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Unión y fuerza (III)

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En la entrega anterior habíamos llegado a 1939 en distintas actuaciones que se sucedieron en el Nacionalismo Independiente bregando por lema propio.

Así en 1940, año intermedio entre las elecciones de 1938 y de 1942, aún subsistía la resistencia a votar junto al Herrerismo y se reclamaba con ahínco un lema propio aún cuando fuera accidental. Y así expresaban esos anhelos los diarios capitalinos y del interior que estaban alineados en el Nacionalismo Independiente.

En un editorial de El Plata se recordaba la Convención de 1941, cuyas sesiones habían sido precedidas de un largo período de discusión pública respecto de la concurrencia a las urnas. En aquella ocasión, concurrieron 112 convencionales de un total de 155 integrantes de la Convención, 65 se pronunciaron por la adopción del lema accidental y solamente 13 por la vuelta al lema histórico.

Era de una clara evidencia que el Nacionalismo Independiente volvía a las urnas, pero la unidad del Partido seguía en esa espera que duró 25 años. Las elecciones de 1942, a raíz de la crisis institucional del 21 de febrero, se pospusieron hasta noviembre. En agosto de ese año, el Directorio del Partido Nacional que presidía el Dr. Martín R. Echegoyen, recibió una nota referente a la Asamblea inicial del "Movimiento pro-reconstrucción del Partido Nacional", incluyendo sus principios básicos. En el texto establece la nota que "nuestros propósitos encuentran eco extraordinario en el Partido, en el pueblo nacionalista, pero aspiramos a alcanzar su realización, si es posible, por los medios más ponderados y convenientes, confiando en la buena voluntad y en el alto juicio de los dirigentes de las fracciones partidarias". Firmaban la nota Emeterio Arrospide, presidente y Juan José Gari y Aquilino González, secretarios.

El Directorio contestó esta nota, con la inconfundible redacción de Echegoyen: "... Este Directorio ha considerado con la debida atención esa iniciativa y, en respuesta, debe expresarle que conceptúa digno de encomio todo propósito de lograr para el Partido, la plenitud de la función que le corresponde históricamente... En consecuencia le es muy grato hacerlo constar así, con sus votos por el buen éxito de tan patrióticos propósitos". Firmaban Echegoyen, presidente y Carlos Ma. Penadés, secretario.

Por su parte el Directorio del Nacionalismo Independiente, haciendo referencia a su Convención de 1942, emitirá una declaración firmada por sus integrantes presididos por Alfredo García Morales, cuyo final transcribimos: "... En alto la bandera de solidaridad moral, amplia y sin reservas, con las naciones que defienden en esta hora decisiva los fueros de la conciencia humana (estaba en su plenitud la 2a. guerra mundial). Unido bajo la insignia desplegada hace diez años en la batalla por la dignidad nacional. Obediente al consejo de las autoridades, el Nacionalismo Independiente debe consagrar todos sus esfuerzos a intensificar los trabajos inscripcionales y a prepararse para intervenir con la máxima eficacia en los comicios de 1942".

Se llegará a la elección con el lema accidental. Hubo dura discusión en la Junta Electoral —que estaba en Soriano casi Cuareim— sobre la denominación del Lema que finalmente fue "Partido Nacional Independiente". El Delegado nacionalista independiente logró hacer prevalecer la opinión de su Partido y en ello dejó la vida, pues saliendo de la Junta, entró en la farmacia de la Asociación Fraternidad, que estaba en Yi entre Soriano y San José, donde nada pudo hacerse. Era otro mojón de la áspera disputa entre blancos, sin poder llegar a la unidad, lo que aún se mantendría en pie en los comicios de 1946 y 1950 y en parte, en los de 1954.

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