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Uruguayos en la cima del Himalaya

| La travesía que tienen programada insume 45 días y la expedición tiene un costo de 160 mil dólares

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LEONEL GARCIA

Años de entrenamiento, meses de preparación, semanas de aclimatación, días de difícil escalada para sólo poder disfrutar menos de diez minutos en la cima. En cruel y resumida síntesis eso es lo que les ocurre a quienes quieren escalar y sobrepasa los ocho mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Leonardo Pérez (32) tiene la ilusión de ser parte de la primera expedición formada íntegramente por uruguayos que conquiste uno de los picos de la cordillera del Himalaya. No sólo quieren lograr su objetivo sino documentarlo en video así como también filmar costumbres y lugares de un lugar tan exótico para los ojos occidentales como el Nepal y sus alrededores.

Pérez tiene pensado partir, junto a otras seis personas entre montañistas y filmadores a fines de marzo.

La fecha no es antojadiza ya que es entre abril y mayo, cuando los picos parece estar más receptivos a que su cumbre sea alcanzada. Antes de la llegada del Monzón.

También en setiembre, luego del Monzón, se produce una brecha de tiempo, unos 20 días, en los que alcanzar las cimas del Himalaya —o su cordillera vecina, Karakaroum— es más accesible. Pero este lapso es recomendable a quienes tengan experiencia en cumbres superiores a los ocho mil metros.

Si bien en un principio se barajó la posibilidad de subir al Everest, que con sus 8.850 metros es la montaña más alta del mundo, finalmente los expedicionarios decidieron —cálculos económicos mediante— "correrse" 27 kilómetros y escalar el Cho Oyu. Su cima, ubicada a 8.201 metros sobre el nivel del mar, lo convierte en el sexto monte en tamaño de la Tierra.

El total de la travesía insume 45 días. Y si todo sale bien, desde la llegada a Katmandú, capital del Nepal —situada a 1.700 metros sobre el nivel del mar—, hasta el acceso a la cumbre deben pasar 33 jornadas.

"Por cada lugar complicado hay que permanecer tres días para aclimatarse, que es el tema fundamental. A la segunda o tercera jornada se tiene que llegar al campamento base, que está a 5.400 metros. Ahí, tres días. Luego 6.200, 6.800 hasta llegar al ‘punto de quiebre’ que ronda los siete mil metros sobre el nivel del mar", cuenta Pérez. Cada 24 horas ascenderán entre 300 y 500 metros.

Este deportista —además de escalador, enseña buceo y ha participado representando a Uruguay en tres Eco-Challenge—no es un desconocido de las cumbres. En tres oportunidades llegó a la cima del Aconcagua, que no sólo se trata de la montaña más alta de América del Sur sino la mayor del mundo excluyendo las pertenecientes a la cadena del Himalaya (6.962 metros).

Otro de sus logros es haber vencido al pico más alto de América del Norte que, el McKinley (6.195 metros), ubicado en Alaska.

"Ahí sí que la pasé mal", recuerda. Asegura que todavía siente los veintisiete grados bajo cero que tuvo que soportar en aquella oportunidad.

ENTRENAMIENTO. Para Leonardo Pérez, lo fundamental en el entrenamiento antes de la aclimatación, pasa por fortalecer la parte aeróbica y la cardiovascular, lo que se logra con un buen gimnasio.

El montañista dedica al menos cuatro jornadas semanales a hacer largas recorridas. A eso se suma trabajo de pesas, en los cuales es fundamental ejercitar la respiración.

Entonces, todos los días bicicleta al Prado o la Rambla, dos veces a la semana aparatos y un rato de "escalador", cargando una mochila pesada. Y si el tiempo lo permite, al menos una vez a la semana, natación. Como viven en lugares distantes, los escaladores se entrenan de forma separada.

