EVENTO
Referentes de distintas áreas de la oncología hablaron del avance en métodos de diagnóstico y en tratamientos dirigidos que logran "cronificar" una enfermedad ya no es más una "sentencia de muerte"
“La incógnita más grande es cómo se produce la metástasis que es lo que tenemos que resolver porque es lo que mata al paciente”. Esa frase de Jean Claude Zenklusen, director en The Cancer Genome Atlas en el Instituto del Cáncer de Estados Unidos, resume lo expuesto por diversos referentes en distintas áreas de la oncología convocados para la tercera edición de Nueva visión del cáncer.
Si bien todavía hay muchísimas respuestas por resolver, los expertos coincidieron en que el conocimiento que se tiene hoy sobre muchos tipos de cánceres y el avance en métodos de diagnósticos y en tratamientos dirigidos en los que, además, intervienen nuevas tecnologías como el big data y la inteligencia artificial, logran en muchos casos transformar una enfermedad que “antes era una sentencia de muerte” en patologías que son curables.
En este evento, se habló cómo las terapias blanco moleculares, inmunoterapiay tratamiento agnóstico han conseguido la “cronificación” de algunos tipos de cáncer aportándole al paciente más años de vida luego de finalizado el tratamiento y un transcurso de la enfermedad con menos toxicidad. Y se hizo hincapié en la necesidad de avanzar en estudios clínicos en el país. Lo último fue señalado como un gran debe por Luis Ubillos, vicepresidente del Instituto Nacional del Cáncer.

Uruguay tiene buena investigación básica, en la investigación clínica está en un debe importante, ya sea investigación independiente o esponsorizada por las farmacéuticas y eso es un problema grave porque la investigación clínica es un derecho del paciente
Por su parte, Carlos Barrios, director e investigador del Centro de Investigación en Oncología en el Hospital San Lucas de la Universidad Católica de Rio Grande del Sur, dijo durante su exposición: “La oncología ha cambiado en forma dramática en los últimos 20 años. La medicina personalizada ha determinado que los pacientes no sean iguales y mejoren en forma significativa. Hay enfermedades distintas con diagnósticos distintos y pronósticos distintos".
Organizado por El País, el evento cuenta con el auspicio de Cudim (Centro Uruguayo de Imagenología Molecular), Hospital Británico y Avón. Apoyan el INCA (Instituto Nacional del Cáncer), Pronaccan (Programa Nacional de Control del Cáncer, MSP), Alianza de Pacientes, Livestrong Uruguay y el Observatorio Oncológico, ATUR. La coorganización es de STE Comunicaciones.
Cudim: estudios oncológicos gratuitos
Pablo Duarte, director general de Cudim, abrió el evento con una noticia: esta institución decidió realizar sin costo para los pacientes oncológicos todos los estudios que no estén contemplados en las prestaciones que cubre el Fondo Nacional de Recursos (FNR). “En el país no puede quedar un paciente sin estudios por el costo”, afirmó.
Uruguay tiene actualmente tres cámaras PET (tomografía por emisión de positrones) disponibles, lo cual es una cantidad suficiente para el total de la población; no obstante, están “subutilizadas” dado que hay una brecha significativa entre el interior y la capital. Duarte ofreció estos datos: “Del total de estudios PET, el 70% corresponde a la capital; del resto, solo el 5% corresponde a ASSE y la incidencia del cáncer es pareja en todo el país”.
En su intervención en Nueva visión del cáncer Duarte indicó que un tercio de los pacientes que acuden a Cudim por una prueba PET-CT obtienen un resultado que le brinda información a su médico tratante para redirigir el tratamiento. Así enfatizó la importancia de contar con estudios de forma temprana dado que es una herramienta que detecta cambios moleculares en las células que preceden a cambios anatómicos que pueden pasar inadvertidos en tomografías y ecografías. Con PET-CT “ganamos tiempo y podemos anticiparnos en el tratamiento y de esa forma mejorar los resultados que queremos tener”, apuntó.

El PET-CT es un estudio que de forma temprana puede ver los cambios moleculares dela célula que preceden a los cambios anatómicos. Ganamos tiempo y podemos anticiparnos en el tratamiento

El cáncer todo a todo el mundo independientemente de la raza, país y situación económica. Es una ruleta rusa. No se sabe a quién va a tocar. Y por eso tenemos que seguir luchando contra eso
Ese enemigo que ahora es vencido.
Jean Claude Zenklusen, director en The Cancer Genome Atlas, no tiene en tapujos en decir que su “enemigo personal” es el cáncer y que todo comenzó con la enfermedad y muerte de una prima muy cercana. Esa traumática experiencia que relató en la tercera edición de Nueva visión del cáncer lo llevó a realizar un doctorado en Estados Unidos y a convertirse en uno de los mayores contribuidores del conocimiento que hoy se tiene sobre esta enfermedad altamente heterogénea.
Los estudios de los genomas del cáncer lograron identificar más de 23 mil genes relacionados con muchos tipos de cáncer. Eso ha permitido conocer, a juicio de Zenklusen las “piezas de una maquinaria” y, por tanto, hoy se sabe “cómo reparar la máquina” en muchos casos gracias a la medicina personalizada, terapias blanco moleculares o inmunoterapia. El experto indicó que, “antes” de su retiro de la profesión, se tendrá información sobre otros tipos de tumores que todavía continúan siendo un misterio, por ejemplo, los tumores de células periféricas y los carcinomas de primario desconocido.
“Algunos tipos de cáncer son muy complicados y tienen la habilidad de cambiar a medida que le damos terapia al paciente. Pero en unos años vamos a transformar el cáncer de una enfermedad aguda y letal a una crónica y tratable”, apuntó en referencia a la oportunidad que se le da el paciente de vivir una vida más larga y plena. Por ejemplo, el linfoma más común tiene hoy una curación del 95%.
Zenklusen agregó: “El cáncer primario, en general, no mata a nadie. Lo que mata es la metástasis y está subestudiada. Hoy estamos intentando entender la metástasis y si se puede bloquearla”.

