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Kristine Tompkins: “No hacer nada ya no es una opción”

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Kristine Tompkins en el Parque Nacional Patagonia. Foto: James Q MArtin

Ecología

La conservacionista trabaja desde hace cerca de 30 años en la preservación de los ecosistemas en Chile y Argentina con proyectos como la creación de parques nacionales y reinserción de especies.

La vida de Kristine McDivitt Tompkins(70), o simplemente Kris Tompkins, es singular. Desde su juventud, su trabajo la vinculó de una manera u otra con el Cono Sur. Fue una de las primeras empleadas de la empresa de equipamiento deportivo Patagonia Inc., compañía de la que fue directora. Sin embargo, cuando conoció a Doug Tompkins —fundador de la marca The North Face y Espirit— se dio cuenta que no quería seguir en el mundo de los negocios y que deseaba una vida dedicada a la conservación del medio ambiente.

En 1993, Kris y Doug Tompkins (fallecido en 2015) se mudaron a la Patagonia (Chile) y comenzaron un trabajo que se convirtió en varios parques nacionales en Argentina y Chile, con más de 14,5 millones de acres donados a los gobiernos de esos países y con proyectos ambiciosos como la reinserción del yaguareté (o jaguar) en la selva misionera. En 2020, en el marco de la pandemia por coronavirus, Kris Tompkins dio una charla TED virtual que tiene más de 2 millones de reproducciones en la que reflexionó y llamó a tomar acción en el cuidado del planeta.

Desde California y en la previa del Día de la Tierra —que se celebra el jueves 22 de abril— Tompkins, la conservacionista y embajadora del medio ambiente de las Naciones Unidas, conversó con El País.

—¿Por qué se interesaron en el Cono Sur?
—Mi esposo era esquiador y solía viajar a Chile y Argentina a entrenar, al igual que muchos deportistas, porque las estaciones son opuestas. Entonces conoció muy bien Argentina y Chile, así como algunas zonas de Uruguay y así comenzó todo.

—En tu charla TED habla sobre cómo el perder ciertas cosas nos hace valorarlas más, ¿qué quiere decir eso?
—Creo que a veces no reconocemos la importancia de algo hasta que desaparece. A veces puede ser un ser querido, una especie, una zona de pradera o de bañado. Creo que perder algo es clarificador porque lo entendemos mejor en su ausencia que en su presencia y por eso me gusta hacer hincapié en ese concepto.

Una charla TED vista por millones

La charla TED de la estadounidense tiene más de 2 millones de reproducciones y se titula: Let’s make the world wild again (logremos que el mundo sea salvaje de nuevo). En ella asegura: “Sin importar quién eres, ni con qué debes trabajar, levántate de la cama, todas las mañanas, y haz algo que no tenga nada que ver contigo pero sí con las cosas que amas, con esas cosas que reconoces como verdaderas”.

—¿Hacia dónde debería apuntar la conservación para salvar al planeta?
—Creo que hay tres partes a las que debemos prestar atención. Proteger los ecosistemas y las tierras es algo muy crítico. Siempre tenemos que hacernos la pregunta de cuáles son las especies clave que faltan y, cuando encontramos la respuesta, es necesario recuperarlas. La realidad es que el gran problema es que las comunidades alrededor de estas áreas de conservación deben estar involucradas y beneficiándose de los proyectos. Por ejemplo, como sucede en el parque Esteros del Iberá (Argentina), con el regreso de los jaguares, no podés pensar en la conservación sin entender cómo funcionan y respetando el impacto en las comunidades locales. Entonces, debés trabajar en los tres al mismo tiempo: el ecosistema, las comunidades y el impacto económico.

—Tompkins Conservation tiene proyectos muy ambiciosos, ¿cómo fueron concebidos?
—Mi marido Douglas era la persona que nos empujaba a trabajar y también nos impulsaba a pensar a gran escala. Él no tenía problema en soñar y nosotros nos sumamos, porque es emocionante y hace que tu vida sea muy feliz trabajar en proyectos así. Por eso siempre consideramos que era un regalo trabajar en Rewilding y Tompkins Conservation. Si bien en el mundo hay casos similares, lo que comenzó con Doug tomó una dimensión muy importante.

—¿En qué trabajarán a futuro?
—Tanto en Chile como en Argentina los proyectos son de muy alta calidad. Seguimos trabajando en temas clásicos de asilvestramiento de especies, pero nuestro cambio significativo es que estamos volcándonos al mar. Por otro lado, estamos trabajando con el asilvestramiento de algunas especies en Estados Unidos. Aunque son proyectos muy puntuales, no tenemos interés ni deseos de expandirnos muy lejos de donde hemos empezado.

—¿Uruguay podría estar en esos planes de expansión?
—Hace algunos años estuvimos por comprar un terreno cerca de Colonia, pero no para conservación. No tenemos proyectos en carpeta y nos encanta Uruguay. Sería fantástico poder trabajar ahí, pero nunca se sabe. Uruguay tiene mucho territorio muy importante y espero que algún día podamos trabajar allí.

—¿Cuál será el legado de Tompkins Conservation?
—Espero que apoyemos un poco en la creación de lugares que se conviertan en joyas de un país y espero que logremos que vuelvan las especies. También me gustaría que continúen trabajando los equipos que lo han hecho hasta ahora.

—Como conservacionista, ¿qué mensaje enviaría en el Día de la Tierra?
—Creo que tenemos muy poco tiempo para equilibrar nuestra vida humana con la naturaleza. Mi mensaje es que ya estamos llegando tarde al momento de actuar. Tenemos que mirarnos al espejo y decir aquello que hago es quién soy. Siento que eso es muy importante, incluso para mí misma. No hacer nada ya no es una opción. Es momento de actuar o ponemos todo en riesgo.

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