Buenos Aires - El presidente argentino Néstor Kirchner afirmó hoy que su país "ya no tiene más relaciones carnales con nadie", al rechazar las eventuales sanciones económicas que Estados Unidos puede adoptar contra Argentina, Brasil y Venezuela.
El vocero de la Oficina del representante comercial de Estados Unidos, Stephen Norton, confirmó ayer que la administración del presidente George Bush estudia eliminar los beneficios arancelarios que concede a doce países, entre los que figuran los tres sudamericanos, a través del denominado Sistema General de Preferencias(SGP).
En el caso de Argentina, Venezuela y Brasil, la decisión sería adoptada en represalia por la resistencia de estos proyectos al proyecto ALCA de Washington, como se expresó en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata.
Kirchner respondió hoy que Argentina ya no tiene más relaciones carnales con nadie al rechazar la amenaza de sanciones comerciales de Estados Unidos, que tampoco son novedosas, ya que Washington aplicó una sanción similar en 1997 a causa de la ley de Patentes.
"He leído algunos titulares acerca de que Estados Unidos, como las viejas teorías del imperio romano, iba a sancionar al país por el ALCA y la OMC (Organización Mundial de Comercio). Es bueno que todos tengamos presente que este país ya no tiene más relaciones carnales con nadie, que este es un país independiente", lanzó Kirchner, durante un acto en la Casa de Gobierno.
José Octavio Bordón, embajador argentino en Washington, minimizó el impacto de las sanciones comerciales al asegurar que sólo afectará al 15 por ciento de las exportaciones hacia Estados Unidos, equivalente a 600 millones de dólares.
"Es incorrecto hablar de sanciones comerciales. Estados Unidos retira ventajas arancelarias que unilateralmente da a ciertos países y productos", explicó Bordón al periodismo argentino.
Las exportaciones argentinas beneficiadas por el SGP incluyen productos de cuero, aluminio y textiles. Pese a las relaciones carnales del ex presidente Carlos Menem (1989-1999) con Washington, el presidente Bill Clinton en 1997 debió excluir exportaciones argentinas del sistema de preferencias arancelarias, por presión de las multinacionales farmacéuticas de su país, disconformes con la ley de patentes sancionada en el Congreso de Buenos Aires.
ANSA