En pacientes en estadío 4, que ya no tienen acceso a terapias convencionales, hemos visto respuestas metabólicas completas (gracias a terapias blanco) y una vuelta a la calidad de vida
Al alto porcentaje de curación del linfoma que dio Zenklusen se le suman otros ejemplos que entregaron los médicos Diego Touyá, Pablo Muxi y Omar Alonso al hablar de medicina personalizada. Es el caso de la leucemia mieloide crónica que hace 20 años tenía una expectativa de vida de 3 años si el paciente recibía quimioterapia y un porcentaje de curación de 40% si recibía un trasplante. La terapia blanco molecular ha conseguido elevar la curación hasta el 85%. “Se han superado todos los pronósticos”, afirmó Muxi, director de la Unidad de Hematología y Trasplante de Progenitores Heatopoyéticos del Hospital Británico.

Hay productos químicos que son fáciles de producir. Los pacientes no tienen caída de pelo, no sienten náuseas, no necesitan transfusiones ni internaciones. Tenemos cada vez más enfermedades libres de quimioterapia
También es el caso de la leucemia mieloide aguda que antes tenía una mortalidad de hasta el 80% y hoy puede tratarse sin quimioterapia y alcanzar una curación del 90%. “Los pacientes no tienen caída de pelo, no sienten náuseas, no necesitan transfusiones ni internaciones. Tenemos cada vez más enfermedades libres de quimioterapia”.

La vedette de la inmunoterapia es el cáncer de pulmón. Es donde se han encontrado muchas más mutaciones. También en melanoma, cáncer de colon, de tiroides y tumores encefálicos. La lista va creciendo y se encuentran más dianas que dan beneficios a nuestros pacientes
¿Pero hay acceso a estos tratamientos de vanguardia? Los médicos coincidieron en que se ha avanzado muchísimo a favor del paciente. Para Muxi, por ejemplo, se ha logrado superar una primera fase de “acceso desparejo entre el sector privado y el público y el límite vergonzoso entre el norte y el sur del país”. En el presente, “la distribución es equitativa”.
No obstante, apuntó que la incorporación de nueva tecnología en las prestaciones del FNR todavía es lenta. Con todo, dijo en Nueva visión del cáncer: “Uruguay es pionero en América Latina. Pocos países tienen la distribución universal y equitativa de terapias blanco e inmunología con igual acceso para toda la población como nosotros”.
Omar Alonso, responsable de Investigación Clínica del Cudim, habló en base a la experiencia: “En pacientes en estadío 4, que ya no tienen acceso a terapias convencionales, hemos visto respuestas metabólicas completas (gracias a terapias blanco) y una vuelta a la calidad de vida”.

La investigación clínica es un nivelador de desigualdades. Puede entrar el más rico, el más pobre, blanco, pobre, mestizo. Solo deben cumplir con los criterios de inclusión, no de exclusión
Más investigación clínica y no al conejillo de indias.
“Las estrategias nuevas permiten curar enfermedades que antes no se curaban; hay una serie de enfermedades que están revolucionando la investigación clínica”, destacó Carlos Barrios, director del Centro de Investigación en Oncología en el Hospital San Lucas de la Universidad Católica de Rio Grande del Sur.
El investigador destacó la gran importancia que tiene la investigación clínica permitiendo, entre otras cosas, que quienes participen en ella se beneficien de los medicamentos en estudio antes que el resto de la población. Mencionó como ejemplos una investigación sobre un cáncer de mama muy agresivo con pronóstico mortal y otra sobre inmunoterapia.
En tal sentido, subrayó que hay que descartar el prejuicio del conejillo de indias y que en Uruguay hay que estimular iniciativas que permitan desarrollar más centros de investigación y hacer más estudios. “Es un círculo virtuoso porque todas las personas que participan en el proceso de investigación clínica tienen beneficios”, dijo. Entre ellos están el acceso a tratamientos, el ingreso al país de recursos y que el paciente deje de usar fondos destinados a ciertas medicaciones porque las paga quien financia el estudio.
En cuanto al tema del conejillo de indias, Osvaldo Arén, vicepresidente de la Fundación Chilena de Inmuno Oncología, señaló que “la investigación clínica es un nivelador de desigualdades. Puede entrar el más rico, el más pobre, el blanco, el mestizo; solo debe cumplir con los criterios de inclusión, no de exclusión”. Indicó que en Estados Unidos el 98% de quienes participan en los estudios son personas de ascendencia europea, por lo que hay que trabajar para que todos puedan ser estudiados y así avanzar en el conocimiento. Barrios, por su parte, menifestó que la investigación clínica es un proceso muy largo, para que el producto químico se transforme en medicamento pueden pasar entre 10 y 15 años. Además es un proceso costoso, que puede demandar entre US$ 1 millón y US$ 2,5 millones. “El proceso se está discutiendo para que sea más corto y barato”, remarcó e insitió en que cuanto más personas participen más rápido estarán disponibles los resultados y más se sabrá sobre el cáncer.


