Para niños

En abril de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó revuelo en el mundo cuando publicó una guía de consejos sobre el uso de pantallas en los niños. Alertados por la presencia de los dispositivos electrónicos en la vida de los más pequeños, la OMSrecomendaba no permitir a los menores de 2 años el acceso a las pantallas y, recién a partir de esa edad, aumentar progresivamente su uso.

En esa línea y preocupados por el tipo de contenido que consumían los niños a través de los diferentes dispositivos, los hermanos argentinos Pablo y Santiago Capurro, junto a Gonzalo Rodríguez, gestaron Papumba, una aplicación que ha tenido mucho crecimiento durante los meses de pandemia en Uruguay.

“Surgió con la idea de aportar soluciones para los padres con juegos que incorporara contenido educativo y una propuesta de valor superior de la experiencia en pantallas frente a lo que encontrábamos en ese momento”, explicó Pablo Capurro a El País.

Hoy, cinco años más tarde, Papumba tiene su lugar ganado en la App Store de Apple –donde ha sido destacada en las últimas semanas– así como en la Play Store de Google.

“Trabajamos con los equipos editoriales de Apple y Google de cerca y eso hace que nos destaquen en sus diferentes colecciones. Además, nuestro modelo que es el de suscripción es al que apuntan esas compañías”, añadió el emprendedor.

Papumba nació con una intencionalidad de aportar algo más que la experiencia lúdica a los niños y en eso se basa: aprender jugando. “Queremos que sea divertida y que los niños la pidan a sus padres pero que, al mismo tiempo, aporte algo distinto”, sostuvo Pablo Capurro. La aplicación funciona como una especie de Netflix de juegos educativos y está disponible en 18 idiomas, algo poco frecuente en los títulos de la categoría.

Por una suscripción de US$ 3,99 al mes (para países de Latinoamérica), los usuarios acceden a más de 500 experiencias educativas y lúdicas.

Las actividades están orientadas a niños de entre 2 y 7 años. “Apuntamos a los niños de edad preescolar y en función de ello tenemos actividades con distinto nivel de complejidad”, destacó uno de sus creadores.

Através de los diferentes juegos, los niños pueden aprender las letras del abecedario, los números, aprenden a colorear e incorporan lenguaje.
A medida que la edad aumenta, también lo hace la complejidad e incluso los pequeños pueden enfrentarse a juegos que los ayudan a saber cómo comportarse ante una situación de bullying o comprender por qué es importante mantener limpios los océanos, entre otros temas.

El confinamiento que supuso la pandemia por el virus SARS-CoV-2 hizo que muchas familias prestaran más atención en cómo se vinculan con la tecnología. “Entre las pocas cosas buenas es que se empezó a ver más de cerca a los hijos, cómo interactúan con la tecnología y el tiempo que pasan con ella. Eso llevó a muchos padres a buscar soluciones más adecuadas para los niños”, dijo.

Capurro aseguró que entre marzo y abril el rubro de las aplicaciones destinadas a la educación vio incrementada su demanda y Papumba no quedó ajena a ese aumento.

“En Uruguay en lo que va del 2020 (de enero hasta agosto inclusive) crecimos un 200% en cantidad de descargas comparado con todo el año pasado”, detalló Capurro.

A nivel global, la cantidad de suscriptores activos de Papumba es un 50% mayor que a principio de año.