Durante una charla con alumnos de una escuela de Rostock, la canciller alemana respondió a una niña inmigrante que planteó una pregunta sobre la deportación y el asilo y esta rompió en llanto.

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La canciller alemana Angela Merkel participaba de una charla en una escuela cuando Reem, una niña palestina que vive desde hace cuatro años en la ciudad de Rostock, le planteó la polémica sobre la situación de los inmigrantes provenientes de los campos de refugiados que esperan respuestas a la solicitud de asilo, como sus padres. 

Reem, que estaba en la reunión como premio a su buen rendimiento escolar, según informa el Huffington Post, le dijo en un alemán impecable y con una gran sonrisa en el rostro que ella sueña con poder estudiar y disfrutar la vida como cualquier joven de dicho país. 

En un tono pragmático, Merkel intentó explicarle que Alemania no es capaz de abrir las puertas a todos los refugiados y que muchos solicitantes de asilo deberán volver a su país en algún momento ante la imposibilidad de recibir todos la residencia legal. 

Ante esta respuesta, la niña rompió en llanto y la canciller se acercó para acariciarla y darle ánimo, felicitándola por la forma en la que había planteado su situación, que representa la de muchos otros inmigrantes. 

La situación generó un debate en redes sociales en el que muchos criticaron la frialdad de la canciller y otros destacaron el hecho de no haber maquillado una situación tan complicada por más que fuera una niña la que planteó la cuestión en esa instancia. 

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