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Ánima: el bachillerato tecnológico y solidario

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Ayelén accedió al bachillerato de Ánima y se insertó en el mercado laboral

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Ánima es una asociación civil sin fines de lucro que propone una modalidad de estudio que incopora el trabajo dentro del aprendizaje.

Ayelén (17) es de Piedras Blancas y cursa sexto año del bachillerato tecnológico de la organización no gubernamental Ánima. En la campaña Cambiá la forma, que la institución difundió en la última semana, Ayelén cuenta qué implica para ella ser una de las beneficiarias del programa educativo: “Ánima sería como apoyo y oportunidades, para que puedas llegar a cumplir tus metas y ser una persona que te guste cuando seas grande”.

Ximena Sommer, directora de la ONG, explicó a El País que el proyecto surgió en 2014 cuando junto con otros cinco profesionales –– que fundaron la organización–– se plantearon cómo podíanvolcar recursos y tecnología al servicio de la sociedad. A través de su vida profesional y desde su apoyo con la educación no formal de los chicos encontraron que habían ciertas problemáticas a atender. “Nos propusimos generar una modalidad que integrara a los jóvenes en situación de vulnerabilidad que terminaban abandonando la educación. Desde ese compromiso y sensibilidad investigamos cómo funcionaba a nivel mundial y encontramos en Alemania lo que se llama la formación dual”, indicó Sommer.

En 2016 Ánima abrió su primera generación de 75 alumnos que comenzó a “trabajar aprendiendo” y “aprender trabajando” en la nueva modalidad de estudio. Cuando está por comenzar el año lectivo 2021, ya son cerca de 350 jóvenes los que pasaron por la institución en los últimos cuatro años.

Funcionamiento.

Como parte del proyecto, la organización rescató la infraestructura muerta del edificio Conventuales, ubicado en Canelones y Héctor Gutierrez Ruiz, y allí funcionan las aulas. Actualmente cada generación tiene 50 alumnos.
Los cursos que imparten están validados por la Universidad Tecnológica del Uruguay, por lo que uno de los requisitos para acceder es tener ciclo básico terminado.

“Tenemos dos orientaciones: Información y comunicación, centrada en el desarrollo web; y Administración con mirada de negocios y no solo en tareas de auxiliar administrativo contable”, explicó Sommer.

Ánima tiene vocación de servicio, por eso es una institución gratuita de gestión privada. Para que los jóvenes lleguen a cursar el bachillerato pasan por un proceso de selección: “Tenemos lo que llamamos Pre-Ánima, que comienza en los meses de julio-agosto. Primero hacemos la convocatoria y damos talleres. Esas instancias nos sirven para determinar el interés que los jóvenes tienen en el programa, así como para que entiendan que el hecho de que te guste Facebook no quiere decir que te guste la tecnología, por ejemplo. Luego tenemos una entrevista con un referente adulto, porque es una pata muy importante. Finalmente van a sorteo”, explicó la directora de la ONG.

Resultados

En 2020, un estudio conducido por la Universidad de Montevideo arrojó “Ánima aumenta 120% la posibilidad de los jóvenes de terminar; el 80% tiene inserción en las áreas que se formó; y el 70% sigue estudios terciarios”, destacó Sommer.

El objetivo de la campaña Cambiá la forma busca que la sociedad conozca a la asociación sin fines de lucro y se anime a aportar para que más jóvenes sean beneficiarios de los programas de brinda.

A través del sitio web www.cambialaforma.com.uy, empresas y particulares tienen la oportunidad de conocer historias como la de Ayelén y donar a través de diferentes plataformas.

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