El pequeño fue rescatado de los escombros luego de un bombardeo. La imagen de este niño de 4 o 5 años es un símbolo del horror, la masacre y el genocidio de la guerra en ese país.

El domingo pasado, 52 personas fallecieron en un nuevo bombardeo en Siria. Entre ellos había al menos 35 rebeldes y 17 efectivos de las fuerzas del ejército sirio. La imagen más trágica y representativa de una triste jornada la dejó un niño que fue rescatado entre los escombros de un edificio derrumbado. Su nombre es Omran, y su actitud y su calma, muestra que para él, la vida en Siria es así. Frágil, acostumbrada a las bombas, la guerra y la muerte. 

La imagen fue captada por un conocido grupo activista llamado Aleppo Media Center, que grabó un video de lo sucedido. Totalmente en shock el niño fue trasladado a la ambulancia donde se quedó sentado. Lleno de polvo y visiblemente herido, con su lado izquierdo de la cara cubierto de sangre. El pequeño, de unos 4 o 5 años, permaneció en silencio a pesar de los gritos y del caos a su alrededor.

Las facciones de Siria opositoras lanzaron una operación para garantizar la seguridad del corredor abierto en el sector meridional de Alepo con el objetivo de reconquistar la periferia del barrio de Yamiyet Al Zahraa y la fábrica de cemento, ubicada en el camino de Al Ramusa, en el sudoeste de la ciudad.

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