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Joven artesano diseña juguetes de madera y enseña a hacerlos. Los más populares son los llamados Rocco, que representan a personajes del cómic, el arte y hasta el fútbol uruguayo.
Darth Vader y Frida Kahlo son, por lejos, los personajes más elegidos por quienes cada año se acercan a una feria artesanal y se topan con el stand de Los Juguetes del Abuelo. Se trata de unos muñecos llamados Rocco, enteramente de madera, que Jerónimo Mera Pirez (31 años) comenzó a hacer casi que por casualidad.
“Surgieron de un muñeco que encontré en internet de un logo de la página de Amazon. Era una cajita de cartón, la cabeza cuadrada y dije ‘esto lo puedo hacer en madera’. Hice los primeros y un día salió la idea de hacer a Darth Vader o a Yoda, dos personajes de Star Wars. Empecé a buscarle la vuelta para hacer más personajes y ahora hay como 45 o 50”, contó el artesano.
La ocurrencia permitió que el taller Los Juguetes del Abuelo, que existe desde 2013, se transformara en algo sustentable para su dueño. Los Rocco empezaron a venderse fuerte y brindarle a esta pequeña fábrica la estabilidad que necesitaba para mantenerse durante todo el año.
Hasta entonces los demás juguetes, también de madera pero más tradicionales, solo generaban la admiración de quienes los veían. “Me pasaba que iba a ferias y la gente me decía ‘¡qué precioso!’, ‘¡qué lindo!’, pero no se vendía tanto”, recordó Jerónimo sobre un emprendimiento al que recurrió porque no tenía trabajo.

“Siempre hice cosas con las manos entonces, como había estudiado carpintería en Don Bosco, arranqué a hacer juguetes de madera. Era algo que tenía abandonado porque estaba trabajando en otras cosas”, relató. Al principio lo ayudaba su padre, pero se jubiló hace unos tres años y Jerónimo siguió solo con su emprendimiento.
Envión.
El otro gran empujón para Los Juguetes del Abuelo lo constituyó haber ingresado a la feria Ideas + hace tres años.
“Fue todo un desafío. Yo había hecho la Feria del Parque Batlle y antes un montón de ferias barriales. Adonde podía ir a armar, iba. Pila de compañeros y amigos me decían que tenía que estar en Ideas + y un año me enteré de la apertura del llamado, me presenté con la muestra y por suerte quedé”, recordó.
El artesano destacó que esta feria le sirve tanto desde el punto de vista profesional, porque se codea con artesanos de gran nivel –“es como un mino”, dijo-, como desde el punto de vista económico, ya que le permite reunir un colchón de dinero para afrontar el resto del año.
En las épocas que no son de zafra, otro punto que ayuda son los talleres para aprender a hacer juguetes de madera que dicta el artesano. Van de marzo a octubre y son clases semanales de una hora y media de duración. Como las brinda en el pequeño taller que tiene en el fondo de su casa, en el barrio de Malvín, por un tema de espacio son individuales o de hasta dos alumnos.
Son para todo público, lo que ha hecho que se acerquen desde niños de 8 o 9 años hasta adultos de entre 65 y 70 años. Predomina la gente joven, de 20 a 35 años, que asiste a este taller con la idea de encarar su propio emprendimiento. También llegan muchos jubilados con ganas de hacer algo con el nuevo tiempo del que disponen.

“En cada clase hacemos un juguete distinto con el alumno y se lo lleva. Las primeras cuatro clases realizamos diseños míos, juguetes que yo hago aparte de los Rocco, y en las segundas cuatro clases la idea es generar proyectos personales del alumno. Trae una idea, un dibujo, una foto... lo que sea que tenga ganas de hacer, y empezamos a investigar y trabajar más en el lado del diseño y no tanto en copiar medidas, cortar y armar”, explicó Jerónimo.
Hace cuatro años que dicta estos talleres y desde hace dos el número de alumnos ha crecido mucho. “Se generan vínculos duraderos, los alumnos pasan a visitarme por las ferias. Está muy bueno”, destacó.
Un nombre nostálgico y el otro por sonido
La idea de bautizar a esta pequeña fábrica como Los Juguetes del Abuelo vino por el lado de apelar a la nostalgia de que se trata de juguetes de madera, como los que usaban nuestros abuelos. “En un momento, cuando mi padre trabajaba conmigo, tenía más lógica porque él era como el abuelo”, contó Jerónimo Mera Pirez. En cuanto a la elección del nombre Rocco para la serie de personajes famosos, confesó que fue simplemente porque “me gustó como sonaba y le di para adelante”.
Contacto.
Para poder conocer las creaciones de Los Juguetes del Abuelo hay que ir a las ferias artesanales de las que participa o contactarse por sus redes sociales (Facebook e Instagram). En un tiempo tenía los productos en consignación en locales comerciales de Montevideo, pero eso ya no ocurre.
Jerónimo acepta realizar trabajos a pedido, pero para ello se deben dar una serie de condicionantes, como que tenga tiempo, porque el diseño de cada personaje insume muchas horas, y que la propuesta sea realizable. “Hay personajes que no me gusta como quedan y no los hago, pero siempre les busco la vuelta”, señaló.

Desde héroes del cómic hasta Luis Suárez
“Yo tengo una frase que es robada de internet que uso pila para lo que hago: ‘cuanto menos cosas haga el juguete, más cosas va a hacer la mente del niño’”, dijo Jerónimo Mera Pirez sobre su filosofía de trabajo al realizar los juguetes de madera. Para la línea de los Rocco es clave que no importa cuánto se desarmen los muñecos, debe seguirse notando de qué personajes se trata. Están desde Eisntein, Salvador Dalí o Frida Kahlo hasta Luis Suárez o todo tipo de superhéroes. Cada uno cuesta 590 pesos, mientras que los juguetes de madera tradicionales van de los 220 a los 3.500 pesos. Siguiendo lo aprendido con un chino famoso en la fabricación de juguetes que atribuía el 70% del éxito de la pieza a su envoltorio, Jerónimo entrega sus Rocco en cajas especialmente diseñadas con sellos y pegotines. Un packaging que se está haciendo cada vez más conocido en las distintas ferias artesanales.
