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El libro objeto gana terreno como regalo distinto, decoración o para darse un gusto

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El pequeño teatro de Rebecca

TENDENCIAS

Son publicaciones que apuestan a conquistar por lo visual y que se compran, además de para darse el gusto de la lectura de algo diferente, para decorar el hogar.

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Encima de la mesa del living de Paula hay un libro sobre antiguas estancias del Uruguay. Se lo regaló uno de sus autores y a ella le pareció que no era para archivar en la biblioteca, sino que merecía un espacio destacado en su casa. Un espacio de disfrute visual, al mismo nivel que un cuadro o un adorno de su hogar.

La idea de darle al libro una utilidad más allá de la simple lectura no es nueva, quizás lo más nuevo por estos lares sea la adopción del término “libro objeto” para referirse a él. Por lo general son libros de arte o fotografía, pero con el tiempo han ido sumando otros géneros como la cocina o las ilustraciones no destinadas a los niños.

“La gente los prefiere más en las partes sociales de la casa, el living, el estar… Aporta más calidez y vida al lugar”, destacó la decoradora de interiores Cecilia Cesio sobre una tendencia que no es nueva, pero que ha ido creciendo con el paso de los años.

“El libro objeto fue evolucionando. En un principio, era un objeto de arte. Con el tiempo fue variando y agregando más cosas, como ser la tapa dura, las ilustraciones o una linda edición”, explicó Agostina Berzacconi, dueña de Bonhomía, librería de Pocitos que se ha especializado en el tema al advertir la gran demanda que el libro objeto estaba teniendo en el mercado.

La necesidad la ha generado incluso el propio libro objeto como una forma de combatir el daño que puede provocarle al libro tradicional el avance de las nuevas tecnologías. “Para tratar de luchar contra los teléfonos, la computadora y Netflix, el libro ha tenido que mejorar mucho su edición; ser más bonito para ser más tentador. Es una lucha bastante desigual”, señaló Yudith Abraham, dueña de Purpúrea, librería ubicada en la Plaza Fabini que en su catálogo tiene una sección especialmente dedicada al libro objeto.

Para la librera, el auge del libro objeto no pasa tanto por su fin decorativo, sino por la necesidad de atraer lectores. Señaló como ejemplo el empuje del libro ilustrado para adultos: “Es algo novedoso, de hace algunos años”. Otro caso son las ediciones especiales de libros que ya son clásicos. Y a veces se combinan ambas modalidades, como la edición ilustrada de Cien años de soledad que salió al mercado en 2017 para celebrar los 50 años de la novela de Gabriel García Márquez. “Voló y al año sacaron una de El amor en los tiempos del cólera”, recordó Berzacconi.

No solo las librerías buscan explotar el nicho del libro objeto; también las distribuidoras han comenzado a especializarse en el tema. El año pasado, Pomaire hizo un viraje en su sistema de distribución y ahora se aboca casi completamente a este tipo de libros.

“Hay una realidad que es que el tema de la distribución y las editoriales está muy polarizado. Las grandes son cada vez más grandes, entonces las chicas tenemos que buscar cosas que no estén en todos lados. Eso hace que podamos encontrar huecos”, detalló Sofía Deal, de Pomaire. Agregó que también los lectores están buscando alternativas y la idea es estar allí para ofrecérselas.

Rarezas, clásicos y biografías ilustradas

Un libro japonés que se abre y queda como abanico es lo más raro que ofrece Bonhomía en libros objeto. Ronda los $ 4 mil. En Purpúrea, destacan El pequeño teatro de Rébecca, un libro troquelado que cuesta $ 1.900. Pomaire sacó el año pasado Orbis Sensualium Pictus, de Zorro Rojo, el primer libro ilustrado para niños de la historia, que tuvo enorme alcance. Otros ejemplos son un estuche aniversario con las novelas de Jane Austen o la saga Dos amigas de Elena Ferrante (devenida serie de HBO) que causó furor. En DBD Libros resaltan las biografías ilustradas de Freddie Mercury o Frida Kahlo.

Tentación.

El libro objeto plantea una modalidad de compra particular. Si bien hay clientes que llegan a las librerías buscando algo puntual, por lo general es una decisión o una necesidad que se genera en el punto de venta determinada por el atractivo visual de estas publicaciones.

