El vicecanciller guaraní reconoce que el interés uruguayo es “atendible”.

Poco después de que se anunciara que el gobierno buscará cerrar un acuerdo de libre comercio con China en 2018 comenzó a quedar claro que será difícil lograr la "luz verde" del Mercosur.

En primer lugar, el presidente argentino, Mauricio Macri, no fue tajante en el sentido de que Uruguay vaya a tener vía libre para cerrar un acuerdo así con China. Y la primera reacción de altos funcionarios de la Cancillería brasileña fue que "Uruguay va a tener que elegir" entre el Mercosur y un acuerdo con la potencia asiática, según supo El País.

Ayer el semanario Búsqueda publicó, citando diplomáticos brasileños, que hubo "algún problema de interpretación" de parte del presidente, Tabaré Vázquez, que entendió tras su reciente reunión con su colega de Brasil, Michel Temer, que ese país se avendría a que Uruguay negocie unilateralmente.

Por su lado, Paraguay se muestra más comprensivo, aunque reconoce que la pretensión uruguaya obligaría a un cambio de las reglas de juego en el Mercosur. Su vicecanciller, Rigoberto Gauto, que es además coordinador por su país en el Grupo Mercado Común del Mercosur, dijo a El País que el Tratado de Asunción establece la existencia de un Arancel Externo Común (AEC, el impuesto que se cobra a las importaciones que vienen de fuera del bloque) y que la resolución 32 del año 2000 es una consecuencia de lo allí establecido. Esa decisión determina que el bloque debe negociar unido eventuales acuerdos con otros actores del comercio mundial. De todas maneras, Gauto señaló que "en el Mercosur hemos sabido acomodar los intereses de los socios" y que la posición uruguaya es "atendible y harto razonable (...) Sabíamos de la preocupación de Uruguay por la necesidad de una mayor apertura de mercados y por la competencia de Australia y Nueva Zelanda. "No nos tomó por sorpresa", aseguró. "Tenemos que sentarnos a analizar", agregó.

El prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, matizó ayer que "claro que todos quisiéramos que el Mercosur iniciara un proceso de estas características con China, la Unión Europea y otros grupos de países (...) la institucionalidad del Mercosur no se va a ver lastimada por este camino y sinceramente pienso que algunos pasos que estamos dando, lo van a favorecer" .

La desconfianza de Brasil, que durante el primer gobierno de Vázquez vetó que Uruguay buscase un tratado de libre comercio con Estados Unidos, era esperada por los expertos, pese a que en la última etapa de la presidencia de la destituida Dilma Rousseff se insinuaba que podría tomar una postura más aperturista al mundo.

Marcos Soto, senior manager de Price Waterhouse Coopers, dijo a El País que "a priori seguramente sea Brasil quien coloque mayores reparos porque es la economía más cerrada del bloque y a la vez la de mayor industrialización y puede ver amenazada su producción". "Si Uruguay firma bilateralmente con China puede pasar que la relevancia y liderazgo de Brasil en la región comience a menguar", explicó. Así las cosas, " es un contrasentido tener un AEC y que uno de los socios la perfore con una superpotencia, no creo que haya muchas otras alternativas que repensar la unión aduanera como tal".

Ignacio Bartesaghi, director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, opinó que "era esperable" que Brasil objetara y consideró que Macri fue "difuso" en su primer pronunciamiento sobre el tema. "Veremos qué fuerza le pone al tema Vázquez. Es una pena que no podamos romper con la atadura del bloque", reflexionó. Quizás la incertidumbre comience a disiparse cuando Macri se reúna con Vázquez al mediodía del lunes próximo en su residencia de Olivos. Vázquez llega hoy de noche de China y el lunes a primera hora vuela a Buenos Aires para tratar este tema clave, que puede signar su segundo mandato.

JUAN PABLO CORREA

ESCOLLOS PARA EL TLC CON CHINAJUAN PABLO CORREA