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Las frutas están rodeadas de mitos y rumores; ¿qué hay de verdad?

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NUTRICIÓN

Son alimentos naturales y beneficiosos para la salud, pero hay muchas dudas que es necesario aclarar; nutricionista explica los mitos más comunes

Las frutas aportan vitaminas, minerales, fibra y nutrientes que el cuerpo del ser humano necesita para mantenerse sano. Pero, a pesar de tratarse de un alimento natural que abunda en beneficios, no se salvan de estar rodeadas de mitos y rumores. El País habló con la nutricionista Elizabeth Barcia, quien respondió a algunas de las dudas más comunes que surgen al hablar de frutas.

A la noche.

Es falso que comer fruta por la noche engorde. Se puede comer fruta en cualquier momento del día. Barcia explicó que las calorías y las propiedades nutricionales que aportan serán las mismas aunque la persona las coma de mañana, de tarde o de noche. “Muchos las evitan de noche por temor a engordar, pero más de lo que coma o no coma, depende de lo que se haya movido en el día. Se engorda o se adelgaza según el balance de energía total del día”, explicó.

Agregó que aunque las frutas sean dulces, siguen siendo la mejor opción, más aún al lado de otras cosas que se suelen comer, como productos de repostería o golosinas. “La fruta tiene vitaminas, fibras, minerales, antioxidantes. Es un alimento natural y siempre es mejor opción que otros que no lo son”, dijo.

Y señaló que lo ideal es tener una cena liviana, completa y no demasiado tarde: “Puede incluir frutas, pero también vegetales, proteínas que, entre otras cosas, dará más saciedad”.

Comer la cáscara.

Se dice que a las frutas hay que comerlas con cáscara por su aporte de fibras. ¿Verdadero o falso? Barcia explicó en primer lugar que la fibra está presente tanto en la pulpa como en la cáscara. “En las que se come la cáscara es importante lavarlas y saber que nos vamos a beneficiar de ella y que también vamos a reducir el desperdicio de ese alimento”, sostuvo.

Aclaró que más allá de que para muchos sea bueno, en casos particulares como personas con patologías digestivas o problemas de masticación es mejor evitarlo. “Algo que es obvio pero hay que recordar es que, en el caso de no poder lavar la fruta antes de comerla, es importante pelarla”, añadió en diálogo con El País.

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Frutas

Jugos o licuados.

Seguramente ha escuchado o leído que es mejor consumir la fruta directamente que hacer con ella jugos o licuados.

Pero, ¿por qué? La fruta entera aportará menor cantidad de azúcares libres y mayor cantidad de fibra, lo que enlentece la absorción del azúcar propia de la fruta y hace que esta pase más lento a la sangre, “que es lo que llamamos que la persona tendrá un mejor control metabólico”. También, al consumir la fruta entera, aporta mayor saciedad que si está exprimida o licuada.

La banana y el azúcar.

La banana tiene más azúcar que otras frutas, pero eso no significa que comerla engorde. La nutricionista insistió en que una persona engorda porque tiene un balance energético positivo, es decir, come más de lo que precisa.

La banana, entonces, puede ser una colación perfecta o se puede consumir en cualquier momento del día. Es un alimento natural, que aporta vitaminas, minerales y da saciedad, por lo que en muchos casos puede llegar a ayudar a personas que quieran controlar su peso. “Como sucede con todos los alimentos, siempre hay que ver en qué cantidad y con qué frecuencia se consume, pero en términos generales la banana no engorda ni adelgaza de por sí”, dijo.

El azúcar de las frutas.

Si las frutas tienen azúcar, ¿puede ser peligroso consumir demasiadas? A esta pregunta la nutricionista responde que “el tema del azúcaren la fruta siempre es cuestión de elegir la cantidad correcta. De las frutas que contengan más azúcar debemos tomar porciones más pequeñas, y de las que tengan menos, porciones más grandes”.

Hay que tener en cuenta algunos casos puntuales, aclaró, como el de los diabéticos, que “pueden comer bananas, uvas, higos, pero tienen que saber qué porción y con qué frecuencia de acuerdo al tratamiento que estén realizando”, dijo Barcia.

En otros casos, como los pacientes que tengan intolerancia a la fructosa o que tengan síntomas de intestino irritable “es importante que busquen consejo de un profesional para saber qué les conviene comer y en qué porciones”. La profesional señaló que en el marco de una alimentación equilibrada, lo más recomendado es consumir tres porciones diarias de fruta.

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