Pérez puntualiza que más allá de lo físico, también es necesaria una gran fuerza psicológica. "Llega un momento en que la cabeza parece que te gritara ‘no puedo más, no puedo más, quiero bajar’. Se trata de controlar los miedos en momentos en que permanentemente sobrevuelan las posibilidades de los trastornos típicos de la altura", relató.

La alimentación no es un tema menor. "Por arriba de cinco mil metros de altura se necesitan unas ocho mil calorías al día", señala el alpinista. Un "manjar" infaltable para esta expedición es el ajo, tanto para hacer polentas o milanesas.

La fruta seca y grandes cantidades de líquido tendrán que ser consumidos permanentemente.

COSTOS. Subir a cualquiera de las montañas del Himalaya es una experiencia tan riesgosa como costosa. Y se encarece aún más si se quiere filmar un documental.

Ezequiel Fernández estima entre "160 ó 170 mil dólares" el costo de la expedición.

"Entre permisos, sherpas (guías nativos), estadía en los campamentos base y yaks (bovinos tibetanos encargados de portar equipaje) para el Everest hay que pagar, si además se quiere filmar, unos 50 mil dólares. Para el Cho Oyu ‘alcanzaba’ con doce o quince", dice Fernández. De todas formas, la parte de producción se está esmerando en la búsqueda de más sponsors para conseguir los cuarenta mil dólares que faltarían para completar el dinero necesario.

"Si no llega a salir este año, en el 2005 me mando solo arreglando con gente de afuera. Pienso que acá no hay mentalidad para estos proyectos", comentó Peréz.

Llegar al Everest en el 2005

La expedición de Leonardo Pérez, Daniel Osaba y —posiblemente— Carlos Conti no es la única que relaciona al Himalaya con Uruguay en un futuro cercano. En este caso el año 2005.

Juan Guazzone (33) es uruguayo y desde hace cinco años vive en la ciudad de Maple, en Florida, Estados Unidos. Es casado y tiene un hijo, Leonardo, de tres años.

Este ex empleado público de la OSE, que actualmente trabaja como instalador de aire acondicionado en Maple, hace diez años que practica el montañismo. Y en este sentido quiere alcanzar, entre marzo y mayo de 2005, la cumbre más alta del mundo: el Everest.

Para esta travesía estará acompañado por Joel Avila, un escalador venezolano.

Guazzone asegura haber subido al Aconcagua y conocer bien la cordillera de los Andes. "Además, me he probado en ascensiones en todos los climas de Estados Unidos y siempre resistí bien", comentó.

Los números que maneja para ascender al Everest son sumamente distintos a los de la expedición local. Sostiene que con doce mil dólares "se solventa todo: viaje, estadía, guías y todos los gastos".

"Mi sueño empezó desde que tenía cinco años, veía fotos del Tíbet y me imaginaba arriba. No quiero plata ni busco fama", indicó.

Sus conocidos los llaman "el Hombre Araña".

"Puedo escalar a grandes alturas utilizando sólo las manos. Conozco la técnica para descansar en el aire, basta con acomodar la pelvis", aseguró.

DATOS

El alpinismo nació en Europa durante el siglo XVIII. Los primeros objetivos estuvieron en los Alpes.

Himalaya significa "morada de las nieves" en sánscrito y tiene más de 30 picos que superan los 7.600 metros de altitud.

El monte Everest es el pico más alto del mundo con 8.850 metros. Los primeros en ascender a la cima fueron el neocelandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay.

Hasta ahora ningún uruguayo escaló alguno de los picos del Himalaya. Sin embargo, varios latinoamericanos han inscrito sus nombres entre quienes alcanzaron los diferentes techos del mundo.

En Uruguay, la mayor altura corresponde a la cima del Cerro Catedral, en Maldonado (513 metros sobre el nivel del mar).

El nombre Cho Oyu significa "Diosa turquesa" y se debe a que brilla con ese color al atardecer. Es el segundo pico superior a los ocho mil metros en intentos de ascención, luego del Everest. Hoy cuenta con doce rutas para su escalada. El hombre puso pie en su cumbre por primera vez en 1954.

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