Publicidad

El choque visto desde el crucero

Norwegian Dream. Los pasajeros anuncian catarata de demandas contra la compañía | Denuncian malos tratos de parte de la tripulación y reclaman se los compense por los puertos que no visitarán |Los turistas vieron el choque, sintieron el estruendo y el temblor bajo sus pies | Diez autos 0K y tres contenedores continúan perdidos; quizás no puedan ser recuperados

Compartir esta noticia
2007-12-13 00:00:00 400x400

ANDRÉS LÓPEZ REILLY

Los pasajeros del "Norwegian Dream", anclados en Montevideo tras el choque del crucero con una barcaza, anunciaron una catarata de juicios contra la Norwegian Cruise Lines por el "pésimo" trato que -aseguran- recibieron de la tripulación.

Unos 250 pasajeros del crucero de lujo "Norwegian Dream" protestaron ayer al pie de la escalinata de ingreso al buque, sobre la banda de babor, mientras el personal de la compañía Tsakos reparaba el hueco que dejó en la proa el choque con la barcaza que transportaba automóviles y contenedores.

Aún no fueron rescatadas 10 camionetas Suzuki Grand Vitara cero kilómetro que en Montevideo valen desde U$S 31.600. Están en el fondo del río, así como tres contenedores.

El "Norwegian Dream" estaría zarpando del puerto hoy a la hora 16, según lo último que se comunicó a los pasajeros, una vez que culminen las tareas de reparación en la proa que resultó dañada desde la línea de flotación hasta la barandilla de la cubierta principal.

Los retrasos harán que los turistas deban "saltearse" algunos de los principales destinos del itinerario: Puerto Madryn, Malvinas y Ushuaia. Navegaría directamente a Punta Arenas en Chile. Como compensación, la compañía ofreció a cada pasajero U$S 150, "canjeables por productos del barco", según informaron a El País pasajeros del "Norwegian Dream" que estaban indignados ayer por el trato que recibieron desde el accidente, el lunes. "Se nos llegó a amenazar diciendo que no abusáramos del personal de la tripulación", indicaron. Dijeron que les ofrecieron excursiones para "matar el tiempo", pero a cuenta de cada interesado.

También les permitieron hablar tres minutos gratis por teléfono. Sin embargo, este beneficio es sólo para las comunicaciones desde las cabinas del crucero y no desde los camarotes, lo cual generó largas colas en la zona de comunicación.

También se les ofreció una happy hour de bebidas gratis, que como lo indica, en rigor, el nombre, sólo duró 60 minutos.

"Hace tres años que estaba esperando para hacer este crucero con mi esposa, por nuestro aniversario de casados. Pagamos US$ 5.000 y ya perdimos el 30% de los pasajes", indicó uno de los turistas ofuscados que se encontraba sobre la rada.

RECLAMO. Los pasajeros del "Norwegian Dream" dijeron que el capitán de la nave, Nenad Mogic, "en ningún momento dio información sobre lo que estaba pasando".

"El encargado de protocolo llegó a bromear con el hecho de que estábamos vivos después del choque, cuando muchas personas mayores estaban realmente nerviosas por lo ocurrido", añadieron los turistas.

Varios de los pasajeros firmaron una carta ayer para enviar a la Norwegian Cruise Lines en la que hacen saber su malestar y reclaman una compensación por la pérdida de tiempo y dinero. La misiva, a la cual tuvo acceso El País, dice lo siguiente:

"Nosotros, cada pasajero del Norwegian Dream pedimos lo siguiente:

1. Completar las reparaciones tan pronto como sea posible y hacer el viaje seguro.

2. Completar el itinerario del crucero tan completo como sea posible y arribar a Valparaíso (Chile) el 23 de diciembre de 2007 por la mañana.

3. Darle a cada pasajero un voucher transferible por el equivalente a un crucero de 14 días para un itinerario de su elección con una validez mínima de 5 años.

4. Un pasaje ida y vuelta por pasajero entre el destino de su residencia y el lugar de salida del crucero que eligió.

5. darle a cada pasajero un crédito en el barco de US$ 300 por inconvenientes sufridos.

6. Demandamos su respuesta antes de las 4 PM del día de hoy (ayer)".

La carta culminaba diciendo que "si no recibimos una respuesta afirmativa y los vouchers para el 13 de diciembre a las 10 AM, "nosotros, como grupo, procederemos de acuerdo a nuestros derechos".

A bordo del "Norwegian Dream" viajan varios abogados que se encuentran de vacaciones, por lo que ayer algunos bromeaban en cuanto a que "asesoramiento legal no nos va a faltar".

También había quienes, por las peripecias sufridas desde el lunes, habían rebautizado al "Norwegian Dream" (sueño noruego) como "Norwegian Hell" (infierno noruego).

