WindRunner será el avión más grande del mundo. Tras su desarrollo está la empresa estadounidense Radia y tendrá como misión facilitar el crecimiento de la energía eólica terrestre, cuyos componentes son difíciles de movilizar por carreteras y puertos.
WindRunner es una aeronave de tres pisos, mide 108 metros de longitud y tiene una envergadura de 80 metros, equipada con cuatro motores de alto empuje. Además, podrá aterrizar en pista de tierra de solo 1,8 kilómetros, inferior a las habituales.
Este avión no pretende competir con Boeing 747 ni mucho menos con Airbus, ya que su principal objetivo es transportar por aire las palas gigantes de las turbinas eólicas, las cuales hoy en día son demasiado grandes para viajar por tierra.
“La energía eólica está limitada, a menos que descubramos cómo transportar estos objetos gigantes por aire”, comentó el CEO y fundador de Radia Mark Lundstrom.
El vuelo de prueba de WindRunner iniciará en 2029
De acuerdo con la compañía, el proyecto está en una etapa avanzada y pretende revolucionar la forma en que se construyen los parques eólicos terrestres. El primer vuelo de prueba está previsto para finales de 2029, y su lanzamiento comercial podría concretarse en 2031, una vez obtenga la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA).
La aeronave tiene espacio suficiente para cargar palas eólicas de hasta 105 metros o varias piezas medianas en un solo vuelo. Asimismo, está fabricado en aluminio de alta resistencia, y su fuselaje fue diseñado para soportar aterrizajes en terrenos no pavimentados.
Sus alas son rectas, más parecidas a las de una avioneta que a las de un avión comercial, lo que permitirá velocidades de aterrizaje bajas y operaciones en entornos rurales.
“Queríamos un avión capaz de despegar y aterrizar en condiciones adversas, en pistas improvisadas, y que pudiera operar cerca de los proyectos eólicos”, comentó Lundstrom.
Un avión más autónomo y flexible
Una investigación realizada por la empresa demostró que estas turbinas podrían mejorar la eficiencia en un 20 %, reduciendo los costos eléctricos y las emisiones de carbono.
“Las turbinas más grandes hacen que los parques eólicos en zonas con vientos moderados sean rentables. Eso significa más energía limpia a menor costo”, señaló Mark Lundstrom.
“El objetivo no es solo volar más alto o más lejos, sino permitir que la energía eólica llegue a nuevos lugares y escale a un nivel verdaderamente global”, argumentó.
El Tiempo/GDA