Publicidad

Felinos: cómo viven los predadores presos del humano

Compartir esta noticia
El tigre va a quedar en el zoológico hasta el final de su ciclo vital, por la dificultad que implica trasladarlo. Foto: F. Ponzetto.

Ecología

Serie Tiger King reflexiona sobre la explotación de tigres y otros grandes felinos; ¿qué pasa en Uruguay? y cómo viven los salvajes.

El 20 de marzo, justo cuando la mayoría del mundo comenzaba a aplicar el confinamiento masivo, el servicio de streaming Netflix estrenó una serie que despertó furor en todos lados: Tiger King. Si bien la serie se centra en Joe, más conocido como el rey de los tigres en Estados Unidos, el documental sirve para denunciar una preocupante situación para los felinos: mientras se estima que solo unos 4.000 ejemplares viven en la naturaleza, dentro de Estados Unidos habitan entre 5.000 y 10.000 tigres en cautiverio. Aunque cada año diferentes organizaciones rescatan grandes felinos, reinsertarlos en la naturaleza no es posible luego de que han dependido del humano durante toda su vida.

¿Qué pasa en Uruguay con esta situación? Tener animales exóticos es ilegal en el país, aunque existe, como en el resto del mundo.

El País consultó a la bióloga especializada en felinos e investigadora del Instituto Clemente Estable, Nadia Bou, quien advirtió que la situación de los animales silvestres en cautividad es, en general, un tema muy delicado: “Para tenerlos lo ideal es que estén en buen estado. La visión de los zoológicos de lo que eran las jaulas de fieras no deberían estar permitidas. Sin embargo, todavía en muchos lugares, sobre todo en Uruguay, esa es la situación más común. Los animales están en situaciones de encierro que no son adecuadas y no cubren sus necesidades básicas que van mucho más allá de darles la comida y el agua, sino que tienen requerimientos de espacio, actividades, entre otros”, sostuvo.

La especialista indicó que, además, llevar al cautiverio a animales salvajes tiene problemas para esos individuos, su ecosistema y para los humanos. “Puede haber un montón de enfermedades como, por ejemplo, sucede ahora con el coronavirus, en el que los humanos se la contagiaron a los tigres y no sabemos si ellos pueden pasarla a otros. Es un gran desequilibrio en general”, agregó.

Bou reflexionó sobre el rol de los zoológicos y sus objetivos y advirtió que debería repensarse este tipo de establecimientos. No obstante, reconoció que aunque aún se está muy lejos de una situación ideal, el Parque Lecocq hace un gran esfuerzo por atender las necesidades de los animales y se está trabajando en ese sentido en elzoológico de Villa Dolores, así como en otros del interior como los casos de Salto y Durazno donde se han realizado obras de mejora.

La bióloga señaló que cerrar los zoológicos tampoco es una solución. “Bajo ningún concepto se los puede liberar en la naturaleza porque están expuestos a enfermedades (de las que están protegidos en cautiverio) y, al mismo tiempo, han perdido habilidades que los dejan en situación de desventaja frente a sus pares”, advirtió.

Pero, ¿qué pasa con los felinos en general en situación de cautiverio? Por tratarse de predadores por naturaleza estos animales tienen necesidades especiales en cuanto a espacio y dieta que no son sencillos de contemplar.
Aunque son hipercarnívoros, para que lleven una dieta balanceada no puede pensarse en darles únicamente carne porque en la naturaleza consumen al animal entero.

