ser contadas de Osvaldo Dragún. Él decía que yo lo había hecho conocer en París".

Para cuando conoció a Víctor García, Pelusa ya tenía varios años de experiencia como actriz. "Cuando le dije que quería ser actriz, mi madre me llevó a hablar con Antonio Taco Larreta. Yo tenía 14 o 15 años. Taco había venido de trabajar en Italia con Giorgio Strehler e iba a hacer Doña Rosita, la soltera de García Lorca. Me probó y me dio el papel. Ahí nomás. Así me inicié en el Club de Teatro".

Para Pelusa, que soñaba con ser actriz desde niña, por el aplauso, por el reconocimiento, para que la quisieran, esa etapa fue maravillosa. "Era la época dorada del teatro independiente en Montevideo. Venían de las grandes compañías del mundo y se sentaban en la salita de la calle Rincón y aplaudían. No podían creer que el teatro que hacíamos era amateur, que no cobrábamos".

A esa misma edad empezó a modelar. "Porque era flaca y alta y por esa cosa de mostrarme. Había una casa en Sarandí y Bacacay que se llamaba J. Castillo. Manolo Castillo, que era el dueño, me llevó a la TV cuando recién empezó la TV. En el año 1956 hacía un programa que se llamaba La moda viaja de París a J. Castillo en Sarandí y Bacacay. Cuando se abrió Canal 10 yo fui la primera modelo y locutora que tuvo el Uruguay. Como hacía teatro y era modelo podía hablar y todo eso me gustaba. Después vino Canal 4 y Canal 12. Yo me iba con mi auto y participaba en los tres. También trabajaba como loca en los desfiles: desfiles de las fábricas para mayoristas y para minoristas, después desfiles para las boutiques y desfiles de alta costura. No parábamos de trabajar, era lindo".

"Pelusa ponga esto, Pelusa, ponga lo otro", cuenta Pelusa que un amigo le recomendaba cuando tuvo que confeccionar su currículum para solicitar la pensión, "la trayectoria en Europa, el teatro El Retablo." Pero para Pelusa lo más importante es que ella recorría el interior del país con un unipersonal. Antes que estuviera de moda eso del stand up, cuenta. "A mí me importaba más que con mi unipersonal me pasé 25 años recorriendo el país, actuaba en pueblitos de carretera, en establos, en clubes.

No paró. Se casó, tuvo una hija, se separó. Y siguió.

"Y seguí. Mirá las cosas que hice. Hablé con siete u ocho canales del interior para venderles un programa. Se llamaba Todo bien y tenía que ver con la cuestión energética y las terapias complementarias. Yo lo grababa acá y lo vendía a nivel nacional. Mandaba los casetes a los canales y ellos los distribuían a nivel nacional. Eso fue antes del cableado, cuando empezó lo del cable eran 27 cassettes por semana".

Entonces le dieron un espacio en canal 5. "Estuve pensando un programa muchísimo tiempo, yo soy lenta, no soy expeditiva para la creatividad. Cuando me sale, me sale y entonces se me ocurrió hacer El tiempo en que naciste, que fue un programa fantástico. Ahí fueron invitados como Táliche, Soler, todos los políticos que te puedas imaginar y Tabarez, Rada, Viglietti.

Eso fue lo que más le gustó... "y el haber podido escribir los unipersonales y el poder cambiar esa cosa que había cuando la gente hacía teatro, esa mampara que no se veía. Yo empecé a hablar con la gente, me gustó mucho porque me di cuenta de que se me abría una comunicación cara a cara. Cuando el otro día me preguntaron cómo me presentaba dije que pusieran comunicadora. Porque yo creo que lo que soy es comunicadora: al ser actriz, comunico, al hacer humor, también comunico. Eso fue lo que más me gustó, la comunicación".

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