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El hallazgo en un ataúd de plomo del Imperio Romano que pasó desapercibido y sorprendió a arqueólogos

El féretro había sido descubierto dos años atrás en Leeds, ciudad al norte de Inglaterra, pero los estudiosos se percataron de algo en análisis recientes que hizo suscitar interrogantes.

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Una arqueóloga trabajando en el ataúd de plomo.
Una arqueóloga trabajando en el ataúd de plomo.
Foto: X / Leeds Council News

La Nación/GDA
El estudio de un ataúd de plomo que data de hace 1600 años y que se descubrió en 2022 en el norte de Inglaterra, representó una sorpresa para los arqueólogos recientemente. En su momento, se consideró importante por ser el primero de este material encontrado en el norte de Inglaterra, pero ahora cobró más relevancia por algo que en un principio pasó desapercibido.

Los hallazgos arqueológicos en Europa suelen darse a conocer a diario, en particular porque existen diferentes equipos financiados por las universidades y los Estados que promueven la protección de su patrimonio. En sintonía con ello, en un yacimiento descubierto hace dos años, en el distrito metropolitano de Leeds, en el condado de West Yorkshire, exhumaron más de 60 cuerpos de hombres, mujeres y niños de un cementerio romano, en el que el ataúd mencionado se robó la atención de todos.

Los investigadores del organismo de Servicios Arqueológicos de West Yorkshire excavaron la zona delimitada e identificaron los restos del ataúd, que tiene su origen en el Imperio Romano (que mantuvo su control en Gran Bretaña entre el 43 al 410 d. C.). En un primer momento, se pensó que el esqueleto dentro del mismo pertenecía a una mujer de entre 25 a 35 años, quien fue enterrada con una pulsera, un collar de símbolos con vidrios y un anillo o caravana en uno de sus dedos. Por estos atributos se consideró que el féretro fue asignado a una persona de la aristocracia.

No obstante, a través de pruebas recientes mucho más minuciosas, descubrieron otro esqueleto, aparentemente de un niño, que pasó desapercibido. Esta persona habría tenido diez años al momento de su muerte y solo hay rastros parciales de su contextura ósea.

La dificultad de reconocer cada uno de los cuerpos demandó bastante tiempo, según explicaron los expertos que participaron en los estudios al medio británico Newsweek, puesto que los restos del niño estaban fragmentados y se mezclaron con los de la mujer.

Una arqueóloga trabajando en el ataúd de plomo.
Una arqueóloga trabajando en el ataúd de plomo.
Foto: X / Stuart Robinson

“En este caso, solo había restos muy parciales del niño, por lo que inicialmente no había nada obvio que sugiriera que se trataba de más de una persona, hasta que los expertos analizaron los huesos más a fondo”, comentó al medio citado anteriormente Stuart Robinson, vocero del ayuntamiento de Leeds.

Acerca del féretro, los expertos remarcaron que el hecho de que sea de plomo les llamó la atención, debido a que es el primero de su tipo en el norte de Inglaterra.

Según indicaron, antes de mostrarse al público, se refaccionará la tapa y se mejorará su aspecto, debido a que al permanecer tantos siglos debajo de la tierra, se deterioró bastante. El próximo viernes 3 de mayo el ataúd se expondrá en el museo local, sin los cuerpos y en el marco de la iniciativa cultural de explicar la muerte a lo largo de la historia.

La curadora en arqueología Kat Baxter comentó en un comunicado de prensa: “Este es un hallazgo verdaderamente único y notable que tiene implicaciones potencialmente enormes para nuestra comprensión de la historia de los primeros habitantes de lo que hoy es Leeds”. Y agregó: “El descubrimiento de los restos de un segundo individuo dentro del ataúd es fascinante, sobre todo porque pertenecían a un niño. Plantea algunas preguntas inquietantes sobre cómo la gente trataba a sus muertos hace más de 1600 años”.

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