Los Amigos de la Universidad de Tel Aviv en Argentina, una asociación que organiza conferencias, simposios, congresos y otros eventos de alto nivel académico con personalidades relevantes de la Universidad de Tel Aviv y de expertos de la región, trajo una vez más a Punta del Este un encuentro en el que se pusieron sobre la mesa temas vigentes e importantes.

En la charla ¿Es posible vivir en un mundo mejor? Dilemas de la civilización en el siglo XXI, que tuvo lugar en la noche del sábado 14 de enero en el hotel Enjoy Punta del Este, contó con la participación del expresidente uruguayo Luis Alberto Lacalle Herrera, de la analista española en prensa, radio y televisión Pilar Rahola Martínez, y del ensayista argentino Santiago Kovadloff, al tiempo que sirvió de homenaje a Adolfo y Miriam Smolarz, dos personas que estuvieron muy involucradas en la asociación.

Foto: Ricardo Figueredo

El primero en hablar fue Lacalle Herrera, quien destacó el nombre de la conferencia: “Me gusta la pregunta de si es posible vivir en un mundo mejor porque si hablamos de algo que puede ser mejor es porque hay algo bueno y ese título nos pide elaborar sobre cosas buenas. Así que es bueno que digamos que se puede mejorar; eso es lo que ha impulsado al ser humano desde que existe, ese estar un poco mejor es la gran fuerza positiva que anima a los países y a las instituciones”.

El expresidente centró su discurso en tres grandes temas: la situación medioambiental, la pobreza y la guerra.

En relación a la primera temática, Lacalle Herrera sostuvo que es una de las más trascendentes que hoy enfrenta la humanidad. Dijo que “su desarrollo hacia lo malo es tan tenue y sutil que no lo advertimos”. Y añadió: “Hablamos de décadas, de siglos de calentamiento global, de derretimiento de los hielos, que se producen en instancias mínimas y son como un veneno sutil que no nos damos cuenta que nos va afectando, hasta que un día es demasiado tarde”.

El ex mandatario señaló que este no es solo “un tema nuestro” sino que también “es de nuestros hijos y de nuestros nietos, porque dentro de tres generaciones ahí sí tal vez se advierta el escalón al que hoy vamos bajando”.

Agregó que hacer algo positivo es de las tareas más difíciles que el hombre puede enfrentar porque implica la colaboración de todos. En este sentido, sostuvo que los gobiernos pueden tomar medidas, pero lo importante es que cada uno de los ciudadanos comience por casa, con pequeñas acciones.

Respecto a la pobreza, hizo hincapié en que la misma “puede aminorarse con la donación, con la caridad, pero solamente con el desarrollo económico auténtico es que puede empezar a cambiar”. En este punto, reclamó las aperturas económicas necesarias para que el desarrollo genere empleo.

Sobre la guerra, otro de los temas más importantes que enfrenta la humanidad, Lacalle Herrera dijo que lograr la paz “tiene que ser una de las preocupaciones de los gobernantes y de las instituciones internacionales”. En su conferencia, expresó: “Creo que puede haber un mundo mejor. No vamos a pedir generosidad política internacional ni que los intereses desaparezcan, pero sí que prime un sentido de conservación”.

La española Rahola Martínez habló luego, entre otros temas, de geopolítica, medioambiente y los derechos de las mujeres (ver recuadro). En el pasaje dedicado a la geopolítica sostuvo que hay varios países de Latinoamérica viviendo una situación preocupante puesto que “es un reto enorme convertir las democracias en democracias mucho más sólidas”.

Foto: Ricardo Figueredo

A su juicio, “no hay buenas noticias al respecto. Porque la libertad no es a plazo fijo, hay que trabajarla día a día, hay que cuidarla y protegerla, porque la van erosionando y va desapareciendo”.

En la misma línea que Lacalle Herrera, la española indicó que “uno de los grandes retos es, sin ninguna duda, el cambio climático, y estoy de acuerdo con eso de que cada uno de nosotros no podemos salvar al Amazonas pero podemos regar y cuidar el jardín de casa”.

En el evento destacó que “hay mucha gente trabajando en la dirección correcta en este tema, pero aún estamos lejos de resolver una cuestión que nos va a cambiar la vida en muchos sentidos”.

La oradora añadió que actualmente “tenemos democracias peores que hace un tiempo; las sólidas se han adelgazado, las que no lo eran lo son aún menos y algunas directamente ya son dictaduras blandas. Tenemos una crisis tremenda de desconfianza en zonas donde existe la democracia y hay una erosión permanente de los derechos civiles”.

Kovadloff, por su parte, tocó en su discurso varios temas pero no dudó en resaltar, al igual que el exmandatario uruguayo, la importancia de mantener viva la esperanza: “Hay que cuidarse del optimismo, porque el optimismo consiste en creer que las cosas van a andar bien, pero la cultura es frágil y si no la cuidamos se pudre. Entonces, seamos sí esperanzados, pero no optimistas”, dijo.

Foto: Ricardo Figueredo

El argentino definió a la esperanza como “la posibilidad de ver matices que impiden encerrarse en un diagnostico terminal”.

También hubo coincidencia entre el discurso de Kovadloff y los otros expositores en el caso de la problemática medioambiental que atraviesa el mundo, en particular, en eso de que todos podemos aportar nuestro grano de arena para hacer del mundo un lugar mejor: “Cada uno de nosotros tienen responsabilidades”, sostuvo. Y concluyó insistiendo en que “no podemos ser espectadores en un mundo como el de hoy; no hay lugar para la prescindencia”.

Rahola Martínez dijo que una de sus mayores preocupaciones son los derechos de la mujer: “Estoy harta de estar enormemente preocupada por este tema. En nuestras democracias liberales, en nuestros Estados de derechos o repúblicas continuamos con problemas. En este momento en lo que va del año en donde vivo van cuatro mujeres muertas por violencia de género. En diciembre fueron 13. ¿Se imaginan que hubieran sido 13 futbolistas? Estarían todos histéricos”.

La española sostuvo que “hay que lanzar un mensaje permanente: la mujer no es un objeto, ni una propiedad, no se la puede dominar, ni pegar, ni matar”. De esta manera, resaltó la importancia de enfocarse en los que cuidan los derechos de la mujer. “Hay mujeres esclavas, incluso en países miembros de la ONU, que no tienen derecho a amar a quien quieran o a ser poetas, a ser escritoras, a ser médicas”, señaló.