INTERCAMBIO

Uruguay es reconocido internacionalmente por ser uno de los países que mejor viene respondiendo a la crisis sanitaria producto del COVID-19 y eso ha llevado, entre otras cosas, a que sea el primer país de América del Sur con posibilidad de viajar hacia y desde Europa desde que comenzó la pandemia.

Justamente por ese motivo, este es un año especial para Uruguay y para los estudiantes de intercambio que tenían previsto viajar a distintas partes del mundo.

De la mano de la organización AFS Programas Interculturales los estudiantes llegarán a mediados de octubre para vivir una experiencia intercultural. Tienen entre 15 y 17 años y vendrán de Italia, Grecia, Dinamarca, Finlandia, Estados Unidos y otros países, para compartir su cultura durante 10 meses y momentos inolvidables con familias uruguayas.

Valentina Koifman, responsable de operaciones de AFS en Uruguay, contó a El País que originalmente iban a ser unos 40 los jóvenes que vendrían, pero al ser imposible que los reciban en otros países como por ejemplo Argentina, son 62 los que visitarán Uruguay.

La organización, que tiene presencia en Uruguay desde hace más de 60 años, sostiene que hospedando un estudiante de intercambio las familias abren sus puertas al mundo y permiten así que todos sus miembros vivan una experiencia única, divertida y de aprendizaje intercultural, desarrollándose como ciudadanos globales.

En relación a los requisitos para recibir a los estudiantes, Koifman destacó que !no hay familias ´perfectas´ para esto, sino que hay momentos en la familia para vivir esta experiencia. Nos basamos en ´las tres C´, que son tener cama, comida y cariño”.

La responsable de operaciones de la ONG en Uruguay explicó que lo importante es “poder brindar una cama donde pueda dormir, sumarlo a la rutina de la casa y sobre todas las cosas darle cariño y contención.

La ONG funciona gracias al trabajo de los voluntarios que son unos 60 y están en varios puntos del país. Koifman contó que “ellos son quienes organizan las orientaciones de preparación y acompañamiento tanto para las familias como para los estudiantes. Durante toda la experiencias ellos visitan a las familias, están en contacto con el estudiante y con el liceo”.

Las familias que reciben a los jóvenes también lo hacen de manera voluntaria: Koifman explicó que no cuentan con ningún tipo de remuneración económica ya que “el objetivo del programa es que el estudiante sea deseado, que la familia se comprometa a vivir la experiencia”.

Debido a la situación sanitaria por la pandemia, este año los únicos países latinoamericanos que recibirán estudiantes son Uruguay y Ecuador, aunque este último solo recibirá cuatro jóvenes.

“Uruguay es el único país de Latinoamérica que recibe un grupo de estudiantes grande”, explicó Koifman, quien contó vienen trabajando con responsabilidad, siendo asesorados por consultoras internacionales que manejan análisis de riesgos. “Evaluamos que en Uruguay están dadas las condiciones para hacer esta experiencia porque la pandemia ha sido muy bien manejada y si bien hay algunos brotes, está muy bien controlada. Las condiciones están dadas y podemos cumplir con la medidas de seguridad para que puedan venir”, sostuvo.