Publicidad

Organización robaba identidad de uruguayos para poder delinquir

Internacional. Cédulas y acreditaciones falsas para actuar en varios países

Compartir esta noticia
 20080806 536x540

ANDRÉS LÓPEZ REILLY

Cecilia S. nunca perdió la cédula pero sus datos coinciden con los del documento que usa una mujer vinculada al "ladrón de mapas" procesado en Argentina. Identidades fraguadas por la organización que robaba documentos históricos.

Luego de hacerse pasar por investigador para extirpar grabados de libros incunables del siglo XV de la Biblioteca Nacional de España, confesar el robo y devolverlos, el uruguayo Carlos Gómez Rivero (61) fue procesado sin prisión en Argentina por fraude en grado de tentativa, por intentar vender documentos robados. Con él, cayeron Daniel Guido Pastore, uno de los libreros anticuarios más reconocidos del vecino país, dueño de la librería "Imago Mundi" y Washington Luis Pereira, también uruguayo.

Si embargo, el affaire de los mapamundis robados en España fue sólo el detonante de una denuncia que no culminó con los procesamientos. También quedaron en evidencia una serie de robos similares ocurridos en las bibliotecas públicas y nacionales de Montevideo, Colonia, Salto, Buenos Aires y Mendoza, así como en algunos de los más importantes museos de Uruguay. En el Archivo Nacional de Asunción, el uruguayo fue investigado por la mutilación de los libros de actas del Cabildo de 1595.

En una de las acreditaciones utilizadas por Gómez Rivero figuraba una cédula de identidad paraguaya, cuya numeración no correspondía con los documentos de ese país, según confirmó la agregada cultural de esa embajada en Montevideo.

César Ovilio Gómez Rivero nació el 22 de mayo de 1947 en Canelones. Su Cédula de Identidad es la 1.119.436-1 y su domicilio, según acreditó en algunos registros, San José 1044. Sin embargo, esa dirección no existe.

En una denuncia policial de diciembre de 2003 a la que tuvo acceso El País, también figura una dirección en Avenida de los Molinos N° 6 esquina Concepción del Uruguay, también inexistente. Además, declaró un domicilio en Punta del Este: Gorlero 429 apartamento 002, el cual tampoco es real.

Pero la dirección más insólita que aportó como "investigador" para llevarse los incunables de la biblioteca española fue Serrano 52, Madrid, donde se encuentra "El Corte Inglés". Algo así como declarar que vive en el Shopping de Punta Carretas.

También utilizó esta habilidad para falsear su propia identidad, utilizando en algunas ocasiones el apellido Bullrich. E incluso para cambiar su imagen: siendo totalmente calvo en las últimas fotografías que se le conocen, algunos testigos dicen haberlo visto con un pelo negro enrulado, tipo África look.

Gómez Rivero no dudó tampoco en utilizar su DNI 92.147.663 para ingresar al país procedente de Buenos Aires en compañía de una mujer boliviana. Según el oficio N° 3890 de la Dirección de Investigaciones de Montevideo, el uruguayo tenía antecedentes por hurto, apropiación indebida, estafa y rapiña.

CÉDULAS. Una de las cédulas de identidad presentada en Uruguay por una mujer que acompañaba a Gómez Rivero pertenece a Cecilia S.. de 34 años, de nacionalidad uruguaya y nacida en Montevideo.

El País ubicó a la verdadera propietaria de esa cédula de identidad, quien dijo que en los últimos 20 años, "jamás perdió su documento". Lo más sorprendente, es que la acompañante de Gómez Rivero también aportó los nombres de sus padres, los cuales coinciden con los de la damnificada.

El hecho de que la verdadera propietaria jamás haya perdido el documento, deja en evidencia que existe una cédula idéntica que estaba siendo utilizada por esta organización.

"Me sorprende que figure el nombre de mi padre, quien falleció hace 14 años. Esos datos tienen que haber salido de una partida de nacimiento", manifestó Cecilia S.

El director Nacional de Identificación Civil, Rubén Amato, dijo a El País que la partida de nacimiento "es un documento público muy fácil de obtener", aunque no descartó que la información pueda haber sido tomada de otro banco de datos.

