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Luz amarilla para Santa Lucía

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La cuenca abastece de agua potable a Montevideo y área metropolitana; se encontraron contaminantes.
BOTES EN EL RIO SANTA LUCIA EN EL YACHT CLUB URUGUAYO EN SANTIAGO VAZQUEZ, ND 20091015 - MARIA INES HIRIART / DIARIO EL PAIS
MARIA INES HIRIART / DIARIO EL P

El agua potable es su principal preocupación. Y advierte que la situación uruguaya es crítica. "Se encienden luces amarillas sobre el río Santa Lucía", dice. Se excusa de no querer ser "alarmista", pero advierte que comenzó la cuenta regresiva. Si no se profundizan las políticas para curar el agua de la principal canilla de agua potable de la zona metropolitana, "en 5 o 10 años las cosas se van a complicar".

Lo dice Alejandro Nario. Será el nuevo director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama). Viene del ámbito privado. Y pertenece al IR, el sector del Frente Amplio aliado a Constanza Moreira. El mismo presidente electo Tabaré Vázquez pensó en que era el más idóneo para ocupar un cargo difícil. Las presiones llegan por todos lados: los ministerios, los ambientalistas, los empresarios... Nario dice estar preparado para lidiar con esto. No le preocupa tanto. Su principal dilema es uno solo. Lo que se haga en la futura administración será vital en cuanto a lo que tiene que ver con el agua.

Un poco de historia: en 2013 empezaron a saltar las alarmas sobre el río Santa Lucía. Un estudio de la Universidad de la República (UdelaR) sobre la situación del agua de Obras Sanitarias del Estado (OSE) advirtió de la presencia de "altos valores" de fósforo en la zona que va desde la cuenca hasta Aguas Corrientes. Decía que el 80% de esta contaminación es generada por fuentes difusas, "provenientes de actividades agropecuarias, entre las que se destaca la de explotaciones lecheras", es decir los tambos. Cuando salió el estudio ya varios consumidores lo habían notado: el sabor del agua de la canilla había cambiado. El ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, también ya había dicho: "Hay que ponerse las pilas y decirle a la gente que se deje de joder. Son productores, es gente muy inteligente, acá nadie se puede hacer el opa". Se tomaron algunas medidas. Con respecto al engorde de corral (o feedlots) se decidió suspender la habilitación de nuevos establecimientos y la ampliación de los ya existentes en la cuenca del río Santa Lucía. OSE también redobló los controles.

Nario reconoce que hay que hacer más. Y que la Dinama deberá ponerse al frente, en esta próxima administración, de una política que permita rescatar a un río en crisis. Advierte lo que ya había diagnosticado quien ahora ocupa su próximo cargo, Jorge Rucks, quien pasará a ser el subsecretario de Medio Ambiente. Dice que el principal problema es la acumulación de fósforo y nitrógeno que hay en el agua, en los sedimentos y en el arrastre de los suelos. Esto, unido a la erosión, hace que la contaminación termine en el río. La acumulación de años. Los niveles de fósforo y nitrógeno son "muy altos". Arreglar el problema no será algo que pase de la noche a la mañana.

"Hay que profundizar lo que se ha hecho y hacer más. Si seguimos así vamos a tener problemas. Sobre todo en los temas asociados a los nutrientes. El primer paso es investigar. Si yo voy a hacer un proyecto, necesito saber la línea base. Tengo que saber cómo son los cursos. Se necesita conocimiento", dice Nario, que gesticula y desdibuja de su rostro una sonrisa que casi nunca se mueve. Es que el agua es tema serio.

El futuro director de la Dinama advierte que mucho se puede planear, investigar y trabajar. Pero, lo que no se puede hacer es magia. Para llevar a cabo más medidas que vayan en el sentido de poder rescatar a un río en riesgo de muerte se necesita gente (personal capacitado) y dinero, bastante dinero.

"Mi intención es tomar mayores medidas. El camino recorrido hasta ahora es bueno, pero hay que mejorarlo. Para eso hay que dotarlo de recursos: tanto humanos como económicos. Hay que buscar fuentes de financiamiento para transformaciones tecnológicas para poder actuar y mejorar la calidad del curso", señala.

La de Nario es un inquietud que es compartida por la futura ministra de Vivienda y Medio Ambiente (cartera de la cual depende la Dinama), Eneida de León. Ella habló de la necesidad de generar un gabinete especializado, formado por varios ministerios, que se encargue de tratar en exclusivo el tema del Santa Lucía.

