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EDUCACIÓN

Jóvenes que estudian y trabajan: en camino hacia un sistema integral de formación dual

Distintos actores trabajan para consolidar el modelo de Ánima para fomentar el empleo juvenil

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Estudiantes de Ánima

Ánima, una institución educativa de acceso gratuito para adolescentes de entre 14 y 17 años y nivel socioeconómico desfavorable, tiene buenas noticias para compartir. El 75% de sus alumnos culmina el bachillerato y el 65% continúa una carrera universitaria o terciaria. La diferencia de Ánima con otras instituciones es el modelo de formación dual: al tiempo que los jóvenes estudian (Bachillerato en Administración o en Tecnologías de la información y la comunicación) también realizan prácticas laborales remuneradas por lo que adquieren conocimiento y experiencia laboral.

Casi 10 años después de su puntapié, su directora y fundadora Ximena Sommer dijo que este es el momento para “soñar en grande” y esto implica crear “una red de formación dual en Uruguay” que incluya centros educativos y empresas con el mismo objetivo.

“Tenemos que estar todos”, señaló a El País en el marco de tres días de actividades y conferencias para colocar la piedra fundacional de una alianza sistémica.

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Ximena Sommer, directora de Ánima

El objetivo de Ánima, así como del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, el que también promueve la formación dual aunque en este caso no ofrece acreditación técnica, es que Uruguay camine hacia una “ley integral de formación dual” en los próximos cinco años. “Están dadas las condiciones y están las voluntades para construirlas. Ya tenemos un marco legal que se incluyó dentro de la Ley de Promoción del Empleo que tiene un apartado para prácticas formativas remuneradas. No estamos en foja cero”, analizó la directora.

En este sentido, Ánima cuenta con el respaldo de la Fundación Bertelsmann, de origen español, que promueve los beneficios de la formación dual desde 2012 y ha conseguido que el gobierno apruebe una ley que fomenta y regulariza este modelo para todo el bachillerato técnico y terciario.

Guillem Salvans, Senior Project Manager de la Fundación Bertelsmann, indicó que una de las obligaciones que tienen las empresas que contratan estudiantes que provienen de la educación dual es que las pasantías sean remuneradas.

“Consideramos que es un elemento de calidad de primer nivel. No solo el alumno está más motivado sino que la empresa, al costarle algo, hace más esfuerzo en darle una buena formación”, señaló a El País. Sommer agregó que percibir una remuneración, además, “genera autonomía” en los jóvenes.

Ánima cuenta con más de 80 empresas formadoras que se comprometen a recibir uno o más jóvenes durante el período lectivo por 12 horas semanales para realizar prácticas. Se designa un tutor dentro de la empresa que acompaña, forma y evalúa al estudiante durante todo el período.

Los alumnos pasan un 80% del tiempo en el aula desarrollando competencias técnicas y transversales, y el otro 20% en la empresa formadora, aplicando y reafirmando dichas competencias.

“Hoy por hoy, muchas empresas se unen primero por una iniciativa de responsabilidad social y eso no quiere decir que sea suficiente. Entendemos que para que se dé una réplica, las empresas tienen que vivenciar el valor que tiene la formación dual para sus políticas de recursos humanos”, apuntó Sommer.

Y añadió sobre la necesidad de que todas las partes –centros educativos públicos y privados, empresas y gobierno– trabajen juntos para consolidar esa red de formación dual en Uruguay: “Si no hay oferta educativa tampoco va a haber empresas; si no hay jóvenes tampoco hay oferta”.

Ignacio de Benito, también Senior Project Manager de la Fundación Bertelsmann, enfatizó que la formación dual es beneficiosa a nivel estratégico para una empresa, dado que le sirve para atraer talento y capacitarlo y, además, para solventar a futuro problemas de contratación por baja demanda. “La formación dual no solo se tiene que ver desde el ámbito de la inserción directa (en el mercado laboral) sino como una mejora de la empleabilidad y como cambio de vida”, opinó.

Su colega puso un ejemplo actual de este modelo educativo en funcionamiento en España: una empresa “muy grande” de transporte dispuso que los trabajadores próximos a jubilarse y que se desempeñan en el área de mantenimiento de los ómnibus sean los tutores de los jóvenes pasantes. “Ellos te dicen que les sabe mal no poder dejar su herencia de conocimiento acumulado por 30 o 40 años; pero con este proyecto de formación dual lo pueden transmitir”, contó a El País.

Salvans añadió sobre lo que Sommer indicó que es el camino que Uruguay debe seguir: “Después de 10 años podemos decir que la formación dual en España tiene mayor empleo y menor abandono educativo. El abandono es residual. Y lo más importante es que ha aumentado el prestigio social de esta formación”.

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