“¡Qué libros tan lindos tienen!”, es uno de los comentarios más repetidos que escucha Berzacconi. La dueña de Bonhomía contó que pasa mucho que los clientes terminen llevándose algo más de lo pensado, inclinándose bastante por el libro objeto. “Esto está rebueno para hacer un regalo”, le dicen, comprobando que estos libros funcionan, además, como un regalo distinto o mismo para darse un gusto personal.

Algo similar ocurre en Purpúrea, donde el libro objeto tiene un lugar físico destacado, cosa que Abraham consideró fundamental. “Tenés que tener espacio, mesas donde exhibirlos. Por eso están más presentes en las librerías llamadas independientes porque hay que mostrarlos y recomendarlos. No es un libro del que hablen en la radio y te lo vengan a pedir. Se elige en el punto de venta”, remarcó.

Deal apuntó que no todos los libreros son afines a trabajar con este material puesto que depende del estilo de la librería. “En Montevideo, hay librerías que tienen más un perfil de despacho, que trabajan con novedades y best-sellers y el laburo del libro es más tradicional. Hay otras que tienen más sensibilidad. Si bien no dejan de vender lo tradicional, visibilizan otros contenidos”, apuntó.

En los shoppings muchas veces la limitante es el espacio, pero igual hay librerías que destinan un lugar especial al libro objeto. Tal el caso de DBD Libros, en el shopping Punta Carretas, donde los clientes que los compran son extranjeros que buscan publicaciones con fotos de Uruguay para llevarse de recuerdo o amantes de los libros artísticos, como de pintores o fotógrafos.

Es evidente que libros de ediciones tan cuidadas no son baratos pero, de todas formas, la variedad de precios es muy amplia. Puede empezar en los $ 590, caso de una edición ilustrada conmemorativa de Cumbres Borrascosas lanzada por Random House, hasta los $ 15 mil que hace unos años alcanzó la venta de la colección completa de Tintin con cofre incluido. En el medio hay gran variedad de precios, como para satisfacer todos los gustos y bolsillos.

Tanto libreros como distribuidores o editoriales destacan que la inversión vale la pena porque lo que se adquiere es un producto distinto, con un valor agregado. Además, es la prueba de que el libro como objeto se resiste a desaparecer. Es una de las tantas cosas que ha tenido que reinventarse para combatir la parte negativa de los avances tecnológicos y este es un camino que le está dando muy buenos resultados.

Cada casa editorial tiene su especialidad

La editorial española Libros del Zorro Rojo es una de las más destacadas en materia de libros ilustrados para todas las edades. Pomaire la distribuye en Uruguay. Sumó este año Periplo Ediciones (libro álbum y gastronomía) y Avenauta (contenidos poéticos ilustrados para jóvenes y adultos). Edelvives cuenta con los autores franceses Rebecca Dautremer y Benjamin Lacombe, que recuperan textos clásicos y hacen una versión ilustrada (distribuye Gussi).
También destacan Taschen (arte, arquitectura) y ediciones de lujo de Páginas de Espuma.

Cómo hacer un libro objeto uno mismo

Los libros objeto están más difundidos como libros para niños porque la parte visual es muy importante en materia de literatura infantil. Pensando en los pequeños lectores, el Centro Cultural de España (CCE) organizó este año un taller de creación de libros objeto en el marco del Día Internacional del Libro. El mismo fue dictado por Gonzalo Ledesma (editor y docente) y Diego Recoba (editor, escritor y periodista) y estuvo destinado a niños de entre 5 y 12 años de edad. La actividad insumió dos días (25 de mayo y 1° de junio) e incluyó desde una introducción al mundo del libro, hasta la creación de un libro objeto en forma individual y en grupos. El resultado formó parte de una muestra que estuvo abierta durante tres semanas en el CCE. “Esta actividad te sorprende todo el tiempo porque surgen historias y cosas increíbles, tremendas”, contó Ledesma, tallerista de creación de libros objeto, literatura y armado de libros artesanales en el Centro de Desarrollo Infantil. Agregó que la idea es repetirlo y dijo que este mismo taller también se puede adaptar a jóvenes y adultos. Por su parte, el Plan Ceibal propone como uno de sus Recursos Educativos Abiertos (RAE), conocer las características del libro objeto y aprender a crear uno. En https://rea.ceibal.edu.uy/rea/el-libro-objeto se encuentra información escrita y audiovisual sobre la historia del libro objeto, además de un video con el paso a paso para crearlo uno mismo.

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