Hoy existen datos longitudinales que capturan toda la jornada del paciente. Si podemos integrarlos con datos episódicos entenderemos mejor la heterogeneidad de los pacientes y los médicos podrán tomar mejores decisiones
Desafíos para el país.
Otro tema es el acceso a la investigación clínica, que tanto Osvalo Arén, vicepresidente de la Fundación Chilena de Inmuno Oncología, como Isabel Alonso, directora del Instituto de Radiología y Centro de Lucha contra el Cáncer, indicaron en el evento que es fundamental para llegar al descubrimiento de tratamientos.

La quimioterapia es una herramienta que no vamos a poder dejar por muchos años
Alonso se lamentó que en Uruguay se hayan perdido muchos protocolos de investigación por los tiempos y por la red de burocracia. “No somos más éticos que los demás países; hay que cambiar la idiosincrasia desde el punto de vista burocrático”, apuntó y destacó que no hay ningún centro en el mundo que no sea galardonado por hacer investigación clínica.
Ubillos acotó que el país tiene buena investigación básica, pero en la investigación clínica “está en un debe importante, sea independiente o sponsorizada por las farmacéuticas, y eso es un problema grave. Trabas del pasado han hecho que los sponsors se retiren”. Indicó que es necesario mover la normativa para que sea más eficiente, más ejecutiva.

El MSP trabaja en cómo poder acortar la ruta del paciente oncológico, algo que nos va a llevar un tiempo. También en instaurar el estudio del HPV para prevenir el cáncer del cuello de útero
En el panel que abordó cómo promover una nueva visión del cáncer, Marisa Fazzino, directora del Programa Nacional de Control del Cáncer del Ministerio de Salud Pública (MSP), comenzó por destacar que hay que dejar en claro que hoy el cáncer es una enfermedad crónica, que ya no es sinónimo de muerte. Siguiendo una serie de recomendaciones sobre calidad de vida y hábitos saludables es una patología que se puede prevenir e incluso curar y eso es lo que el ministerio ha intentado informar mediante diferentes acciones. Entre ellas destacó el ir al territorio con una unidad móvil para realizar el PAP.
También informó que uno de los grandes desafíos de hoy es ver cómo se puede acortar la ruta del paciente oncológico, “algo que nos va a llevar un tiempo”, apuntó.

La atención integral es un gran desafío. Trabajemos en conjunto, reunámonos con frecuencia para que la atención integral sea en mayúsculas

El paciente hoy por hoy necesita estar alfabetizado. Tenemos que empoderarnos de información
Agustín Menéndez, presidente de la Alianza de Pacientes Uruguay, puso el énfasis en que la frase “todo para los pacientes y con los pacientes”. “Ese es el desafío”, dijo yendo en la misma línea que Jorge Lamela, coordinador del Observatorio Oncológico ATUR, que insistió sobre la necesidad de que el paciente hoy esté alfabetizado, es decir que esté informado, que sea un paciente empoderado.

Como cierre de la tercera edición de Nueva visión del cáncer, Ubillos señaló que afortunadamente se están alcanzando cifras cercanas a la prepandemia en lo que refiere a diagnóstico oportuno. Destacó que el gran desafío para Uruguay hoy es cómo manejar la avalancha de opciones de medicamentos de alto costo que ya se tiene para el tratamiento oncológico.


Hicimos una encuesta en la que el 90% respondió que el autoexamen es el principal elemento para poder diagnosticar el cáncer de mama y eso es falso. No estamos yendo a hacer la mamografía
Historias que sanan.
Hace 135 años que Avón está presente en más de 70 países. En Uruguay llega a 12 mil mujeres promoviendo su independencia económica e intentando acompañarlas en causas relevantes. En tal sentido actualmente desarrolla dos campañas, una contra la violencia de género y la otra para ganar la lucha contra el cáncer de mama. Dentro de esta última realiza todo tipo de acciones para brindar información y advertir sobre la necesidad del autoexamen y de realizarse la mamografía.
Patricia Cuadrado, country manager en Avón Uruguay, contó que la campaña de este año se llama Historias que sanan y consiste en audios de WhatsApp de un minuto en el que mujeres protagonistas que transitaron la enfermedad cuentan su experiencia y hablan de la importancia de la detección temprana. Insistió en que las acciones de Avón no buscan recaudar sino ayudar a la sociedad.