Redacción El País
El auge de las mezclas de limpieza caseras, impulsado por las redes sociales, ha llevado a muchos consumidores a confundir dos productos que, aunque tienen un aspecto similar, tienen usos y composiciones diferentes. El vinagre blanco y el vinagre de limpieza no son equivalentes.
Una de las principales diferencias es que uno se puede ingerir y el otro no.
Diferencias entre vinagre blanco y vinagre de limpieza
El vinagre blanco tradicional proviene de la fermentación del alcohol y tiene una concentración de ácido acético reducida, mientras que, el de limpieza, suele tener una concentración más alta y no está pensado para consumo humano. Por lo tanto, usarlos de forma indistinta puede ser ineficaz o incluso perjudicial.
Saber leer la etiqueta es esencial para evitar errores y, sobre todo, tener la precaución de almacenarlos por separado. Ambos productos suelen presentarse en botellas transparentes, con etiquetas similares.
La diferencia más grande es que, mientras uno puede estar en la sección de alimentos, el otro debería encontrarse en la de droguería.
Cómo usar el vinagre blanco
El vinagre blanco tiene múltiples aplicaciones no solo en la cocina, sino también en la limpieza. Puede usarse para aderezar, marinar, desinfectar frutas, limpiar utensilios e incluso eliminar olores del microondas.
Funciona para limpiezas ligeras, pero no es sustituto de productos más potentes cuando se requiere una desinfección profunda.
Cómo usar el vinagre de limpieza
Por su parte, el vinagre de limpieza está formulado específicamente para tareas del hogar. En ese sentido, resulta eficaz frente a la grasa, el sarro y determinados hongos.
Pese a que se trata de un producto más natural que otros limpiadores industriales, es un producto químico destinado a superficies y no debe ingerirse bajo ningún concepto.
Algunos de sus usos principales son:
- Limpiar cristales: el vinagre de limpieza diluido en agua disuelve grasa, elimina marcas de dedos y reduce el polvo que se adhiere. Basta con mezclar una parte de vinagre con dos de agua.
- Desinfectar superficies: es útil en encimeras, mesas o baldosas, siempre que no sean de mármol o piedra natural, ya que el ácido puede dañarlas. Tiene una acción bactericida ligera y ayuda a eliminar olores.
- Eliminar olores y destapar desagües: combinado con bicarbonato, el vinagre de limpieza es un remedio clásico para malos olores en desagües. Al poner primero bicarbonato y luego vinagre caliente, se genera una reacción efervescente que ayuda a limpiar residuos.