La manera en que hablamos podría revelar más de lo que pensamos. Podría dar una pista certera sobre qué tan saludable está nuestro cerebro. Desde Montevideo, la empresa TELL utiliza inteligencia artificial para analizar la voz y el lenguaje con el objetivo de detectar y monitorear enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson. A partir de más de una década de investigación científica y bases de datos de miles de pacientes, sus algoritmos entrenan modelos de Machine Learning capaces de identificar patrones de habla asociados a distintas condiciones neurológicas.
Cada palabra que pronunciamos podría revelar señales tempranas de enfermedades como Alzheimero Parkinson. Toolkit to Examine Lifelike Language (TELL), una empresa tecnológica argentina con base en Montevideo, usa IA para analizar la voz e identificar patrones que podrían anticipar deterioros cognitivos antes de que sean clínicamente visibles.
“No se trata solo del lenguaje natural: necesitamos evaluar memoria y control motor, entre otros aspectos, para obtener un perfil completo”, explica Fernando Johann, CEO de TELL, quien hoy dará la charla “Una ventana a la salud cerebral a través de la voz” en la nueva edición de Campus Party, la feria de innovación y tecnología que tendrá lugar hasta mañana en el Latu.
Con miles de pacientes estudiados y algoritmos entrenados para distintas patologías, la herramienta promete llevar el diagnóstico temprano más allá del consultorio médico, acercando la salud cerebral al día a día de las personas.
¿Cómo funciona la tecnología?
La plataforma de TELL combina varias tareas para evaluar la salud cerebral: el análisis del lenguaje natural, pruebas de memoria semántica —como nombrar todos los animales que se le ocurren—, ejercicios de memoria episódica, donde se pide recordar una película que se ha visto, y tareas de control motor con la voz, como repetir sonidos específicos. Cada tipo de prueba tiene sensibilidad distinta según la condición: por ejemplo, la tarea de repetición de sonidos es muy sensible al Parkinson, mientras que la memoria episódica lo es más al Alzheimer.
Actualmente, la plataforma trabaja con Alzheimer, Parkinson, afasia primaria y progresiva, demencia frontotemporal y deterioro cognitivo leve. La compañía ha recolectado y procesado muestras de miles de pacientes, generando perfiles que la tecnología puede analizar con precisión. En ese sentido, el sistema alcanza una precisión del 90% para detectar Alzheimer, 96% para Parkinson, 95% para variantes de afasia, 82% para demencia frontotemporal y 80% para deterioro cognitivo leve.
Johann explica que algunas manifestaciones de las enfermedades neurodegenerativas son clínicamente conocidas, pero difíciles de medir de manera masiva sin tecnología. “Por ejemplo, el rango de frecuencias que utilizamos al hablar se va reduciendo a medida que el Parkinson avanza. Al principio se utilizan dos octavas de rango de frecuencia, y si la enfermedad progresa, termina en un habla monocorde, como un robot, sin variabilidad”, detalla. En la demencia, por ejemplo, hay falta de acceso a la memoria de corto plazo, mientras que en el Alzheimer las dificultades se presentan más en la memoria de largo plazo. En la afasia, los pacientes muestran dificultad para encontrar palabras, y en el Parkinson aparecen pausas cada vez más largas y problemas para iniciar el habla.
Además de enfermedades neurodegenerativas, TELL está ampliando su alcance hacia la salud mental y el neurodesarrollo. La empresa trabaja en marcadores tempranos de autismo en niños, análisis del déficit de atención y evaluación de estados de ansiedad, depresión y burnout en adultos.
En Uruguay, TELL lleva tres años trabajando con hospitales e investigadores: la herramienta tiene interés y uso en Udelar, el Hospital de Clínicas, el Cudim, el Hospital Evangélico y el Casmu. También exploran aplicaciones en residenciales y en el ámbito de salud mental. Johann destaca que la medicina es una industria conservadora y que “hay resistencia a incorporar datos”, además del miedo social frente a este tipo de patologías. Por eso, además de diagnóstico, la empresa trabaja en la evangelización del público: incluso ofrecen un test por WhatsApp que, aunque no da un diagnóstico, permite medir y acceder a información sobre la salud cerebral.
Borrar el miedo.
La compañía busca cambiar la percepción social y médica sobre estas enfermedades. Johann señala que, tanto en la comunidad médica como en la sociedad, existe miedo y resistencia. Para él, esa percepción es incorrecta y desactualizada: “Es como el imaginario colectivo: la enfermedad neurodegenerativa es una sentencia de muerte. Y no es así. Las enfermedades neurodegenerativas no tienen cura, eso es una realidad. Pero la presbicia tampoco tiene cura. Negar la posibilidad de estar mejor porque algo no tiene cura no es la forma correcta de ver las cosas”.
El CEO de TELL enfatiza que la detección temprana es clave: “Las dos drogas que se aprobaron en 2024 detienen el avance del Alzheimer solo funcionan cuando la enfermedad está en un estadio inicial. Tenés que tener el diagnóstico lo más temprano posible. No sirve lo contrario”.
Con ese enfoque, la empresa también trabaja en la “evangelización del público”. Por ejemplo, ofrece un test por WhatsApp que no da un diagnóstico, pero permite medir ciertos indicadores y brindar información sobre la salud cerebral: “Esa medición tiene un objetivo de evangelización: accedé, medite, infórmate”.
En palabras de Johann, el mensaje central es claro: saber cómo está nuestra salud cerebral no es motivo de miedo, sino una oportunidad para actuar antes de que los síntomas sean evidentes.