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BCU hará registrar riesgo operativo

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Sede del Banco Central. Foto: Ariel Colmegna
Fachada del edificio sede del Banco Central del uruguay (BCU), Mvdeo., ND 20150421, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Archivo El Pais

Nuevos controles para las entidades financieras en línea con estándares internacionales.

El Banco Central (BCU) emitió en los últimos días una serie de circulares donde informa a las entidades financieras sobre una nueva obligación: suministrar trimestralmente información de sus indicadores de riesgo operativo e implementar un registro de eventos de riesgo operativo.

La medida abarca a las instituciones de intermediación financiera (bancos) y de valores (brokers y corredores de bolsa), las administradoras de créditos de mayores activos, las AFAP, las aseguradoras y las reaseguradoras.

"Estas normas buscan que las entidades sean capaces de identificar y medir sus riesgos operativos", dijo a El País el abogado senior de Banca y Finanzas de Ferrere, Javier Domínguez.

Añadió que las modificaciones van en línea con el compromiso del BCU de alinear sus normas a las directrices del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (organización que agrupa a las autoridades bancarias del mundo para fortalecer los sistemas financieros).

A nivel económico, los riesgos operativos son definidos como las perdidas resultantes de procesos o sistemas internos inadecuados o defectuosos, o por eventos externos. El concepto incluye el riesgo de cumplimiento, que refiere a la posibilidad de que una institución se vea afectada por violaciones a las leyes, regulaciones, prácticas o estándares éticos.

Domínguez explicó que en la práctica las instituciones abarcadas por la circular deberán "ajustar sus políticas a los efectos de identificar y parametrizar ciertos riesgos concretos".

Entre los posibles peligros a prevenir mencionó los fraudes (de origen interno o externo), las prácticas laborales inapropiadas, los incumplimientos de clientes, productos o prácticas, los daños a activos físicos, la interrupción del negocio y fallos en los sistemas, los fallos de ejecución y gestión de procesos, los errores en el procesamiento de operaciones o en la gestión de procesos, así como de relaciones con contrapartes comerciales y proveedores.

La gestión de riesgos operativos surgió con la finalidad de controlar eventuales peligros empresariales. "El objetivo de estos sistemas es minimizar el riesgo empresarial a los estándares tolerables y en caso que ello no se consiga, establecer procedimientos para poder gestionar adecuadamente sus efectos lesivos", señaló el abogado de Ferrere.

Con este propósito, se utilizan una serie de herramientas que se combinan entre sí para mejorar las perspectivas en el cumplimiento de los objetivos de la empresa. Entre los instrumentos para la gestión de riesgos se encuentran diversas metodologías para la identificación y evaluación de los peligros, las políticas y procedimientos para su mitigación y las herramientas de monitoreo como los indicadores y registro de eventos de pérdida que permiten el control y la retroalimentación del sistema.

En opinión de Domínguez, la adopción de políticas para la gestión del riesgo operativo "es conveniente para las compañías al permitir controlar riesgos, evitar daños y prevenir responsabilidades a las empresas y sus directores". Este instrumento no es obligatorio para las industrias en Uruguay, aunque sí en otros países.

Controles.

A través de resoluciones emitidas al principio de 2016, el BCU ya había implementado nuevos controles y exigencias para parte del sistema financiero. Una circular fechada el 7 de enero comunicó la creación de un registro de entidades que brindan servicios de pago y cobranzas, un sector que hasta el momento permanecían sin regulación.

Allí se incluyó la obligación para estas empresas de "disponer de los mecanismos de prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo". También se les solicitó la adopción de políticas de contingencia, entrega de balances e información sobre su plan de negocios y accionistas.

Además, otra resolución de finales de enero informó que las entidades emisoras de dinero electrónico "que pretendan invertir parte de los fondos administrados deberán contar con el visto bueno del Área Sistema de Pagos del BCU".

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Sede del Banco Central. Foto: Ariel Colmegna

Buscan prevenir fraudes y otros errores

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