TECNOLOGÍA

Parten el lunes hacia Houston; pertenecen al liceo de Migues.

Un grupo de estudiantes del liceo de Migues en Canelones viajarán el lunes a Houston (Estados Unidos) para participar en el World Festival de robótica del 17 al 20 de abril.

Lograron formar parte de este evento internacional luego de haber ganado el primer premio en la categoría First Lego League de la 5ª Olimpíada de Robótica, Programación y Videojuegos organizada por Plan Ceibal.

First Lego League es un programa para jóvenes entre 10 y 16 años que permite adentrarse en la ciencia, tecnología, ingeniería y las matemáticas resolviendo problemas reales a través de un aprendizaje lúdico.

Durante el programa, los estudiantes deben desarrollar un proyecto y elaborar una estrategia para completar desafíos con un robot Lego autónomo creado por ellos. En el proceso, plantean soluciones innovadoras aplicando conceptos matemáticos y científicos a problemas de la vida real.

Los Mig Botics, como se bautizaron los estudiantes de Migues, investigaron los problemas de salud mental que sufren los astronautas en sus misiones en el espacio.

Como solución, plantearon la creación de una memoria externa dotada inteligencia artificial holográfica y que tendrá terapias pre grabadas realizadas por expertos en psicología con experiencia previa en astronautas. Esta memoria será utilizada a modo de rutina durante la misión y permitirá ayudar a las personas a resolver los problemas personales y grupales que surjan trabajando juntos.

El equipo está conformado Lautaro Ferraro, Lautaro González, Tamara Balaguer, Paulina Echeverría, Agustín De León y Tobías Iroa. La profesora que los acompaña y guía en el desafío es Soledad González.

Durante la competición internacional, participarán equipos de todas partes del mundo. Cada grupo será evaluado tanto por el proyecto como también por el diseño y autonomía del robot y los valores del equipo.

El robot deberá cumplir con la mayor cantidad posibles de misiones (15 es el máximo) en un tiempo de dos minutos y medio sobre un tablero donde solamente en un octavo de la base se podrá tocar el robot con la mano. El resto será posible gracias a la habilidad del equipo para programar.