1/1:  20120207 Cristina Fernández, 800x530 (AP)

Los habitantes de las Islas Malvinas enviaron una carta a la presidenta argentina, Cristina Fernández, en la que le piden que termine "su campaña de acoso e intimidación", tras el discurso de la mandataria en ONU el jueves, cuando llamó nuevamente al Reino Unido a negociar.

"Recientemente hemos visto medidas que afectan a nuestras industrias de transporte marítimo y turismo, amenazas contra nuestra industria de hidrocarburos y una ´publicidad´ olímpica burdamente ofensiva que utilizó nuestro Memorial de Guerra", expresan los isleños en una misiva que hoy dio a conocer la agencia Noticias Argentinas (NA).

Fernández se hizo presente el jueves en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, en coincidencia con el 30 aniversario del fin de la Guerra de Malvinas, iniciada con el desembarco argentino el 2 de abril de 1982 y concluida con la rendición de ese país el 14 de junio de ese año.

"Pedimos dialogar. No estamos pidiendo que nos den la razón. Apenas, nada más ni nada menos que se sienten a una mesa a dialogar. ¨Puede alguien negarse a dialogar y pretender convertirse en adalid de la libertad, de los derechos humanos?", manifestó la presidenta, en un hecho inédito, dado que a ese comité suelen asistir los cancilleres o embajadores argentinos ante ONU.

Naciones Unidas demanda desde 1965 que Argentina y el Reino Unido se sienten a negociar, pero Londres se niega y argumenta que los isleños tienen el derecho a la autodeterminación.

ONU, por el contrario, considera que la población isleña no es originaria, sino implantada a partir de la ocupación británica del archipiélago en 1833.

En el encuentro del jueves uno de los malvinenses, Mike Summers, intentó entregarle una carta a la presidenta.

En la misiva difundida por NA, en la que ofrecen hablar en persona con Fernández, los representantes malvinenses denuncian que la "intimidación" y las "amenazas" se combinaron "con una retórica agresiva y falsa que argumenta que nosotros somos una población implantada de algún modo y que estamos siendo ´rehenes´ de la presencia militar británica".

"Encontramos imposible comprender por qué el gobierno de un país grande como la Argentina, miembro del G20, continúa comportándose de esta manera hacia un país pequeño, ignorando nuestros deseos, buscando negar nuestros derechos políticos fundamentales y hacer nuestras vidas difíciles", se quejaron.

No obstante, las islas no tienen estatus de país, sino de colonia del Reino Unido y su gobernador es designado por Londres, mientras que sus consejeros sí son elegidos en el archipiélago, con alrededor de 3.000 habitantes y unos 1.000 soldados británicos.

La carta está firmada por los consejeros Roger Edwards y Summers y allí advirtieron que "el comportamiento" de Argentina "sólo hará más difícil tener discusiones vecinales en temas de interés mutuo".

Allí se manifiesta que la postura del gobierno argentino no tendrá "ningún impacto en la posición del gobierno de Gran Bretaña".

"Sabemos que su gobierno acepta que lo que pasó en 1982 estuvo mal, lo cual hace más difícil para nosotros entender por qué nos enfrentamos a esta agresión y hostilidad hoy", dice el texto.

Esta mención hace referencia a que la presidenta repudia el desembarco argentino de 1982 y recuerda que fue llevado a cabo por una dictadura militar que causó en el país 30.000 desaparecidos.

Los malvinenses expresan en la carta su voluntad de sentarse con ella para trasladarle en persona sus puntos de vista.

Argentina no respondió aún a esta propuesta, aunque históricamente, la posición ha sido que la disputa es bilateral con el Reino Unido.

ANSA