Rewilding: el desafío de reinsertar felinos en la naturaleza

? En Argentina, el programa Rewildling trabaja en el Proyecto de Reintroducción
del Yaguareté a través del manejo de la población fundacional silvestre en el Parque Nacional Iberá en la provincia de Corrientes.
Rewilding es una organización que se encarga de adquirir tierras y donarlas para la
creación de grandes parques. Estos proyectos tienen un objetivo turístico de observación y conservación de la fauna.
“Hay especies que consideramos claves, cumplen funciones fundamentales en los
ecosistemas, sin los cuales los ecosistemas no funcionarían bien”, explicó a El País Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina.
Dentro de esas especies, los felinos tienen un rol fundamental y ahí aparece la importancia de la conservación del yaguareté.
Di Martino explicó que los grandes felinos están en peligro porque entran en conflicto
con las actividades humanas.
“El yaguareté habitaba desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de la Patagonia
argentina”, indicó el biólogo. No obstante, hoy se estima que quedan solamente dos
ejemplares en el país norteamericano y unos 200 en Argentina. Uruguay es el único
país donde se extinguieron por completo.
A través del programa argentino, siete ejemplares de yaguareté han pasado por diferentes fases para volver a la vida silvestre.
Se trata de un trabajo que conlleva muchos años y que realizaron diferentes organizaciones en coordinación y que lideró Rewilding.
Para volver a habitar en la naturaleza, los felinos aprenden a cazar sin intervención
human; al tiempo que permanecen en un espacio que va creciendo poco a poco para
que, finalmente, vivan en libertad.

Gato Montés en la Sierra de Rocha. Foto: Impulso Creativo
Gato Montés en la Sierra de Rocha. Foto: Impulso Creativo

Felinos autóctonos

Uruguay tiene sus propios felinos: grandes, medianos y pequeños por los que preocuparse.

Se identifican siete para el territorio nacional: el jaguar o yaguareté (panthera onca); el puma (puma concolor); ocelote (leopardus pardalis); yaguarundi (puma yagouaroundi); gato montés (Leopardus geofftoi); margay o yaguatirica (Leopardus wiedii); gato de pajonal (Leopardus braccatus o colocolo, aún en discusión). De esos animales, el yaguareté está extinto, mientras que del puma quedan muy pocos ejemplares.

La especialista explicó que la extinción de los grandes felinos en Uruguay está vinculada con el modelo productivo del campo uruguayo.

“No solo no tenemos grandes felinos, sino que no tenemos casi animales de gran porte, como el ciervo de los pantanos o el oso hormiguero grande. Desaparecieron cuando llegó el ganado y los productores. Este sistema de matriz productiva, agricultora y ganadera no dejó espacio para los animales de gran porte”, sostuvo la bióloga.

Y añadió: “En Uruguay, el jaguar o el yaguareté está extinto hace años. Los avistamientos que aparecen, en general, es porque se confunden con gato montés que tiene un pelaje parecido, pero es muchísimo más chico”.

Los responsables de la extinción son los humanos. Cuando los jaguares comenzaron a cazar al ganado se los exterminó.

Respecto a los pumas, la experta indicó que no se considera extinto pero que sucedió algo similar que con los jaguares. En la actualidad ni siquiera se tienen cifras de cuántos de estos especímenes hay en Uruguay, pero que sí son muy abundantes en Argentina y Brasil y por eso siguen apareciendo en el campo uruguayo.

“No hay manera de que estos felinos vuelvan a habitar en Uruguay porque el ambiente que tenemos no puede sustentar esa población de animales”, agregó.

Los que abundan en el territorio nacional son los felinos de pequeño porte, que pesan entre tres y seis kilos, un poco más que los gatos domésticos: el gato montés, el gato de pajonal y el margay o yaguatirica.

“Son los felinos más abundantes, que pueden llegar a crear conflictos en el campo porque predan en gallineros y usualmente se los mata o captura y se los entrega a zoológicos”, afirmó.

Ambá: trabajando para monitorear felinos

 La organización Ambá trabaja en la conservación de la población de felinos en la sierra de Maldonado y Rocha.

“Buscamos cómo monitorear la población de felinos de margay o yaguatirica y gato montés para ver su evolución y estado de la población”, explicó Maximiliano Costa, uno de los responsables del proyecto a El País.

El objetivo del programa de Ambá es proteger a estas especies de felinos y divulgar su importancia dentro de los ecosistemas nativos de los montes uruguayos. 

“Los felinos son predadores tope y son una especie bandera a la cual es muy importante proteger, porque si él está en el monte, este está saludable y es un bioindicador de la salud del ecosistema”, indicó.

“Estamos desarrollando junto al Clemente Estable un banco genético para saber más de la población y estamos trabajando para monitorear a través de radio collar que se sumará a las cámaras trampa que ya colocamos”, explicó.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

tigres

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad