El desenlace del Turturiello tuvo como protagonistas a dos potrillos que en lo previo no contaban con demasiados adeptos: Assurdo y El Petete, los que de los 200 finales al disco se robaron las miradas de todos, dejando a sus rivales como simples figuras decorativas.

Tras correr cerca de los punteros, algo que no es habitual en él, El Petete dominó cuando en la recta final aún era de madrugada y por el centro de la pista no dudó en ampliar diferencias sobre Dublinense y Mascherano. Pero Assurdo comenzó a descontar y al enfrentar el Folle, amagó con pasar de largo en busca de una cómoda victoria. Sin embargo El Petete no se rindió así nomás y al cruzar el disco apenas 3/4 de cuerpo lo separaron del vencedor.

Así Assurdo confirmó que más distancia era lo que precisaba para rendir mejor, mientras que El Petete volvió a parecerse a aquél que en agosto había puesto en aprietos al mismísimo Rock Ascot.