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El próximo viernes se termina "En terapia"

En Brasil los psicólogos elogian a la serie de HBO

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El próximo viernes 11 culmina En terapia, la excelente serie protagonizada por Gabriel Byrne que se emite de lunes a viernes a las 21.15 por el canal para abonados HBO. Quienes la han seguido a lo largo de los últimos dos meses tienen pocas dudas de que se trata de uno de los productos más inteligentes que la pantalla chica ha ofrecido en mucho tiempo.

A esta altura se ha producido ya algún vuelco irreversible (la muerte de Alex, el personaje interpretado por Blair Underwood) y quedan cabos sueltos en otras de las historias. Algunos acaso se resuelvan en los tres últimos capítulos, entre hoy y el viernes. Otros pueden dejar en cambio la puerta abierta para la ya anunciada segunda temporada, que contará nuevamente con Byrne y Diane Wiest. La filmación de la nueva temporada comenzará en Nueva York en octubre, y su lanzamiento norteamericano será a comienzos de 2009. Aún no se ha decidido quienes serán los nuevos pacientes, o si alguno de la primera temporada reaparecerá en la segunda.

El periódico brasileño O Globo ha realizado una encuesta entre especialistas acerca de las calidades de la serie. La psicóloga María Fraga reconoce que comenzó a verla con una dosis de prejuicio, pero que luego cambió de opinión: "Me pareció muy interesante. Queda claro que el terapeuta es un actor, un rostro bien conocido por el público. Y lo bueno es que no hay ninguna caricatura, es todo muy real. El terapeuta es un individuo muy creíble, atractivo sin llegar a seductor. Y sereno, aún en las situaciones más difíciles".

Algo parecido opina la psicóloga María Luiza Lara, quien ha vivido en carne propia el conflicto del paciente que se apasiona por su terapeuta. "Sucede con más frecuencia de lo que se cree. El terapeuta termina siendo un confidente", dice.

A su colega Eduardo Costa Pérez, lo que más le interesó es el proceso de análisis del protagonista con su propia terapeuta (Wiest): "Es importante que el profesional tenga una válvula de escape, que converse con otro psicólogo. Porque a menudo los problemas que nos traen los pacientes tocan cuestiones que tienen que ver con nuestras propias vidas y angustias. No somos dioses".

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