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FA no tiene votos para aprobar la venta regulada de marihuana

Negociación. Se incluiría el autocultivo en el proyecto para lograr apoyos

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VALERIA GIL

El Frente Amplio no tiene los votos en Diputados para aprobar el proyecto de legalización de la venta de marihuana. Para conseguir apoyos internos, la coalición de izquierda incluirá en la iniciativa del Ejecutivo el autocultivo de cannabis.

El proyecto que con un solo artículo habilita el almacenamiento, la comercialización y distribución de la marihuana ingresó a la Comisión de Adicciones de Diputados y al momento no tiene los votos en el oficialismo para ser aprobado. El diputado Darío Pérez (Liga Federal) dijo a El País que no votará el proyecto de ley "por razones de conciencia política".

Sostuvo que no está de acuerdo con la venta libre de marihuana: "Ni como médico, ni como ciudadano corriente". Según dijo, legalizar el cannabis "es romper un límite" que existe en la sociedad uruguaya.

El otro voto en duda es el del diputado Andrés Lima (Espacio 609), fuentes políticas dijeron que tampoco está dispuesto a apoyar la iniciativa. El País se comunicó ayer con la oficina del legislador, pero Lima no respondió a la consulta.

Sin los votos para aprobar el proyecto, el Frente Amplio se encamina a modificar la iniciativa y a incluir dentro de la misma el autocultivo de cannabis como forma de conseguir el apoyo interno. Este cambio permitirá contrarrestar las críticas que habían surgido de parte de la Juventud del Partido Socialista y la Corriente de Acción Pensamiento-Libertad (CAP-L), que insistían en aprobar el proyecto de autocultivo que se encuentra a estudio legislativo.

A su vez, la inclusión del autocultivo dentro de la iniciativa para legalizar la venta de marihuana también genera resistencias en la interna del Frente. El diputado Walter De León (Espacio 609) dijo a El País que comparte totalmente la propuesta que remitió el Ejecutivo al Parlamento. Sin embargo, agregó que mantiene algún reparo respecto al autocultivo porque teme "el fomento del consumo" de la marihuana.

En tanto, el diputado Julio Bango (Partido Socialista) dijo a El País que es partidario de incluir el autocultivo de la marihuana "para armonizar" el proyecto redactado por el Ejecutivo. "Me parece que hay que complementar las dos iniciativas," señaló.

En el mismo sentido, el diputado Aníbal Pereyra (MPP) señaló que la idea de la coalición es "analizar en conjunto los dos proyectos para ver si se puede incluir el concepto de autocultivo". Según dijo, "no se está planteando un tiempo límite para aprobarlo, se está pensando en hacer algo que sea viable, que sea seguro y que permita cumplir con los objetivos", acotó.

El legislador indicó que a diferencia de los otros proyectos que integran el paquete de 15 medidas de seguridad anunciados por el gobierno, la legalización de la marihuana "no tiene la misma celeridad, porque es una iniciativa muy compleja".

LOS PROYECTOS. El prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, dijo en la Comisión de Adicciones de Diputados del pasado miércoles 8 que "todos los proyectos de ley (legalización y autocultivo de marihuana) deberían ser considerados de manera conjunta, de forma de analizar cuál es la mejor solución". Según dijo, lo único que no está en los planes del gobierno es que los privados puedan comercializar la marihuana.

El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, señaló que "la idea de autocultivo no la podemos asimilar a la de autorregulación. Si autocultivo es autorregulación, no va en la línea planteada por el Poder Ejecutivo. Ahora, si hubiera formas de autocultivo que podrían ser reguladas directamente por el Estado, tendríamos puntos de contacto entre regulación activa por parte del Estado y formas de autocultivo". Como ejemplo de una política de autocultivo regulada, Calzada citó a los "clubes de cannabis", como se conocen en España, a las cooperativas de consumidores de la droga.

El presidente José Mujica se refirió ayer a su iniciativa para legalizar la venta de marihuana. Según explicó, "el problema no es la marihuana sino el narcotráfico. No queremos expandir el consumo, sino limitar el tráfico", puntualizó.

Dentro de la exposición de motivos del proyecto para legalizar la marihuana se señala que la medida es parte de "un combate frontal al narcotráfico arrebatándole un negocio que según estimaciones primarias se encuentra entre los US$ 30 y US$ 40 millones anuales y que implica un potencial fuerte de corrupción y violencia para el conjunto de la sociedad".

Para el Ejecutivo, "la separación de mercados" es otra de las políticas a seguir para "reducir el número de nuevos ingresos de personas al universo de sustancias toxicológicamente más riesgosas".

Además, se indica que la iniciativa busca "la normalización e inclusión social plena del uso de la marihuana, como forma de que los usuarios no sean estigmatizados ni tratados a partir de la aplicación de la ley penal". En ese sentido se expresa la necesidad de realizar campañas educativas que apunten a brindar información "veraz y creíble" sobre la legalización de la marihuana, para que los usuarios de la droga puedan adoptar decisiones "informadas" y "responsables".

Bonomi defiende internación

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, defendió la internación compulsiva de menores adictos a las drogas. "Si no se toman medidas la internación compulsiva que llegará será la internación en una cárcel y, en lugar de emprender el camino de la rehabilitación, lo que seguirá después será el camino del infierno personal. De mal en peor y retrocediendo cada pocos días un casillero más", escribió Bonomi en una editorial publicada ayer en la web del Ministerio del Interior.

Según Bonomi, la libertad de elegir vivir en la calle y la de consumir, sin límites, cualquier tipo de drogas se trata "de la libertad individual", en la cual "se defiende el derecho de la gente que quiere dormir en la calle o vivir en los espacios públicos, bañarse en las fuentes, hacer sus necesidades y hasta tener relaciones sexuales en las plazas, porque sacarlos de las calles y las plazas atenta contra sus libertades individuales" y no se tiene en cuenta que esas conductas "atentan contra la libertad de las personas que quieren llevar a sus hijos a las plazas para pasar un rato en familia".

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