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El sommelier que se pone la celeste: Federico representará a Uruguay en concurso mundial

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Federico De Moura. Foto: federico de Moura

VINOS

Un uruguayo Federico De Moura, oriundo de Melo, participará del concurso para elegir al Mejor Sommelier del Mundo de 2023.

El uruguayo Federico De Moura se pondrá la camiseta celeste para participar en el Concurso del Mejor Sommelierdel Mundo de 2023, encuentro que se realizará entre el 7 y el 12 de febrero en París, Francia.
Esta competencia mundial es organizada por la Association de la Sommellerie Internationale (A.S.I.) y se hace cada tres años.

La primera edición fue en el año 1969 y en aquella ocasión se realizó en Bélgica.

En esta nueva edición, el encuentro reunirá en París a unos 70 candidatos de 67 países, tras haber sido elegidos como los mejores a nivel nacional.

Federico nació en Melo, departamento de Cerro Largo. Cuando terminó sus estudios secundarios se mudó a la capital con la idea de estudiar y trabajar. Con 19 años comenzó a cursar Gastronomía en la UTU, hizo también cursos de barman profesional y en paralelo siempre trabajó en distintos restaurantes, principalmente como mozo.

En uno de ellos, al ver la pasión que empezaba a despertarle en él el mundo del vino, también le ofrecieron hacerse cargo de ordenar la cava y controlar las botellas: “Ese fue el primer paso importante para mí, para luego tomar la decisión de estudiar enología. Y en esa temporada mi papá me dijo que habían abierto las inscripciones para el primer curso de Sommelier Profesional en la Facultad de Química”, contó a El País.

Así, en 2004 se dictó el curso por primera vez y Federico recibió su diploma al año siguiente.

Luego de graduarse, se ha destacado en distintos concursos alrededor del mundo. Logró, por ejemplo, el reconocimiento de Mejor Sommelier de Uruguay en 2009, 2012, 2015 y 2017. Además, también ha sido un buen representante del continente americano logrando acceder a las semifinales, quedando en los primeros 10 puestos en los panamericanos realizados en Brasil (2012), Chile (2015) y Canadá (2018).

Pero después de trabajar en varios locales gastronómicos del país, cuando sintió que “encontró un techo en Uruguay”, decidió emigrar. Eso fue a fines de 2019 y actualmente vive junto a su familia en Logroño, España, donde se desempeña como sommelier de Marqués de Murrieta, una bodega española ubicada en La Rioja, que recientemente fue seleccionada como la mejor del mundo por la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino.

Sobre el concurso.

El reconocimiento que otorga esta competencia mundial es uno de los títulos más prestigiosos que puede recibir un sommelier. Y es un evento que, además de reconocer y dar valor al oficio, ayuda a posicionar a los países participantes, Uruguay incluido, como sitios vitivinícolas y promotores del enoturismo.

Federico contó que, si bien este encuentro se realiza desde 1969, la participación de Uruguay comenzó recién en 2010, en el encuentro que se hizo en Chile, debido a que fue en ese año que nuestro país pasó a formar parte de la Asociación de Sommeliers Internacional.

El sommelier uruguayo contó cómo se desarrollan algunas de las instancias de este concurso. Detalló, por ejemplo, que en una primera fase de eliminatorias todos los participantes deben hacer una prueba teórica.
“Previamente, uno tiene que decidir y firmar un documento en el que indica en qué idioma va a hacer la presentación, que no puede ser nunca su lengua materna. En mi caso, por ejemplo, yo elijo hacerlo en inglés”.
Siempre siguiendo la regla que no sea la lengua materna del participante, este puede escoger entre español, inglés o francés.

Explicó, además, que los miembros del jurado no corrigen las pruebas por nombre, sino que cada participante tiene un número para así hacer el proceso más transparente y que sea anónimo para quien evalúa.

Luego, explicó, se examinan distintos vinos que los candidatos tienen que describir con aspectos que van desde lo olfativo, hasta visuales, etc. Se habla de variedad de uvas, de cosechas, precios promedio, maridajes, se toma en cuenta el manejo del idioma, la presencia y más. Mucho más. “El teórico tiene unas 100 preguntas, luego tenemos 15 minutos para la cata de dos vinos, después cata a ciegas de tres destilados y, por último, en una sala cada uno a su turno se hace servicio”, contó Federico a El País.

A pesar de la experiencia, los nervios están presentes porque nunca se sabe qué tocará. “Te piden algo puntual, a veces hay ‘trampas’ como que te piden un vino que no hay, etc.”, sostuvo.

Así, Federico se prepara y en febrero se pondrá la celeste para representar a Uruguay.

Humildad, dedicación y pasión.

Para el sommelier Federico De Moura, quien participó varias veces en la competencia de Mejor Sommelier del Mundo y lo hará nuevamente en febrero del 2023, a esta profesión “se le debería dar mucha más importancia que la que se le da porque un buen sommelier en cualquier restaurante aumentaría exponencialmente la capacidad de rentabilidad” a través de la buena experiencia con los comensales.

Para el uruguayo, lo más importante para poder dedicarse a esta carrera es la humildad y el saber que hay que mantenerse en constante aprendizaje: “Uno siempre tiene un vasto campo como para poder aprender. Es primordial tener buena educación, mucha dedicación y pasión por lo que uno hace. Sin esas cosas creo que uno no podría salir adelante como un buen profesional”, dijo.

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