ENCUENTRO

Con el foco en las empresas, sus CEOs, directores y gerentes, el nuevo evento de Real Estate Uy se realizó este jueves 2 de junio buscando ser un punto de encuentro y networking.

Desarrolladores, constructores, inmobiliarias e inversores se reunieron para conocer los avances del mercado, las nuevas tendencias y los negocios futuros.

Real Estate Uy fue presentado por El País e Inmuebles Data, con el apoyo de Meikle, Redelocker, Riba, Prontometal, Facultad de Arquitectura de Universidad ORT Uruguay, Margara Shaw y Brixton. 

Durante el primer panel, denominado “Los nuevos espacios: Arquitectura y Urbanismo - Los nuevos barrios: la ciudad se expande hacia el Este”, hablaron Leonardo Altman (director del Observatorio Metropolitano del CED y docente del Instituto de Estudios Territoriales y Urbanos de la Facultad de Arquitectura de Udelar), Paola Florio (directora de Planificación Territorial en la Intendencia de Canelones), Daniel Porcaro (coordinador académico en Diploma de Especialización en Negocios Inmobiliarios de la Universidad ORT) y Gabriela Pallares (arquitecta, creadora de la plataforma Design Citie, directora de Ministerio de Diseño).

Paola Florio señaló que los procesos de consolidación de las zonas del Este del país elegidas para vivir "ha sido algo histórico a nivel mundial” ya que “el ser humano siempre ha tendido a arrimarse a las costas por distintas necesidades”, como es el caso de Ciudad de la Costa en Uruguay.

Florio señaló que a partir de la década de 1990 Ciudad de la Costa se ha venido confirmando en una unidad territorial y que una de las claves para que esto sucediera fue que se dejara de pensar en Canelones como la periferia de Montevideo.

“Ciudad de la Costa justamente dejó de ser periferia de Montevideo y pasó a conformarse como una oportunidad para vivir, en esa búsqueda de verde, de mejora de la calidad de habitar” que vino teniendo gran parte de la población, señaló.

Por su parte, Leonardo Altman, consultado sobre cómo afectó la pandemia a estos movimientos hacia la costa, señaló que ante la emergencia sanitaria “es claro que hubo un rápido interés de la gente por buscar espacios con cualidades como la de Ciudad de la Costa, por varias cuestiones, como su baja densidad, por la cuestión ambiental y paisajística interesante, el arbolado, las calles amplias, la cercanía de la costa. Todo esto se empezó a valorar de otra forma”.

Con un enfoque puesto en el mercado inmobiliario, Daniel Porcaro sostuvo que “en la evolución de Canelones hay que remarcar aspectos que son fundamentals” y que hay que tener en cuenta que tradicionalmente ha sido un departamento que se ha nutrido de la migración de Montevideo” y que esto puede provocar un dinamismo bajo del mercado inmobiliario debido a que el proceso de dotar de infraestructura a estas zonas suele ser lento: primero llega la gente, luego los servicios y demás.

Gabriela Pallares agregó que toda esta situación de familias que se mueven de Montevideo a Ciudad de la Costa presenta desafios y oportunidades: “Muchas ciudades del mundo crecieron en base a desarrollarse determinada actividad industrial, pero en la medida en que los tiempos cambian, la población tiende a migrar hacia la periferia generando que haya centros urbanos consolidados en cuanto a infraestructura que se ven vaciados, versus áreas periféricas en las que hay que volcar toda una inversion en infraestructura y demás para ir acompañando esa migración".

El desafío, entonces, está en fomenter las politicas que ayuden a equilibrar y a no desperdiciar esa inversión generada, dijo.

El tercer panel, denominado “Las nuevas tendencias”, contó con la participación de speakers como Gabriel Noachas (director de Redelocker), María José Albanell (directora de Meikle) y Nicolás Guerra (Arquitecto en Estudio Guerra De Rossa).

María José Albanell habló en un pasaje del evento sobre cómo ha sido la evolución de los emprendimientos inmobiliarios de acuerdo a los requisitos de los clientes y señaló que “la búsqueda siempre es hacia la calidad de vida”, por lo que “se trabaja en esa línea”. Puso el ejemplo de Carrasco, barrio en el que hace unos años no había muchos apartamentos chicos y a medida que la gente lo fue pidiendo se comenzó a trabajar en eso.

Nicolás Guerra, por su parte, sostuvo que la pandemia lo que hizo fue “acelerar” el proceso: “Quizá lo que íbamos a vivir en siete años se hizo en un año y medio. Hoy, por ejemplo, todo el núcleo familiar pasa más horas dentro de su residencia y eso hace todo un cambio en el diseño del hogar”.

Gabriel Noachas, añadió que la pandemia también aceleró “todo lo que es la compra por internet, los deliverys. Entonces los edificios se tienen que pensar ahora espacios para la paquetería, que antes no existían. Incluso hay lockers inteligentes que le avisan a la persona que le llegó un pedido”.