El País intentó hablar con el capitán Nenad Mogic, o con algún integrante de su tripulación, pero uno de los encargados de seguridad del barco, apurado y con rostro de pocos amigos, se encargó de aclarar que nadie haría declaraciones.

Algunos argentinos que viajaban en el crucero tenían especial interés en visitar las Islas Malvinas, lo cual no les es tan sencillo (casi como ir a Cuba para un estadounidense), al haberse cumplido este año el 25 aniversario de la guerra con Inglaterra por la soberanía sobre estos archipiélagos australes.

El vocero de la empresa J.R. Williams, que representa al crucero ante las autoridades uruguayas, Andrew Cooper, aclaró que todos los reclamos de los turistas deben ser atendidos por la Norwegian Cruise Lines, propietaria del barco. "Nosotros somos un simple agente marítimo en Uruguay. J.R. Williams no tiene nada que ver con esto", subrayó.

INVESTIGACIÓN. Uno de los pasajeros del "Norwegian Dream", marino y propietario de barcos, dijo a El País que el remolcador paraguayo que cinchaba los contenedores y automóviles se "liberó" de la barcaza minutos antes de la colisión.

La investigación deberá aclarar si lo hizo porque era inminente el choque -para no sufrir el impacto- o si se cortó la linga que lo mantenía unido a la carga. También deberán determinarse las eventuales responsabilidades del Control Marítimo, que permitió la operación de la chata cerca del casco del "Norwegian Dream".

Fuentes portuarias indicaron sin embargo que el canal es "lo suficientemente amplio como para que quepan y maniobren ambas embarcaciones cómodamente".

Al cierre de esta edición, no se habían podido recuperar ni los automóviles ni los contenedores que cayeron al agua.

De todos modos, para Prefectura Nacional Naval, la seguridad dentro del recinto portuario está asegurada.

En la tarde del martes se liberó el tráfico para los barcos grandes (cruceros y portacontenedores) con calados superiores a 5 metros. La operativa de la empresa Buquebús y de los pesqueros nunca se llegó a ver afectada.

Se cree que los contenedores se movieron con las corrientes hacia el este del canal.

Por eso, Prefectura hará un rastrillaje desde la boca del puerto hasta Punta Carretas, una zona de aguas poco profundas, transitada por embarcaciones pequeñas, que ya fueron advertidas sobre la presencia de estos elementos extraños en el lecho marino.

Otra posibilidad es que los automóviles no se recuperen jamás, y que se vayan deteriorando y hundiendo en el barro de la bahía de Montevideo.

El costo de la reparación que se le está haciendo al crucero asciende a US$ 120.000, aunque se trata de un trabajo parcial, atendiendo las exigencias del seguro y de Prefectura.

El "Norwegian Dream", ingresará a dique en julio del próximo año.

El efectivo motín en el Queen Mary

A fines de enero de 2006, los pasajeros del mayor crucero del mundo, el "Queen Mary 2", se amotinaron y consiguieron la devolución total de sus billetes. El motín de los pasajeros comenzó cuando los responsables del barco cancelaron tres escalas -St. Kitts, Barbados y Salvador de Bahía-para recuperar el tiempo que se había perdido por una avería. Los 2.528 pasajeros permanecieron seis días consecutivos a bordo del crucero que hacía el viaje Nueva York- Rio de Janeiro. Los pasajeros se quejaban de que se les avisó de que no se harían estas paradas cuando el crucero ya estaba en el mar y muchos habían pagado excursiones y hoteles en esas escala. En compensación, la empresa naviera Cunard les ofreció abonar la mitad de sus billetes, precio que no incluía el vuelo en avión para regresar al punto de partida. Tras rechazarlo, los viajeros amenazaron con hacer una "sentada" y no desembarcar en el puerto de destino. Ante esto, la empresa decidió reembolsar el importe, boleto de avión incluido.

El segundo golpe con contenedores

Quince minutos después de la medianoche del 24 de agosto de 1999, unos 2.400 pasajeros en el Norwegian Dream se despertaron con un golpe y una sacudida. En el Canal de la Mancha, el crucero había chocado contra un portacontenedores de bandera panameña, el Ever Decent. "Enseguida pensamos en el Titanic, no sabíamos si nos íbamos a hundir o no", comentaban los pasajeros. El Norwegian Dream llegó al puerto inglés de Dover. Unos 20 pasajeros sufrieron heridas leves. Mientras, los 25 tripulantes del carguero batallaban en mar abierto contra un incendio desatado por el impacto. La responsabilidad del accidente le cupo al oficial de guardia del crucero, según consigna la publicación American Maritime Officer, basándose en el informe de la autoridad de Bahamas, encargada de la pesquisa.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad