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M. GALLARDO Y V. RUGGIERO

La explosión de una manguera utilizada en el mantenimiento del oleoducto que une la boya petrolera de José Ignacio con la refinería de La Teja, provocó un derrame de petróleo en el arroyo Solís Grande. El vertido fue controlado a las 22.15.

En la tarde de ayer se realizaban tareas de mantenimiento en el oleoducto que une la boya petrolera de José Ignacio con la refinería de La Teja. Los trabajos se realizaban en una planta de bombeo ubicada frente al estacionamiento del Yacht Club Jaureguiberry, en la cabecera Oeste del arroyo Solís Grande.

Para poder trabajar el combustible debe retirarse con una bomba succionadora y una manguera que soporta 20 kilos de crudo. Ayer, cuando trabajaba a siete kilos según informó a El País el vicepresidente de ANCAP Germán Riet, la manga explotó y provocó el derrame. Era la hora 17.

"Esa manguera va colocada a una válvula que está a dos metros y medio de profundidad. Todo eso se llenó de petróleo y cuando se dieron cuenta no pudieron cerrarla", explicó Riet.

Las autoridades no determinaron la magnitud del derrame en las aguas del arroyo Solís Grande, que fue controlado a las 22.15 horas cuando se logró cerrar la válvula y por ende terminar con el vertido del crudo.

La expansión del petróleo en el agua del Solís fue controlada por personal de Ancap y efectivos de la Armada que dispusieron una barrera flotante. Además se realizaron varias excavaciones en la zona, incluso un pozo de más de tres metros de profundidad, con el objetivo de canalizar por ahí el crudo. "La mayoría del vertido quedó en la arena pero igual llegó petróleo al arroyo. Mañana (hoy) con luz se va a poder cuantificar cuánto crudo se escapó", aseguró el jerarca.

LIMPIEZA. El coordinador departamental de Emergencias, Leonardo Herou, explicó que con el corte del vertimiento la situación quedó controlada pero reconoció que por la pérdida registrada habrá "mucho trabajo por hacer" para los técnicos al frente de las tareas.

"Queda mucho trabajo por hacer. Ahora hay que tratar de contener el derrame", dijo Herou, quien además es director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones.

Herou se encontraba en el lugar junto a las autoridades de Ancap y de la Prefectura Naval mientras se desarrollaban los trabajos. El director del Sistema Nacional de Emergencias, Gustavo Leal, llegó a la zona del derrame ya sobre las 22.30 horas para supervisar el trabajo en forma personal. "Pusimos a disposición toda la maquinaria de la Intendencia", agregó el jerarca. La magnitud del derrame aún es una incógnita, "mañana (hoy) tendremos una idea más clara", señaló Herou.

VECINOS. Por su parte el presidente de la Liga de Fomento de Jaureguiberry, Rafael Ruiz, reconoció que cuando se conoció la noticia en el balneario canario cundió el pánico. "Nuestro temor es la contaminación del arroyo, pero creemos que está bien controlado mediante el canal paralelo que se abrió con las retroexcavadoras", señaló Ruiz.

Estimó que el vertimiento de petróleo no duró más de 15 minutos, pero tanto él como las autoridades no podían medir aún la cantidad de combustible que llegó a las aguas. Ruiz desmintió además que en algún momento se haya manejado la posibilidad de evacuar las viviendas cercanas al arroyo, una versión que se propagó en los primeros minutos.

Vecinos de la zona consultados por El País dijeron que fue la primera vez que sucede un accidente de tal magnitud en la planta, pero reconocieron que en otras oportunidades ha habido "pequeñas pérdidas".

Otros vecinos recordaron que Jaureguiberry es un lugar "olvidado" de Canelones y aseguraron que lo que "faltaba" era un derrame de petróleo. (Producción: R. Rossello, P. Mango, El País Digital)

FORT BRAVANT El sábado 22 de diciembre de 2007, un derrame de petróleo de unos 15.000 litros de crudo fueron vertidos al mar en la boya de José Ignacio mientras el petrolero Fort Bravant descargaba varios miles de toneladas de crudo. Fue un derrame pequeño, que llegó a la playa de La Juanita y a la desembocadura de la laguna Garzón. Los equipos de contención de Ancap, el Ejército y la Prefectura limpiaron el vertido en 48 horas. La pérdida de siete de los 20 bulones que fijan una platina a dos tuberías de la boya petrolera, fue la causa del derrame, explicó en ese momento el presidente de Ancap Daniel Martínez.

SAN JORGE El 8 de febrero de 1997 el buque cisterna San Jorge, de bandera panameña, encalló a 20 millas de las costas de Punta del Este cuando se dirigía de Argentina a Brasil. Uno de sus depósitos se rompió y derramó unas 3.000 toneladas de crudo. En plena temporada, el petróleo afectó 30 kilómetros de playas del balneario esteño, de José Ignacio a La Barra, y afectó seriamente a la Isla de Lobos.

Una de las consecuencias de la contaminación que provocó más conmoción fue la muerte de miles de lobos marinos de la reserva natural de la Isla de Lobos, en particular los cachorros. En pocos días se habían contabilizado al menos 1.700 crías de lobo marino muertas.

EL PROCESO Los rayos ultravioletas del sol y el mezclado con agua y aire transforman el petróleo crudo: los componentes más volátiles (las naftas) se evaporan, los de mediana densidad (aceites) se emulsionan con el agua formando un barro flotante y los más pesados (alquitranes) caen al fondo en forma de bolitas.