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Jorge Larrañaga

No quiere analizar ahora las causas de la derrota, pero admite que no es un perdedor. Pide una sola lista al Senado para preservar la unidad de Alianza y anuncia que como vicepresidente gravitará sobre el Poder Ejecutivo y no va a "calentar asientos"

DANIEL ISGLEAS

- ¿Cómo vio el comportamiento electoral de Alianza Nacional en la elección interna? ¿Por qué cree que su proyecto político no tuvo el apoyo esperado?.

- No hicimos demasiadas valoraciones. Pero es obvio que a nadie le gusta perder. Para analizar el resultado no hay una sola causa, sino muchas, pero no vale la pena detenernos ahora a estudiar los por qué. Alianza Nacional hizo una reunión, quizás haga otra, y ahora tiene la obligación de ser una columna muy importante dentro del Partido Nacional para construir un río de libertad y esperanza. Por eso no vale la pena analizar cuales fueron las causas que explican el resultado del 28.

- Hubo diferencias en la forma como el Partido Nacional resolvió la fórmula presidencial y como lo hizo el Frente Amplio. ¿Por qué cree que sucedió eso?

- Porque somos partidos, estilos y formas de ser diferentes. Fíjese, nosotros no tenemos todavía un programa único de gobierno y lo vamos a tener recién en los últimos días de julio. Sin embargo, construimos la fórmula media hora después del resultado de la elección. En cambio, el Frente Amplio que dice tener programa único de gobierno, vio pasar ocho días para alcanzar la fórmula. Ellos deberán decirle a sus compañeros qué estuvieron analizando en ocho días cuando ya tenían un programa único.

- Lacalle dijo que hay ministerios que son del presidente, como Economía, Relaciones Exteriores, Interior y Defensa Nacional. ¿Hablaron ya sobre como van a repartir el gabinete? ¿A cuáles aspira entonces Alianza?.

- No, no hemos hablado del tema. La propia noche de la elección, Lacalle me dijo que eso era así, pero que los dos sectores principales iban a conversar sobre eso en el seno del Partido.

- ¿Cómo se debe definir la lista al Senado de Alianza Nacional? ¿Va a ser por los votos que cada dirigente obtuvo en la interna? ¿O van a estar en los primeros lugares los referentes del sector?.

- Eso lo vamos a ver en su momento. No terminó el escrutinio definitivo en la Corte Electoral. Creo que Alianza Nacional debe tener una sola lista al Senado para asegurar la unidad del sector y para conseguir la mayor cantidad de bancas que puedan estar en disputa. Es de sentido común. Con respecto a los criterios, vamos a ver con los compañeros como se concilian los distintos puntos de vista. Pero tenemos tiempo. No podemos discutirlo con apuro y menos a través de la prensa.

- ¿Cómo interpreta lo que dijo Lacalle en cuanto a que el vicepresidente iba a hacer lo que dispone la Constitución y que iba a ser un invitado de honor a los Consejos de Ministros? ¿No es relegarlo a un papel secundario?.

- No, para nada. La única interpretación posible es que voy a procurar gravitar en el gobierno. Tengo la obligación de incidir, aportar en el proceso de toma de decisiones. Está claro que no voy a calentar asiento en el Senado. Voy a ser un presidente de la Asamblea General activo, que ayude al gobierno, que participe, que recorra el país. Voy a escuchar el reclamo de la gente para trasladarlo al gobierno. Voy a coordinar con el Poder Ejecutivo y voy a tender puentes con la oposición, siguiendo los lineamientos del Poder Ejecutivo. Eso es lo que enmarca la Constitución.

- ¿Respecto al programa de gobierno, ¿qué va a aportar Alianza Nacional?.

- Va a haber una comisión que va a negociar el contenido del programa. Veremos. No hay nada descartado ahora.

Días atrás hubo varias conversaciones bilaterales e informales entre diputados de Alianza Nacional de Montevideo y Canelones buscando definir qué criterios se emplearán en el sector para la conformación de la lista al Senado. La idea de estos legisladores es que los lugares se concedan en función de los votos obtenidos en la elección interna, en donde ellos se sienten más fuertes que algunos referentes a quienes la votación no les fue del todo favorable. Esta movida se produjo en los días previos a una reunión de análisis del resultado electoral, a la que convocó el propio Larrañaga y que se realizó el lunes 6. Enterado de esos movimientos, Larrañaga decidió manejar los tiempos y evitar que una discusión sobre ese tema dominara esa evaluación. Entonces, el tema no estuvo sobre la mesa. Luego del encuentro, El País supo que varios de esos diputados aclararon mano a mano con el líder del sector que lo mejor para preservar la unidad era dejar el tema para más adelante y así "preservar el clima" generado en el Partido con la rápida conformación de la fórmula blanca.