"Es una de las preocupaciones que tenemos, porque esa cuenca le da agua potable a toda el área metropolitana, no solo a Montevideo. Hay un monitoreo que se está haciendo con otros ministerios. Yo pienso que debe funcionar un gabinete muy especializado en este tema, porque es un tema transversal", sostuvo la futura jerarca.

Es un río.

Pero la preocupación de Nario no se limita a lo que sucede con el Santa Lucía. Va más allá y advierte sobre la situación del río Uruguay. Pero él no habla de UPM.

"Todo bien con la papelera, pero qué pasa con el resto", increpa. Este es para él otro tema vital. Teme, sin embargo, no poder hacer mucho. Quiere un monitoreo de todo el río que se haga en conjunto entre Argentina, Brasil y Uruguay. Si Cancillería no actúa, si los demás países no colaboran, lo cierto es que tiene las manos atadas.

"Obviamente UPM es un gran emprendimiento y hay que seguirlo de cerca. Pero lo cierto es que hoy es la empresa más controlada de todo el Cono Sur. Lo que habría que buscar es un mecanismo para hacer una administración del río que sea real, que incluya a Brasil y Argentina. Es muy difícil tratar estas cuestiones solo en la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay)", explica Nario.

Lo que al próximo director de la Dinama más le molesta es que "solo se controle la zona de descarga con Gualeguaychú". Está de acuerdo con esto, pero señala que también se deben medir los problemas que se generan en otras zonas.

"El río Uruguay es muy utilizado por los uruguayos: como un lugar turístico, de recreación de las poblaciones. Para departamentos como Salto, es vital. La calidad afecta a estos lugares. Si no te llegás a poder bañar en la playa, vamos a tener un problema", manifiesta.

Nario adelantó que va a pedirle al canciller entrante, Rodolfo Nin Novoa, que trabaje para generar un acuerdo con las cancillerías de Brasil y Argentina que permitan "un control real del río".

¿Uruguay Natural?

Nario es de hablar rápido. A una pregunta, una respuesta inmediata. Lo que no sabe también: "lo estoy analizando, todavía estamos en la transición". Pero hay un cuestionamiento que lo inquieta más. Se acomoda los lentes. Se toma su tiempo. Y recién, después, responde.

—¿Uruguay es aún, como dice el eslogan, un "Uruguay Natural"?

—Sigue siendo un país donde uno puede disfrutar de los servicios ambientales, pero están empezando a cambiar las cosas. Hay presiones que hay que ver cómo se gestionan. Hay que seguir trabajando para ello.

Consultor privado y votante de constanza

Alejandro Nario es frenteamplista, pertenece al IR, el sector que apoya a la senadora Constanza Moreira. Hacerse cargo de la Dinama es todo un desafío para él. Hasta ahora se movía en el ámbito privado. Ha estudiado Ingeniería, Medioambiente y Sistemas de Gestión. Es, desde 2009, socio de la firma SIGMA Plus, que ofrece servicios de Ingeniería, Geotécnica y Medioambiente. Desde el año 2000, además, se ha desempeñado como consultor en estas áreas para varias firmas. Y desde 2009 a 2010 fue asesor ambiental de la empresa Insusa.

"Habrá presiones de Economía y de Industria"

El próximo director de la Dinama, Alejandro Nario, jura no sabe si el proyecto Aratirí se aprobará antes de su asunción. Queda poco tiempo para ellos. Parece difícil.

Tampoco quiere hablar mucho del proyecto. Pero se excusa. Dice que lo que sabe, lo sabe como espectador. Que necesitará tiempo para leer un expediente compuesto por miles y miles de páginas. Lo que la empresa presentó, lo que la Dinama pidió, lo que la empresa presentó de nuevo, lo que la Dinama pidió de nuevo, y así una y otra y otra vez.

Sí habla de los proyectos de ese calibre en general. Y advierte que, antes de dar un aval, hay que evaluar bien. Trabajando a consciencia, acelerando los tiempos lo más que se pueda, pero que lleve lo que tenga que llevar.

"Hay que pensar en el medioambiente. Para eso estamos. Si no nos ponemos a pensar en eso lo que va a pasar es que no vamos a tener más recursos, más plata… Esa es la famosa maldición de los recursos naturales. Te gastás todo lo que tenés, no hacés un uso sostenible del recurso. En líneas generales para todo ese tipo de emprendimiento hay que fijar bien las reglas de juego", señaló.

Nario sabe que del dicho al hecho hay una distancia. Que una cosa es lo que se propone y otra cosa es lo que podrá hacer. Y sabe que va a estar en un cargo donde las presiones caerán por todos lados. Que las empresas, que los ambientalistas y que el gobierno. "Habrá presiones de Economía e Industria; estoy listo para lidiar con eso", aseguró.

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