Amato indicó, sin embargo, que "es muy difícil falsificar una cédula", puesto que los documentos uruguayos tienen un sistema de seguridad para la fotografía, el plastificado y el papel, que en caso de ser fotocopiado, "sale de otro color". Como ejemplo, dijo que la plancha de prueba para falsificar cédulas que fue hallada recientemente en una imprenta era "muy burda" y estaba "muy lejos del color que debe tener".

CONEXIÓN EUROPEA. En un informe publicado por El País el 19 de diciembre de 2007 se señalaba que hace algunos años, coincidiendo con los robos a los que se lo vincula a Gómez Rivero, un grupo de personas se presentó en la Biblioteca Nacional de Montevideo como "enviados de la Biblioteca del Vaticano". Al parecer, esas personas integrarían una organización internacional dedicada al robo de documentos históricos, a la cual se vincularía también una conocida librería ubicada en Verona, Italia.

A Gómez Rivero se lo señala como el "brazo ejecutor", o el "chasque", en algunos casos. De hecho, sus otros dos apodos, "La Mula" y "El Maletero", parecerían confirmarlo.

Fuentes de Interpol Uruguay informaron a El País que luego de su procesamiento en Argentina, se "dio de baja" al pedido de captura internacional.

"¿Sos hincha de Peñarol?", le dijo

Cuando César Gómez Rivero comenzó a dejar sus huellas en los archivos históricos más importantes del país se elaboró un Photofit con su rostro que fue rápidamente difundido y reconocido por muchos funcionarios y guardias de seguridad de los distintos acervos.

En el Museo Giró, de Cerrito 586, la funcionaria Beatriz Pórfido vio como un día el hombre se colocó en un extremo de la sala de consulta, como buscando un lugar para no ser visto. El "investigador" sacó algunos planos antiguos de Montevideo que ocultó del lado izquierdo de su campera de cuero color marrón. Cuando la mujer notó el hecho, le dijo "¿Qué está haciendo?". Entonces, el hombre golpeó sus manos sobre la mesa y le dijo "¿Sos hincha de Peñarol?". Y la amenazó diciéndole que no dijera nada de lo que había visto. Como dejó los materiales, no fue detenido.

De su paso por el Museo Giró y la Casa de Lavalleja, Gómez Rivero habría recogido varios frutos.

Faltaban, entre otros materiales, una carta de José Fructuoso Rivera (líder del Partido Colorado y primer presidente constitucional) a José Rondeau (militar y político argentino) fechada en 1835 y dos cartas del pintor uruguayo Juan Manuel Blanes al doctor Ángel Carranza de Buenos Aires, en 1872.

PROCESADOS EN ARGENTINA

Daniel Guido Pastore

Librero argentino

Titular de la librería "Imago Mundi", ubicada en el exclusivo barrio porteño de Recoleta, que en su página de Internet se promociona como una casa vendedora de "libros del siglo XVI al XIX" e "incunables".

El juez federal Ariel Lijo lo procesó como presunto coautor del delito de defraudación en grado de tentativa, por haber querido vender varias piezas robadas en España.

César Gómez Rivero

uruguayo

"El Negro" ya tenía antecedentes por hurto, apropiación indebida, estafa y rapiña. Se lo vincula a robos de documentos históricos en España, Uruguay, Paraguay y Argentina. Para ello, utilizó varias acreditaciones falsas de "investigador" y dejó direcciones personales que no existen. Fue procesado el mes pasado en Argentina, donde reside.

Peligroso con navaja en mano

El escándalo desatado en Madrid por el robo de los mapas le costó el cargo a la ex directora de la Biblioteca Nacional de Madrid, la escritora Rosa Regás, quien renunció tras enfrentarse con el ministro de Cultura, César Antonio Molina. En definitiva, se cortó por el lado más fino. Quién sí sabía dónde cortar era Gómez Rivero, quien utilizaba navajas para apoderarse de los documentos.

El 13 de octubre de 2001, un funcionario de la Sala de Materiales Especiales de la Biblioteca Nacional encontró que un "investigador" había dejado allí un estuche de lentes. Adentro no había gafas sino navajas de afeitar. Dos años después, el 7 de noviembre de 2003, el director de la biblioteca, Raúl Vallarino, presentó una denuncia ante la Policía por haber constatado la desaparición de libros y álbumes de fotos antiguas. Se presume que esas navajas podrían pertenecer a Gómez Rivero, quien cortó con un elemento similar los mapamundis incunables en España.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad